viernes, 18 de diciembre de 2009

8ª Memoria de grupo

Tras dos semanas en las que no nos pudimos reunir por distintos motivos, este martes estuvimos avanzando de manera muy suscinta la evolución que han llevado los trabajos individuales que cada uno está desarrollando. Desde mi particular punto de vista tampoco parecía necesario comentar demasiado. A mi entender, como observador, quedó claro el hecho de que los trabajos en los que cada miembro del grupo anda enfrascado comienzan a dar sus frutos.

En primer lugar, Adrián manifestó que su trabajo se va a focalizar en un análisis comparativo del domestic system tomando como base los casos segoviano e inglés respectivamente durante el siglo XVII. Por otro lado, la parte introductoria la realizará a partir de sus propias investigaciones de artículos así como de otras introducciones de libros que desarrollen este tema concreto. Sobre la bobliografía que maneja, creo que ya expuso en una anterior memoria -introducida por él mismo- los títulos así como sus autores; si bien me gustarría anotar dos obras que trajo consigo el último martes:
García Sanz, Ángel, Verlagssystem y concentración productiva en la industria pañera de Segovia durante el siglo XVIII Universidad de Valladolid, 1996
Martín García, Juan José, El desarrollo de la industria textil lanera en Pradoluengo (1720-1939), tesis doctoral, Universidad de Burgos, 2005.


A continuación, le tocó el turno a Darío. Nos indicó que su labor fundamental hasta este momento se había centrado en la recogida de datos -en realidad él habló de citas- que le parecieron significativos con vistas, posteriormente, a desarrollar todo el proceso de contenido de la parte que le corresponde dentro del trabajo genral -trata el apartado relativo a los gremios- apoyándose en un análisis de aquellas citas. También nos comentó de que manera le había llamado la atención un artículo que había leído, cuyo título podría ser La mujer y el gremio, centrado en la situación de la mujer en este sector durante el período que nos toca analizar -siglos XVI-XVII-. En tercer y último lugar, quiso dejar de manifiesto de qué modo las investigaciones y lecturas que ha ido llevando a cabo le conducían a prestar su máxima atención a la situación del gremio en España, considerandolo así como el punto central de su trabajo.


Por lo que respecta a Nicolás, nos indicó que sigue centrado en el libro sobre el que va girar su trabajo de la industria en Holanda, cuyo título es First Economy Modern, escrito por Jan de Vries. Por lo leído hasta el momento, Nico nos señaló la dependencia económica que Holanda tenía de la subsiguiente demanda de construcción de barcos. Ello es debido a que la industria naviera holandesa contribuyó a la dominación económica de su comercio con un aumento exportador a otros países. Holanda, según las lecturas de Nico, pasa de ser importador de sal ya refinada a convertirse en exportador de esa misma sal. Esto trae como consecuencia la generación de empleos gracias al intercambio comercial con las colonias. Finalizó nuestro compañero con dos apuntes muy concisos: la importancia económica que tiene el sector agrario y comercial en las ciudades del norte -principalmente Amsterdam-. mientras que en las ciudades del sur de Holanda el sector prioritario se encuentra en la industria.



Por mi parte, como observador me dediqué a escuchar y a tomar apuntes sin anticipar nada de la mi parte correspondiente en el trabajo colectivo. Mi estudio se ocupa de la fábrica -más en concreto de las fábricas reales inauguradas por Colbert en Francia- y de la incipiente industria minera y siderurgica en la Inglaterra de los siglos XVI-XVII. Tengo que señalar que mantuve ciertas dudas en torno a la segunda parte de mi trabajo -no así respecto a la parte francesa- en la medida creciente en que se me hacía dificil encontrar un hilo conductor que me posibilitara desarrollar el tema de la industria inglesa durante estos siglos. Manejé, por tanto, la alternativa de la industriaCursiva siderúrgica que se desarrolla en el Pais Vasco durante ese período histórico, ayudado por una serie de artículos que encontré en los que se hablaba de las ferrerías en el norte de España. Sin embargo, al final he optado por la primera opción y mi labor de análisis se quiere centrar en la Francia mercantilista de Colbert, así como en la primera industria "pesada" de Inglaterra. Para ello, a la bibliografía consultada ya expuesta en su momento por Nicolás en la última memoria ha de añadirse -entre otras lecturas- :
Vázquez de Prada, Valentín. Historia económica mundial: de los orígenes a la revolución industrial
Epstein, S. R. Libertad y crecimiento. El desarrollo de los estados y de los mercados en europa, 1300-1750
Kellenbenz, Herman. El desarrollo económico de la europa continental (1500-1750)
Hill, Cristopher. La revolución inglesa. 1640
De la Reforma a la Revolución Industrial. 1530-1780
de Vries, Jan. La economía de Europa en un período de crisis. 1600.1750

