domingo, 7 de febrero de 2010
HACIA UNA HISTORIA DE IDA Y VUELTA
lunes, 25 de enero de 2010
LAS REVOLUCIONES INGLESAS
miércoles, 20 de enero de 2010
EL COMERCIO EN RUTA: SEVILLA-ACAPULCO-MANILA RUTA: SEVILLA-ACAPULCO-MANILA ¿Porque un buen numero de historiadores destacan la importancia del comercio "transoceánico", frente a otros espacios geográficos? ¿No podría haber sido acaso, el Mediterráneo con sus siglos y siglos de existencia y de mayor tradición mercantil, el llamado a ser el gran protagonista de esta actividad económica en Tampoco, debemos pensar que el comercio Mediterráneo era inexistente y que había desaparecido por culpa del comercio transoceánico. Mas bien podemos hablar de un desplazamiento del protagonismo comercial que no por ello quita el papel importante que representaba el mediterráneo, no solo ya desde un punto de vista económico, sino también cultural. Recordaba Joseph Pérez las ideas de Pierre Chaunu, cuando éste hablaba de los descubrimientos del siglo XV, indicando que estos habían sido motivados por el: encuentro y la colaboración de dos culturas: la mediterránea que aporta sus tradiciones, sus necesidades y exigencias (Génova, más que Venecia, Andalucía) y la atlántica con la experiencia de los pescadores de Portugal, Galicia y el Cantábrico[1] A pesar de lo muy llamativo que nos puede resultar esta cuestión, no debemos pensar que el comercio transoceánico se convirtió en exclusiva en el gran motor económico que tiraba del carro de la industria. Todo lo contrario, las mercancías que llegaban a los grandes puertos, donde se aglomeraban gran cantidad de navíos con la vista puesta en el atlántico, eran apenas un mínimo de lo que se producía. Recordemos que buena parte de la producción, estaba dedicada al autoconsumo, otra parte mucho menos importante iba a parar al comercio local y regional, y el restante, bastante poco, tenía como destino, el comercio nacional e internacional[2]. Vicente Algueró sostiene, que está actividad era capaz de generar "las mayores perspectivas de inversión y beneficios"[3], dado que los productos que allí se comerciaban eran de tan alto valor, que se podía esperar de ellos grandes ganancias. Sin embargo, el recurso al monopolio del comercio indiano, por parte de la monarquía hispánica, no le supuso tales beneficios, ya que gran parte del capital que lo controlaba era extranjero, relegando el papel de la corona castellana a la de intermediaria. No es de extrañar, por ello, que puertos de gran importancia como el de Sevilla, estuviera controlado por el capital genovés[4]. El Archivo de Indias de Sevilla, situado en la antigua Casa de BIBLIOGRAFIA GONZALEZ ENCISO, Agustín [et al.] "Historia económica de CERVERA DE PEREZ, Joseph. "El Mediterráneo en
[1] Joseph Pérez, El Mediterráneo en [2] Algueró. En Historia económica de [3] Ibídem 129-130 [4]Cervera de [5] Algueró, "Historia Económica", p.151 |
¡Obtén la mejor experiencia en la web!
Descarga gratis el nuevo Internet Explorer 8
http://downloads.yahoo.com/ieak8/?l=e1
Agricultura en Inglaterra
(Imagen: "Rape Threshing", 1813, de Robert Havell en New York Public Library)
El marcado carácter de excepcionalidad de la agricultura inglesa viene dado por el fenómeno de los enclosures o cercamientos. Ya adelantábamos a modo de introducción en el párrafo precedente, que la historiografía marxista alude a esta particular modalidad de tenencia de la propiedad, imbuyéndola de un recurrente determinismo, a fin de explicar el paso hacia el capitalismo, todo ello en razón a una mejora significativa de la productividad que habilita a la Gentry para invertir sus ganancias en la industria incipiente.
Los enclosures tienden a definirse dentro del marco cambiante de la agricultura de autoabastecimiento a la de mercado, especializada ésta en productos que redunden en un mayor beneficio pero que implica, no obstante, la necesidad de comprar el monto restante de artículos básicos. Una vez completada la imitación del modelo holandés, como señala Feliu i Montfort, la siguiente etapa se caracteriza por el cambio estructural obrado por las enclosures, definido por:
“1. La preocupación por el progreso agrario, expresada en multitud de libros, panfletos y sociedades agrarias.