lunes, 14 de diciembre de 2009

FISIOCRACIA Y LIBERALISMO.-

La fisiocracia, hija de la Ilustración francesa, se impuso en Francia en la segunda mitad del siglo XVIII para extenderse posteriormente por toda Europa. El término fisiocrático deriva de Phycis (naturaleza) y kratéin (dominar). Según esta escuela de pensamiento, existe un orden natural de la economía y de la sociedad sobre cuyo modelo deben estructurarse la sociedad y los estados existentes. Ese orden natural establece que los hombres puedan disponer libremente de cuanto producen con su propio trabajo: la propiedad y el libre uso de ella son los pilares sobre los que establece el derecho natural. El orden natural de la producción, de la circulación y de la distribución es un mecanismo que se autorregula; es decir, que corrige por sí solo los eventuales desequilibrios. Toda intervención reguladora que altere las leyes de la economía y del libre comercio corrompe esta dinámica natural y produce unos daños mayores que los que trata de remediar. Según esta teoría existen sectores productivos y no productivos: el sector productivo es aquel capaz de dar un producto neto[1]. Este excedente o producto neto se da tan sólo en la agricultura y en general en las actividades relativas a la tierra (minas, excavaciones, etc). en los demás ámbitos, como la industria y el comercio, el valor producido anteriormente es transformado y hecho circular, pero no se da en absoluto producción de nuevo valor: por eso estas esferas económicas deben estar subordinadas a la productiva. Para los fisiocráticos, la agricultura representa una vertiente en la evolución histórica del género humano: antes de su aparición hubo economía de mera subsistencia; sólo la agricultura permitió una economía y de acumulación (Cordoncet: Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano (1794) y Turgot: Marco filosófico de los progreso sucesivos del intelecto humano (1750).

En el plano político, coherente con esta concepción de libertad social, productiva y de libre circulación que trae consigo la prosperidad económica, los fisiócratas apoyan una monarquía absoluta dentro de un Estado fuerte capaz de derribar los vestigios del régimen feudal y de allanar el camino a la libre economía capitalista. en Francia, las doctrinas fisiocráticas tuvieron ocasión de ser puestas en práctica durante el período en que Turgot fue interventor general de Finazas (1774-76), pero supuso una prueba fracasada. En la ‘querelle’ que le siguió intervino Condorcet con el escrito Reflexiones sobre el comercio de granos (1776). Un escrito más general del pensamiento económico y social de esta escuela corresponde a Turgot y lleva por título Reflexiones sobre la formación y distribución de las riquezas (1776).

El filósofo David Hume (1711-1776) debería ser considerado, junto a A. Smith, como uno de los fundadores de la economía política clásica. Tanto los fisiócratas como Hume estaban adheridos al individualismo y al liberalismo económicos aunque las filosofías en que basaban su respectiva adhesión a estos principios eran completamente diferentes. Los fisiócratas postulaban un orden del mundo providencial, armonioso, inmutable y beneficioso. Para Hume todo esto eran cosas que estaban más allá del conocimiento humano y su punto de partida, a diferencia del de los fisiócratas, era más bien la naturaleza del hombre que la naturaleza de mundo. Hay también una profunda diferencia entre los métodos de Hume y los de los fisiócratas. Los fisiócratas eran racionalistas que querían encontrar verdades evidentes, más a la luz de la razón, que con la ayuda de la experiencia. Hume, por el contrario, era un empírico que practicaba el método de la observación. Ambos rechazaron los dogmas del mercantilismo, sosteniendo el libre intercambio y complementariedad económica a nivel internacional.

Si bien tiende a considerarse a Hume como precursor de la actual ciencia moderna y la primera gran figura del pensamiento económico que abrió el camino para establecer la economía política como una parte constitutiva de una ciencia social más amplia fue, sin embargo, A. Smith (Kirkaldy, 1723-Edimburgo,1790), sucesor de F. Hutcheson en la academia de filosofía moral de la universidad de Glasgow, quien con su obra Teoría de los sentimientos morales (1759) preanuncia ya algunos de los temas más importantes del pensamiento económico y sociológico moderno. Para Smith, un sentimiento de simpatía, entendida como una comunión de sentimientos, hace que el individuo exprese un juicio favorable del comportamiento del prójimo y que espere lo mismo de los demás. De modo análogo, en economía política, A. Smith mostrará que el juego absolutamente espontáneo del egoísmo debe bastar, siempre que no intervengan medidas premeditadas de los gobiernos, para aumentar la riqueza de las naciones. Para Adam Smith, el Estado debía abstenerse de intervenir en la economía ya que si los hombres actuaban libremente en la búsqueda de su propio interés, había una mano invisible[2] que convertía sus esfuerzos en beneficios para todos.
Es este un acto de cooperación que podría conducirnos a la llamada teoría de los juegos y más en concreto al famoso dilema del prisionero[3]. Este conjunto de expectativas reciprocas vincula a los individuos y convierte a la sociedad en un sistema de intercambio de servicios (cooperación) entre individuos. En este sistema, la libertad es la condición de todo posible progreso y la injusticias creadas por la libertad misma no son tan insoportables como para justificar una renuncia a la libertad misma.

Su Esbozo de la riqueza de las naciones (1763) y su obra mayor, Investigaciones sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones (1776), es una indagación de las condiciones de equilibrio y duración de una economía industrial, base del progreso económico de las naciones. Aunque influido por la fisiocracia, Smith parte de una premisa que lo distingue de ella: el trabajo humano produce toda riqueza, y todo incremento de riqueza se debe a un incremento de la productividad del trabajo y, en particular, a un perfeccionamiento de la división del trabajo[4]. Por otro lado, si el valor de una mercancía es la cantidad de trabajo que se necesita para producirla, el intercambio de mercancías es en realidad el intercambio de trabajo necesario para producir la mercancía. Así pues, su factibilidad económica está limitada por la extensión del mercado. A la teoría del valor/trabajo sigue la distinción entre valor de uso y valor de cambio[5]. La importancia que Smith atribuye al concepto de trabajo convierte su pensamiento en una filosofía del trabajo.

Smith identifica la riqueza de las naciones con la producción de bienes de consumo, definición que contrasta fuertemente con la entonces predominante tradición mercantilista que identificaba la riqueza con el dinero en sí. En la esfera política, la división del trabajo smithiana se apoya en una división social tal y como lo expresa Condorcet en el compendio que realiza de la obra principal del escritor escocés cuando afirma: “El autor de la obra que analizamos considera el trabajo como origen de todas las riquezas de las naciones, y bajo este concepto examina en el libro primero las causas productivas del trabajo, y el orden con que sus productos se han ido distribuyendo naturalmente entre las diferentes clases de sociedad”[6].
En la obra smithiana se encuentran los orígenes de la mayoría de los discursos del pensamiento económico moderno. Smith supo captar el capitalismo que sobrevenía y ofreció una argumentación teórica de la estructura de clase de la sociedad burguesa diferenciando por primera vez a los trabajadores asalariados como una clase especial y poniendo de manifiesto en esencia, la oposición de los intereses de dicha clase frente a los intereses de los poseedores.