2. Los procesos de selección de semillas y de animales reproductores.
3. La introducción de rotaciones de cultuvos, con la inclusión de leguminosas y forrajes [...].
4. La disminución del barbecho hasta su eliminación.
5. La inversión de capitales en la mejora de los campos.”
(Feliú i Montfort, 2007; 86)
Según el autor, esto ocasionó un aumento del espacio cultivado, de los rendimientos y de la productividad. Se abría además la posibilidad de ceder las tierras al ganado cuando se hacían difíciles de trabajar y, en sentido inverso, se permitía la roturación temporal de antiguos terrenos de pasto. Con todo, el aspecto más reseñado es el de la llamada explotación convertible (convertible husbandry), referido a la evolución de tierras labradas o de pasto en función de las fluctuaciones en los precios relativos de los cereales y productos ganaderos. Pero para un correcto funcionamiento de este método eran precisas una inversión de capital considerablemente alta, una capacidad empresarial, y la posesión de fincas grandes. Es aquí cuando entra en juego la Gentry, que ya venía protagonizando ese proceso de concentración de la propiedad, fenómeno previamente catalizado al hacerse los señores con reservas importantes tras la Peste Negra. Pero como bien sabemos, el episodio más reciente e importante de concentración de la propiedad es el que pretendemos analizar, el enclosure, que supone “la eliminación de la agricultura tradicional, comunitaria, encaminada al autoabastecimiento y a producir todo aquello que la comunidad pudiese necesitar, tanto a través de tierras cultivables de propiedad individual como de las tierras comunales, y su sustitución por la agricultura capitalista, como de explotaciones cerradas [...] de propiedad absoluta y de explotación sin constricciones.” (Feliu i Montfort, 2007; 87).
Feliu destaca además 4 tipos diferentes de enclosure, pormenorizados por orden de aparición aunque advirtiendo que en muchas ocasiones coexistieron: Señorial, tras la Peste Negra y la Reforma anglicana fundamentalmente; Particular, entre propietarios de parcelas contiguas; Voluntaria, por parte de la comunidad del pueblo; Parlamentaria, la más conspicua, incrementando al máximo las diferencias estructurales de la propiedad.
Por su parte, Mark Overton se encarga de recordar que los historiadores de la economía de la primera mitad del siglo XX distinguían 2 períodos más amplios de cercamientos, “Tudor enclosures (covering the late fifteenth and the sixteenth centuries) and parliamentary enclosures of the eighteenth and nineteenth centuries” (Overton, 1996; 148). En la obra citada, invoca también las revisiones cronológicas que refería Feliu, centrándose a su vez en las parlamentarias, que lógicamente resultan ser las mejor documentadas. Además, proporciona una gran cantidad de datos tabulados y cartografiados que considero muy útiles a la hora de acompañar las explicaciones. Buen ejemplo de ello, y de especial pragmatismo en lo relativo a nuestro tema, son los siguientes mapas que muestran la superficie de los open-fields en torno a los años 1600 (a) y 1700 (b) respectivamente.
(Fuente: Overton, 1996; 151)
Con ello podemos formarnos una idea lo bastante precisa de cómo el sistema de enclosures gana progresivamente terreno a los open-fields, particularmente en la parte más oriental de la isla, donde la predominancia de estos era abrumadora. Pero para una interpretación correcta de la fuente, debemos tener en cuenta que muchas partes de Inglaterra no experimentaron el proceso de cercado en la Edad Moderna debido a que en 1500 alrededor del 45% del país ya lo estaba. A esto me gustaría añadir algunas cifras muy reveladoras en relación al cambio operado en el siglo XVII, tomando como paradigma los casos de Durham y Leicestershire:
(Fuente: Overton, 1996; 149)
Overton realiza una advertencia final tras indicar que las diferencias regionales fueron significativas a efectos cronológicos y es que, en muchos casos, las fechas dadas antes del año 1800 no pueden ser consideradas del todo fiables. Hay que decir también que a pesar de que el cambio más violento se dio en el XVII, hay pleno consenso al designar el enclosure parlamentario como el más importante por la convulsión estructural que implicaba.