NOTAS.
[1] Excedente calculado como la diferencia entre el producto bruto anual y los costes de los gastos o anticipos (máquinas, materias primas, etc.) y de los salarios fijados, acorde con la “naturaleza”, sobre la base de las necesidades ineludibles de los trabajadores.
[2] “Metáfora utilizada por Adam Smith en sus obras La teoría de los sentimientos morales (1759) y La riqueza de las naciones (1776) para describir el hecho de que en una economía de libre mercado el comportamiento anárquico de los individuos (productores y consumidores) guiados por su propio egoísmo (los productores buscando el máximo beneficio o lucro, y los consumidores la máxima satisfacción o utilidad) produce resultados que concuerdan con el interés general de la colectividad, esto es, conduce a situaciones de máximo bienestar social.”
Texto extraído de http://www.economia48.com/spa/d/la-mano-invisible/la-mano-invisible.htm
[3] El dilema del Prisionero aparece con frecuencia en economía y en otros contextos. Este juego se ha discutido mucho en la literatura sobre la asignación de recursos como ilustración del fracaso de la adopción individualista de decisiones y como justificación de un contrato colectivo. Por medio de un contrato colectivo el grupo de individuos sale mejor parado que mediante la acción individualista. Se da una relación con el contraste que establece Rousseau entre “la voluntad general” y “la voluntad de todos” y con la necesidad de un “contrato social” para lograr lo que quiere la voluntad general. En el Dilema del Prisionero, puede interpretarse que la voluntad general es la regla de no confesar, que es lo beneficioso para ambos, y el instrumento para alcanzarlo sería un tratado recíproco de no confesión. Pero ¿si no puede concluirse este contrato? Es este el tipo de situación donde las reglas morales han desempeñado tradicionalmente un importante papel. Las situaciones del tipo del Dilema del Prisionero ocurren de muchas maneras en nuestra vida, y algunas de las reglas tradicionales de buena conducta exigen que se suspendan los cálculos estrechamente ligados a la racionalidad individual.
[4] Smith A. Investigación sobrela naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones “(...) la amplitud de esta división se halla limitada por la extensión del mercado. Cuando este es muy pequeño, nadie se anima a dedicarse por entero a una ocupación, por falta de capacidad para cambiar el sobrante de su producto de trabajo (...)”
[5] Entre la utilidad de un objeto particular, que hace deseable su posesión; y la facultad, que deriva de su posesión, de adquirir con él una mercancía.
[6]E-Bookelectrónicoen: http://www.eumed.net/textos/07/compendioDeRiquezaDeLasNaciones.pdf
Antonio Arias

lunes, 7 de diciembre de 2009

Mercantilismo y fisiocracia

EL MERCANTILISMO (Continuación)

La política mercantilista de Colbert va a ligar la economía al fomento del sector industrial: producir mucho para atraer hacia Francia el mayor volumen posible de oro y plata[1]. El proteccionismo de la monarquía francesa y la financiación estatal conlleva, a su vez, una política de privilegios fiscales y la creación de empresas de intervención pública, que coloca a Francia como ejemplo de autarquía económica[2]. Los grandes nombres de este pceríodo son Lafeemas, Montchetien y, por encima de todos, Colbert.
Estos hombres de estado se preocupan por cuestiones prácticas antes que morales o teóricas y su pensamiento va a depender mucho de las conjeturas; es decir, intentaban aportar soluciones ante un determinado problema. En otras palabras, es esta una política económica netamente conservadora, cuyas características principales son:
- autosuficiencia económica
- industria
- poblacionismo

Acorde con su planteamiento proteccionista, la política económica francesa consideraba el comercio como un juego de suma cero[3]. Había que poner barreras a la importación de manufacturas así a la exportación de materia prima. Por tanto, el pensamiento mercantilista de la monarquía de Luis XVI es claramente intervensionista.

Mientras tanto, en Holanda muestra gran interés por el comercio al tiempo que defiende un proteccionismo mucho más moderado que Francia, y su atención gira en torno a las prácticas bursátiles[4] (comercio y finanzas). Tan es así, que la primera bolsa de valores se crea en Ámsterdam en 1609, mientras que Joseph de la Vega redacta su obra Confusión de confusiones, el primer tratado sobre operaciones bursátiles en el que describe, desde una perspectiva ética, la práctica usurera: qué es usura y qué se puede considerar que no es usura).
Un autor fundamental es Hugo Grotius, eminente jurista de la época y que mostró su interés por el comercio en su De mare liberum, donde defiende la libertad de comercio en aguas internacionales. Es una defensa del libre comercio y su pensamiento se inserta en las negociaciones por el derecho de las naciones a comerciar libremente. Discurso este que interesa sobremanera y refleja los intereses generales de los Países Bajos y, en particular, de Holanda.


Frente al mercantilismo, la fisiocracia es una escuela de pensamiento económico que tiene el trabajo de la tierra como el principal factor de riqueza del hombre. La fisiocracia se identifica con el siglo XVIII y toma todo su sentido si se asocia al período de la Ilustración. En concreto, los fisiócratas buscan entender de qué modo los recursos naturales de la tierra pueden llegar a todos los segmentos de la población. El tema agronómico va a tener una gran importancia en las preocupaciones y en la visión de progreso que defiende la Ilustración.

Ya a partir de 1693, Francia va a tener una política renqueante. La política económica de Colbert había puesto todo su énfasis en la industria. Posteriormente, sin embargo, su interés gira hacia la agricultura. Los enciclopedistas de la Ilustración se interesarán por los temas de corte agrícola, considerando que el actor primario es el agricultor y otorgando un papel subsidiario al comerciante.
El concepto de ‘producto neto’ prevalece en el siglo XVIII, especialmente en Francia y se extenderá a otros países del entorno europeo. El sector primario de la tierra como elemento fundamental del pensamiento económico ilustrado explica por qué no es casual que naciera en Francia, ya que este país daba mucha importancia a los terratenientes en consonancia con aquella visión optimista de la Naturaleza que prevalecía en la Ilustración[5].

Se destacan dos ideas principales:
a) Concepto dinámico de la riqueza: la agricultura genera riqueza. En consonancia con el ideal de la naturaleza de la Ilustración, el pensamiento económico de la época se ve afectando por él.
b) Política de ‘laissez faire, laissez passer’, donde la riqueza se conceptúa en términos de producto neto

La riqueza generada a partir del cultivo de la tierra tenía que llegar al resto de la sociedad mediante la libertad de comercio. De la mano de Adam Smith, los fisiócratas vana pasar a la historia del pensamiento económico como sinónimo de la economía liberal. En este contexto socio-económico, la jerarquía es la siguiente:
1. Propietarios: aquellos que poseen las tierras y, por tanto, se les considera como ‘alma mater’ de la comunidad. (Agricultura)
2. Artesanos (Industria)
3. Comerciantes y financieros (Comercio/Finanzas)

Los artesanos, así como los comerciantes y financieros, eran considerados una clase estéril que no generaba riquezas[6]. Este orden va acompañado de un tipo de fiscalidad que beneficia al Estado mediante el ‘impuesto único’[7]: idea de utilidad pública muy propia de todo el siglo XVIII. La defensa del impuesto único va a crear problemas con la nobleza, muchos de los cuales eran terratenientes que veían con preocupación como este nueva forma de fiscalidad gravaba el impuesto directo de sus grandes propiedades. También en España, siguiendo las ideas fisiócratas, el Marqués de la Ensenada impone el catastro[8] (1749) como un impuesto único y progresivo.

Algunas de las lagunas del pensamiento económico de los fisiócratas radica en su concepto del precio. Para ellos, el precio sólo debía cubrir los costos de la materia prima desatendiendo tanto el tema de los precios como el de los salarios. A su vez, su sistema de análisis teórico es presentado como un sistema de carácter científico. Entre los teóricos del pensamiento fisiócrata destacan:
- F. Quesnay (1694-1774). Economista francés y naturalista de formación. Ejerció la medicina y colaboró en la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert con artículos de tema económico y filosófico. Su obra Tableau économique (1758), a la que más tarde añadió un Análisis divulgativo, le hace aparecer como el gran teórico de la fisiocracia.
- A.R. Jacques Turgot. Fue ministro de Finanzas de Luis XVI. Escribió varias obras de teoría económica como Reflexiones sobre la formación y distribución de la riqueza (1766) o Sobre la libertad en el comercio de grano (1770)
- P. de Point de Nemours, Trabó amistad con Turgot y se convirtió en uno de los principales difusores de la fisiocracia