Pero evidentemente, no todas las interpretaciones muestran el enclosure como un sistema tan benigno, y sus detractores se cuentan desde su mismo surgimiento entre algunos de sus coetáneos. El clérigo John Rous, cronista e historiador, sostuvo su particular cruzada en el siglo XV. Su propósito, arguye Antonia Gransden, “was not only to stimulate opinion against enclosures and shame the enclosures into reptance, but also to persuade the king to remedy the evil by legislation.” (Gransden, 1996; 317). Pero las críticas no son exclusivamente de carácter visceral, existen otras más guiadas por la razón que por la intuición, sobre todo en un ámbito más reciente y en la línea de oposición a la historiografía marxista acerca de la cual dábamos unas pinceladas al comienzo del presente escrito.
Robert C. Allen, es categórico al desdeñar los enclosures como elemento generador de un aumento de la productividad, denunciando que se ha efectuado una asociación gratuita y, por ende, inválida, que da como resultado la ascensión a nivel sintomático del enclosure en un contexto de despegue económico. Si, como él dice, “the yield figures show that open field villages had accomplished almost all of the productivity growth achieved by enclosed villages [and] the studies of yields correlate well with the aggregate estimates of output increase, which show negligible growth during the period of parliamentary enclosures” (Allen, 2005; 27), entonces se colegirá necesariamente que el enclosure por sí solo poco tuvo que ver en dicho incremento. En su lugar, Allen propone las innovaciones técnicas como principal motor de cambio, algo en lo que coincide Daunton, quien sugiere que ambos elementos son agentes causantes que participan del aumento de los rendimientos.
BIBLIOGRAFÍA
Allen, R. C. “Landlords and Economic Development in England, 1450-1800” en: Janssens, Paul y Yun Casalilla, Bartolomé, (eds.) European Aristocracies and Colonial Elites, Ashgate Publishing, Burlington, 2005, pp. 25-37.
Feliu i Montfort, Gaspar, Introducción a la Historia Económica Mundial, Universidad de Valencia, Valencia, 2007.
Gransden, Antonia, Historical Writing in England: c. 1307 to the early sixteenth century, Routledge, London, 1996
Kohachiro Takahashi, Del Feudalismo al Capitalismo. Problemas de la Transición, Barcelona, Ed. Crítica, 1986
Overton, Mark, Agricultural Revolution in England: the transformation of the agrarian economy 1500-1850, Cambridge University Press, Cambridge, 1996
lunes, 18 de enero de 2010
Encontrándonos ya en las ultimas semanas de clase, los recientes días han servido de reflexión personal de cada uno de los integrantes del grupo, de cara a la redacción y finalización del trabajo personal, quedando pendiente aun, las ultimas reuniones para abordar cuestiones relativas a la articulación del cuerpo del trabajo y las conclusiones finales a las que nos ha llevado estos meses de estudio sobre los Modos de Producción Industrial en la Edad Moderna.
Podemos afirmar de forma general en cuanto a la bibliografía que la búsqueda de información y de material ha terminado ya hace algunas semanas, limitándonos en estos últimos días a la valoración e interpretación de los datos obtenidos. A continuación resumiré brevemente, algunas ideas que han ido surgiendo de manera individual, en esta etapa final del trabajo de la asignatura de Historia Moderna:
Adrián
En su estudio, Adrián indicaba la necesidad de una relectura sobre los modos de producción de la industria moderna. Hace hincapié también en el amplio debate del paso del feudalismo al capitalismo, y aborda el papel del verlagsystem en el fenómeno preindustrial, destacando en ello las tesis de Mendels sobre la proto-industrialización.
Antonio
Habiendo terminado ya la parte que le correspondía. Antonio nos resumía brevemente el trabajo que desarrolló. Su aportación sobre las “fabricas” dentro de los modos de producción en la Edad Moderna, está estructurado en dos partes importantes. En el primero realiza un enfoque de las prácticas fabriles francesas, resaltando el papel jugado por Colbert y sus prácticas mercantilistas. Y en la segunda parte, hace una revisión de la actividad fabril en Inglaterra, a finales del XVII inicios del XVIII, pero remontándose además a los inicios de la política económica inglesa de la Edad Moderna, abordando aspectos de relevancia para comprender procesos económicos muy posteriores, pero que tendrán sus orígenes en estos momentos, tales como los Enclosures.