[1] El producto de la producción con destino a su intercambio en un mercado exterior, lo más amplio posible, permitiría obtener un saldo favorable en la balanza comercial. Ello posibilitaría la entrada de metales preciosos y el consiguiente aumento de la riqueza nacional.
[2] Sistema económico, según el cual una nación debe ser capaz de abastecerse a sí misma y solucionar todas sus necesidades mediante un mínimo de intercambios comerciales con el exterior y, por lo tanto, sin ayuda de capital extranjero. Es un tipo de economía cerrada
[3] El concepto fue desarrollado en la Teoría de juegos, por lo que a menudo a las situaciones de suma cero se les llama "juegos de suma cero". Suma cero describe una situación en la que la ganancia o pérdida de un participante se equilibra con exactitud con las pérdidas o ganancias de los otros participantes. Se llama así; porque si se suma el total de las ganancias de los participantes y se resta las pérdidas totales el resultado es cero.
[4] No se trata ya del tipo de mercancías visibles o físicas. La especulación bursátil acarrea la compra-venta de acciones y obligaciones (bolsas de títulos), o grandes cantidades de materia prima de las que no se ve rastro alguno de su mercancía. El primer mercado de valores moderno fue el de la ciudad holandesa de Amberes, creado en 1531.
[5] La fórmula que define es que el producto neto es igual al producto bruto menos los costes de producción. El pensamiento de la Ilustración veía en la agricultura el mejor ejemplo de dicho concepto, debido a que produce un volumen de bienes mayor a lo necesario en la cosecha de semillas y el subsiguiente mantenimiento de los agricultores.
[6] Según Quesnay, las demás ramas de la economía sólo añadían utilidad a los elementos preexistentes en la Naturaleza, modificando su estructura. Calificó de estériles al comercio y a la industria, ya que no eran capaces de generar más valor que el valor del trabajo.
[7] Imposición sobre la propiedad que transfiriese la renta de los mismos al Estado para que éste la distribuyese según el interés público.El impuesto único sería un impuesto que gravase la agricultura, ganadería, minas, las actividades que generen producto neto y se prescindiría del resto de los impuestos. Es una idea que se basa en la simplificación fiscal, y tuvo bastante influencia en toda Europa. Se le asignaba la calificación de impuesto único ya que presuponía la progresiva y gradual desaparición de todos los demás
[8] http://pares.mcu.es/Catastro/servlets/ServletController?accion=2&opcion=40: El Catastro de Ensenada fue el paso previo a una reforma fiscal, que no se llevó a efecto, cuyo propósito era simplificar las vigentes y complicadas rentas provinciales y sustituirlas por una Única Contribución "a proporción de lo que cada uno tiene, con equidad y justicia

miércoles, 2 de diciembre de 2009

ADAM SMITH Y LA RIQUEZA DE LAS NACIONES



ADAM SMITH Y “LA RIQUEZA DE LAS NACIONES”

En 1776 Adam Smith publicaba: “Una investigación sobre la naturaleza y la causa de las riquezas de las naciones”, dando inicio a lo que tradicionalmente se ha venido a considerar como el pensamiento económico moderno1. Sin embargo, y a pesar de lo “moderno” del término, no debemos olvidar que la obra de Adam Smith es resultado, de la experiencia propia de un hombre del Antiguo Régimen, donde la ciencia económica aun no se había desarrollado como la conocemos hoy, ni se había independizado completamente del pensamiento teológico-filosófico-moral característico de la época.

No es de extrañar que una de las primeras obras del autor sea un tratado ético- filosófico (“Teoría de los sentimientos morales”, 1759), donde sin embargo ya se aprecian algunas de las ideas que el autor desarrollará posteriormente. No fue Smith el gran descubridor de todas las teorías económicas que presenta en “La riqueza de las naciones”, sin embargo, tuvo la habilidad necesaria para formularse las preguntas correctas y sintetizarlas de manera ágil e inteligible a la Europa del ultimo cuarto del XVIII. La rápida circulación y difusión de “The Wealth of Nations” contribuyeron al nacimiento de la economía como ciencia, no sólo por las ideas que allí se exponían, sino también por las respuestas que la obra recibió ya sea de apoyo o de desaprobación, generando a su vez un análisis mas serio y crítico de la realidad económica.

BENEFICIO PERSONAL y BIEN COMUN

Para Adam Smith el interés individual será el motor de la economía. Spiegel propone algunos teóricos antecedentes de las ideas de Smith sobre el beneficio personal y el bien común, que se puede detectar ya en su obra sobra “La Teoría de los sentimientos morales” de 1759:
Tommaso Campanella en 1623, afirmaba que los españoles que llegaron a América, lo hicieron empujados por por su deseo de obtener riquezas, pero que a su vez fueron guiados por la Providencia para llevar extender la palabra de Dios.
Shaftesbury (1671-1713): “trabajar por el bienestar general es algo que está conforme con los intereses privados y que es bueno para todos”
Francis Huchenson, maestro de Smith en Glasgow, no encontraba diferencia entre virtud y utilidad, pero lo señalaba de manera inversa: siendo la acción virtuosa de la sociedad la que llevaba al bien particular.2

LA MANO INVISIBLE, EL “LAISSEZ FAIRE” Y EL PAPEL DEL ESTADO

Según la Teoría de la Mano Invisible de Smith, aunque el individuo actuá para obtener una ganancia personal, existe una mano invisible que le hace buscar el interés general. Esto se traduce en “un mecanismo que opera en el seno del sistema de mercado, a través de la competencia (núcleo del sistema de economía de libre mercado) entre las fuerzas actuantes”3 Este interés general, requería la práctica del “laissez faire”, ya que la intervención de la autoridad en la actividad económica, sólo lograría frenarla, en vez de potenciarla. Según Spiegel, Adam Smith, utiliza el “laissez faire” como compañero de la libertad política, mientras que para los fisiócratas era todo lo contrario, ya que lo que ellos perseguían era la perpetuación del Antiguo Régimen.4 El Estado no debería poner restricciones a un mercado libre, sino mas bien fomentar la riqueza creando las condiciones necesarias para un sistema económico de libertad de comercio.

LA DIVISION DEL TRABAJO

Smith aboga por la división del trabajo, ya que considera que el trabajo realizado por distintas personas, cada una especializada en una determinada actividad, en distintos estadios de la producción, resulta mas productivo que una solo persona realizando un trabajo desde el principio hasta el final. Y ello sería posible, gracias a tres motivos: la mayor habilidad y agilidad del trabajador especializado, el ahorro de tiempo al no cambiar de actividad el trabajador durante el proceso productivo, y al desarrollo de maquina que faciliten el trabajo.5 Smith advirtió también del riesgo de una excesiva especialización, lo cual resolvió planteando la necesidad de una educación adecuada al sistema. Ahora bien, esto nos lleva a una situación en la que nos encontramos hombres que solo pueden contar con lo que producen, con lo cual se hace necesario obtener lo que necesitan por otro medio. Este medio será el cambio, deviniendo entonces en una sociedad comercial, pero como no todos necesitan lo que otros tienen para cambiar, se hace necesario utilizar el dinero, lo cual le llevaría luego a plantear la cuestión del valor del cambio.

LOS PRECIOS, LA TEORIA DEL VALOR y LA TEORIA DE LOS SALARIOS

Adam Smith propuso la existencia de dos teorías de los precios. La primera en régimen de competencia y la segunda en régimen de monopolio. En el primero de los casos el precio seria resultado de la interacción de la oferta y la demanda, siendo denominado “precio de mercado”6. El precio a su vez, según Smith, está determinado por el costo de producción, que sería resultado de la suma de los distintos elementos que el productor ha utilizado para el trabajo.
Smith propone la existencia de dos clases de valores: el valor de uso y el valor de cambio. Para la explicación de la diferencia entre ambos valores, puso como ejemplo el valor de los diamantes, que siendo de baja utilidad, resultaba teniendo un valor de cambio muy alto.7 La paradoja que esto suponía, le llevó a plantear la cuestión del valor-trabajo. Por el cual, el valor de cambio se correspondería con la cantidad de trabajo que se puede exigir en el mercado.