Nicolás
Como hemos ido conociendo durante las sesiones de trabajo de grupo, Nicolás se vio desde un principio limitado por la escasa bibliografía relativa a los Modos de producción en el caso holandés, pero que afortunadamente ha ido superando gracias a sus conocimientos de inglés, ya que con ello ha podido recurrir a material no disponible en español. Gracias a ello ha ido desarrollando algunas ideas, que a continuación presento muy brevemente:
• Las migraciones religiosas a Holanda, procedentes de otros estados favoreció el desarrollo de su industria, ya que no solo trajeron capital, sino también técnica.
• Las innovaciones en el sistema financiaron también fueron un aliciente de importancia para la producción industrial.
• Existencia de una fuerte interconexión entre el urbanismo, el comercio y la industria.
Dario
Las definiciones para el termino gremio revisadas, limitaban la interpretación del fenómeno corporativo, sobretodo al mundo hispánico, ya que aunque esta misma realidad se podía encontrar en otros territorios, existe una gran cantidad de términos en otros idiomas que explican muchas otras realidades con características propias, que no estan necesariamente presentes en todos lados, como afirma Emile de Coornaert en su “Les Corporations en France avant 1789”:
"Il a pris la place, dans les écrits d´hier et d´aujourd`hui, des vieux mots qui ont, avant lui, désigné les groupements professionnels : confrérie, charité, fraternité, ghilde, hanse, métier, collège, communauté, corps de communauté, corps de métier, maîtrisse, jurande, sans compter les noms regionaux ou locaux"
Otra de las ideas con la que me ido tropezando en mas de una vez, es que muchas de las restricciones e impedimentos que los gremios ponían a las mujeres para obstaculizar su trabajo, era motivado, no por una actitud de “conservadurismo”, sino mas bien por la competencia que suponía la mujer para maestros y oficiales.(Schultz, Historia Económica de Europa, 107)
miércoles, 13 de enero de 2010
Agricultura en la Edad Moderna y el debate en torno a la decadencia española
En esta nueva entrada realizaré un breve repaso del temario impartido sobre la agricultura en la Edad Moderna derivando en una humilde reflexión sobre la decadencia española en el siglo XVII que permitirá ampliar y consolidar los conocimientos adquiridos.
(Imagen: The Harvesters,1565, de Pieter Bruegel; Metropolitan Museum of Art, New York)
En clase se señalaron las características, a juicio del profesor, más conspicuas de la agricultura en este período, entre las cuales figuran la limitación física en las posibilidades de expansión de otros cultivos; la tendencia al monocultivo, con la polarización cerealística que ello conlleva; el escaso desarrollo tecnológico, en materia de abonos por ejemplo; y el estrecho vínculo existente entre las oscilaciones demográficas y las de producción. Todos estos elementos desembocaron en un fenómeno tan significativo como es la incorporación de la agricultura en un incipiente sistema capitalista, de la mano de un progresivo proceso de monetarización que permite la transición hacia una mentalidad que se configure en términos de mercado.
En aras de ilustrar este ejemplo, la explicación vino acompañada de un trabajo conjunto de Prados y Nogal titulado "La Decadenza Spagnola nell'etá Moderna", que versaba acerca de dicha idea, relativizándola. El estudio es tan brillante como oportuno, dada la carencia de cuantificación que no ha podido menos que condicionar el escaso conocimiento sobre la actuación macroeconómica de España durante los siglos XVI y XVII. Algunos de los interrogantes que abre pueden expresarse del siguiente modo: ¿Hubo un declive o un mantenimiento? ¿Fue éste absoluto o relativo respecto a otras naciones europeas? ¿Fue acaso posible para uno de los países más pobres de Europa - según el ideario tradicional - disfrutar de los salarios más altos del continente y conservar un papel de potencia internacional primaria durante tres siglos? Estas y otras cuestiones se plantean y se tratan de resolver apoyándose en datos firmes de salarios, tendencias demográficas y ritmos de urbanización a un nivel tanto regional como nacional. Autores como Luiten van Zanden o B. Yun coinciden en calificar la situación de España en términos de mantenimiento: "According to the 'minimum' interpretation, the estimates are a reflection of the view held by experts on the long-term development [...]In the case of Spain - where recent years have seen a great deal of innovative quantitative research on the early modern economy - this view seems sound." (Luiten, 2001; 78) En esta línea de pensamiento se nos presentaron otros autores como Fernández Albaladejo, con su obra La Crisis de la Monarquía en que niega la existencia de una crisis generalizada, sin que ello implique un rechazo taxativo al concepto de decadencia; o J. de Vries, quien incluye en la obra de H. Schmal "Patterns of European urbanisation since 1500" un capítulo titulado "Patterns of Urbanization in Pre-industrial Europe, 1500-1800" en el que denuncia la grave omisión incurrida por la mayoría de estudios basados en censos que no tienen en consideración las ciudades de menos de 10.000 habitantes, particularmente para los casos de Francia y España. En la tabla anexa, extraída de dicho libro, pueden apreciarse el alto número de ciudades no registradas en estos países a lo largo de estos 3 siglos, lo cual se sugiere como una laguna altamente significativa y precisa de solución.
(Fuente: Schmal, 1981; 81).
Pido disculpas por la pésima calidad de la imagen, pero baste decir que para los casos galo e hispano las cifras de esta clase de ciudades que no fueron consideradas lo suficientemente grandes o pobladas en el siglo XVI se dispara hasta más del medio centenar para ambos países, hecho que se repite en el siglo siguiente.
En el extremo opuesto a los defensores de la idea de decadencia, yendo un paso más lejos que quienes tímidamente matizan esta teoría, nos encontramos con H. Kamen, controvertido autor que escribe en 1978 para la revista británica Past&Present un artículo bajo un provocador encabezado que rezaba "The Decline of Spain: a historical myth?". Su teoría bien puede resumirse con la siguiente sentencia: "Any genuine concept of decline must postulate a rise: but Spain never rose. So-Called decline was nothing less than the operation and persistence over an extended period of basic weakness in the Spanish economy." (Kamen, 1978; 25). Para defender tan atrevida línea de pensamiento (el apelativo "atrevida" es una deferencia que me permito, frente a aquellos que prefieren tildarla de "disparatada"), Kamen argumenta que la tesis del declive se fundamenta sobre 4 pilares que, a su parecer, no pueden ser tratados más que como sofismas. Entre estas presuntas falacias se cuentan: "First, a wholly unscientific imprecision about when so-called decline commenced and when it ended [...] Secondly, wholly unrelated phenomena have been jumbled together in a fatalistic way [...] Thirdly, the reverses have been attributed uniquely to Spain [...] Forthly, there has been regular confusion between Castile and Spain." (Kamen, 1978, 48). Si bien muchas de sus llamadas de atención son acertadas, es indudablemente descabellado aventurar la inexistencia del auge español, y todo apunta a que el objetivo primordial del señor Kamen no era otro que generar una polémica muy lucrativa en tanto contribuyó a la difusión de su escrito.
BIBLIOGRAFÍA
Álvarez Nogal, Carlos y Prados de la Escosura, Leandro, "La decadenza spagnola nell’età moderna: una revisione quantitativa", en: Rivista di Storia Economica, 2006, XXII, 1, p. 59-89
Fernández Albaladejo, Pablo, Historia de España: La crisis de la monarquía, Volumen 4, Crítica, 2009
Kamen, Henry, "The Decline of Spain: a historical myth?" en: Past&Present, Nº81 (Nov. 1978) pp. 24-50.
Luiten van Zander, Jan, "Early modern economic growth: a survey of the European economy, 1500-1800" en: Roy Prak, Maarten (ed.) Early modern capitalism: economic and social change in Europe, 1400-1800, Routledge, 2001, Cambridge
Schmal, H. (ed.) "Patterns of European urbanisation since 1500" Redwood Burn, London, 1981.