En su Teoría de los salarios, Smith propone que el salario natural del trabajo será el resultado del producto del trabajo, antes del propietario y del capitalista, quedando está reducida al trabajador. Una vez que ya están presentes estos otros dos elementos, el trabajador tiene que compartir lo que produce, teniendo que concertar la subida o bajada de los salarios. Una mayor demanda puede llevar a la subida de los salarios, pero esto tiene como requisito previo el aumento de los ingresos y del capital, y por tanto de los “fondos destinados” al pago de los salarios. Por el contrario unos salarios bajos son síntomas de unas condiciones económicas estacionarias que no estimulan el aumento de la demanda de trabajo.8

BIBLIOGRAFIA

Martinez-Echevarría, Miguel A. Evolución del Pensamiento Económico. Espasa Calpe, Madrid, 1983.
Spiegel, Henry W. El desarrollo del pensamiento económico. Historia del pensamiento económico desde los tiempos bíblicos hasta nuestros días. Omega, Barcelona, 1996

LA HISTORIA Y LAS NUEVAS TECNOLOGIAS

Advertíamos ya desde el comienzo de la asignatura de la importancia de la labor del propio estudiante en su proceso de aprendizaje. Hoy podemos decir que esta labor se ha visto potenciada gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías. No solo gracias a la velocidad con la que se puede acceder a la información, sino porque es también una fuente constante de nuevas herramientas metodológicas que permiten a su vez ampliar el numero de recursos para la investigación.

La clase practica del martes 01 de Diciembre no se llegó a concretar en el trabajo de grupo semanal, pero ha cambio pudimos ser testigos de esas posibilidades que la tecnología nos proporciona actualmente. En este Seminario Permanente del Departamento Historia Moderna de nuestra universidad9, el Dr. O´Connor, historiador irlandés especializado en el siglo XVII francés, nos daba buen ejemplo de la importancia de contar con la informática, para apoyar la investigación histórica. El proyecto “Irish in Europe” pretende realizar el estudio de la población migrante irlandesa en la Europa de la Edad Moderna. La amplitud del proyecto y las limitaciones propias de la accesibilidad a las fuentes, motivó el desarrollo de alternativas al trabajo en cuestión. Es aquí donde nos vamos a encontrar con el proyecto Virtual Research Environment (VRE) una plataforma virtual, de muy amplias posibilidades para los trabajos en distintas ramas del saber, pero en este caso en particular, adecuada a la investigación histórica.

En ella se recogen datos trabajados desde distintas fuentes, a la cual se puede acceder desde un mismo punto, lo que cual permite superar las limitaciones propias del tiempo y las distancias. En apenas unos segundos podemos disponer de información, que en otros tiempos, costaría muchísimo conseguir. En conclusión, creo que es muy importante no descartar las nuevas tecnologías, no ya solo como elemento de mayor agilidad y accesibilidad a la información, sino también como elemento que permite desarrollar a su vez nuevos métodos que faciliten la ampliación de nuestro conocimiento histórico y el desarrollo de innovaciones técnicas para la investigación histórica.

1Martinez Echevarría, págs. 51
2Spiegel 271-272
3Martinez, págs. 53-54
4Spiegel, pág. 287
5Spiegel, pág. 294
6Martínez, pág. 55
7Martínez. pág. 58
8Spiegel,págs. 301-302
9: Reflexiones del Seminario Permanente: “Los extranjeros en España y la América española durante la edad moderna (siglos XVI-XVIII)”. “La Nación Irlandesa en los colegios y universidades de la Europa Moderna: política, religión y sociedad”. Por Dr. Thomas O´Connor de la National University of Ireland, Maynooth-Irlanda en Diciembre de 2009.