viernes, 18 de diciembre de 2009

8ª Memoria de grupo

Tras dos semanas en las que no nos pudimos reunir por distintos motivos, este martes estuvimos avanzando de manera muy suscinta la evolución que han llevado los trabajos individuales que cada uno está desarrollando. Desde mi particular punto de vista tampoco parecía necesario comentar demasiado. A mi entender, como observador, quedó claro el hecho de que los trabajos en los que cada miembro del grupo anda enfrascado comienzan a dar sus frutos.

En primer lugar, Adrián manifestó que su trabajo se va a focalizar en un análisis comparativo del domestic system tomando como base los casos segoviano e inglés respectivamente durante el siglo XVII. Por otro lado, la parte introductoria la realizará a partir de sus propias investigaciones de artículos así como de otras introducciones de libros que desarrollen este tema concreto. Sobre la bobliografía que maneja, creo que ya expuso en una anterior memoria -introducida por él mismo- los títulos así como sus autores; si bien me gustarría anotar dos obras que trajo consigo el último martes:
García Sanz, Ángel, Verlagssystem y concentración productiva en la industria pañera de Segovia durante el siglo XVIII Universidad de Valladolid, 1996
Martín García, Juan José, El desarrollo de la industria textil lanera en Pradoluengo (1720-1939), tesis doctoral, Universidad de Burgos, 2005.


A continuación, le tocó el turno a Darío. Nos indicó que su labor fundamental hasta este momento se había centrado en la recogida de datos -en realidad él habló de citas- que le parecieron significativos con vistas, posteriormente, a desarrollar todo el proceso de contenido de la parte que le corresponde dentro del trabajo genral -trata el apartado relativo a los gremios- apoyándose en un análisis de aquellas citas. También nos comentó de que manera le había llamado la atención un artículo que había leído, cuyo título podría ser La mujer y el gremio, centrado en la situación de la mujer en este sector durante el período que nos toca analizar -siglos XVI-XVII-. En tercer y último lugar, quiso dejar de manifiesto de qué modo las investigaciones y lecturas que ha ido llevando a cabo le conducían a prestar su máxima atención a la situación del gremio en España, considerandolo así como el punto central de su trabajo.


Por lo que respecta a Nicolás, nos indicó que sigue centrado en el libro sobre el que va girar su trabajo de la industria en Holanda, cuyo título es First Economy Modern, escrito por Jan de Vries. Por lo leído hasta el momento, Nico nos señaló la dependencia económica que Holanda tenía de la subsiguiente demanda de construcción de barcos. Ello es debido a que la industria naviera holandesa contribuyó a la dominación económica de su comercio con un aumento exportador a otros países. Holanda, según las lecturas de Nico, pasa de ser importador de sal ya refinada a convertirse en exportador de esa misma sal. Esto trae como consecuencia la generación de empleos gracias al intercambio comercial con las colonias. Finalizó nuestro compañero con dos apuntes muy concisos: la importancia económica que tiene el sector agrario y comercial en las ciudades del norte -principalmente Amsterdam-. mientras que en las ciudades del sur de Holanda el sector prioritario se encuentra en la industria.



Por mi parte, como observador me dediqué a escuchar y a tomar apuntes sin anticipar nada de la mi parte correspondiente en el trabajo colectivo. Mi estudio se ocupa de la fábrica -más en concreto de las fábricas reales inauguradas por Colbert en Francia- y de la incipiente industria minera y siderurgica en la Inglaterra de los siglos XVI-XVII. Tengo que señalar que mantuve ciertas dudas en torno a la segunda parte de mi trabajo -no así respecto a la parte francesa- en la medida creciente en que se me hacía dificil encontrar un hilo conductor que me posibilitara desarrollar el tema de la industria inglesa durante estos siglos. Manejé, por tanto, la alternativa de la industriaCursiva siderúrgica que se desarrolla en el Pais Vasco durante ese período histórico, ayudado por una serie de artículos que encontré en los que se hablaba de las ferrerías en el norte de España. Sin embargo, al final he optado por la primera opción y mi labor de análisis se quiere centrar en la Francia mercantilista de Colbert, así como en la primera industria "pesada" de Inglaterra. Para ello, a la bibliografía consultada ya expuesta en su momento por Nicolás en la última memoria ha de añadirse -entre otras lecturas- :
Vázquez de Prada, Valentín. Historia económica mundial: de los orígenes a la revolución industrial
Epstein, S. R. Libertad y crecimiento. El desarrollo de los estados y de los mercados en europa, 1300-1750
Kellenbenz, Herman. El desarrollo económico de la europa continental (1500-1750)
Hill, Cristopher. La revolución inglesa. 1640
De la Reforma a la Revolución Industrial. 1530-1780
de Vries, Jan. La economía de Europa en un período de crisis. 1600.1750

lunes, 14 de diciembre de 2009

FISIOCRACIA Y LIBERALISMO.-

La fisiocracia, hija de la Ilustración francesa, se impuso en Francia en la segunda mitad del siglo XVIII para extenderse posteriormente por toda Europa. El término fisiocrático deriva de Phycis (naturaleza) y kratéin (dominar). Según esta escuela de pensamiento, existe un orden natural de la economía y de la sociedad sobre cuyo modelo deben estructurarse la sociedad y los estados existentes. Ese orden natural establece que los hombres puedan disponer libremente de cuanto producen con su propio trabajo: la propiedad y el libre uso de ella son los pilares sobre los que establece el derecho natural. El orden natural de la producción, de la circulación y de la distribución es un mecanismo que se autorregula; es decir, que corrige por sí solo los eventuales desequilibrios. Toda intervención reguladora que altere las leyes de la economía y del libre comercio corrompe esta dinámica natural y produce unos daños mayores que los que trata de remediar. Según esta teoría existen sectores productivos y no productivos: el sector productivo es aquel capaz de dar un producto neto[1]. Este excedente o producto neto se da tan sólo en la agricultura y en general en las actividades relativas a la tierra (minas, excavaciones, etc). en los demás ámbitos, como la industria y el comercio, el valor producido anteriormente es transformado y hecho circular, pero no se da en absoluto producción de nuevo valor: por eso estas esferas económicas deben estar subordinadas a la productiva. Para los fisiocráticos, la agricultura representa una vertiente en la evolución histórica del género humano: antes de su aparición hubo economía de mera subsistencia; sólo la agricultura permitió una economía y de acumulación (Cordoncet: Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano (1794) y Turgot: Marco filosófico de los progreso sucesivos del intelecto humano (1750).

En el plano político, coherente con esta concepción de libertad social, productiva y de libre circulación que trae consigo la prosperidad económica, los fisiócratas apoyan una monarquía absoluta dentro de un Estado fuerte capaz de derribar los vestigios del régimen feudal y de allanar el camino a la libre economía capitalista. en Francia, las doctrinas fisiocráticas tuvieron ocasión de ser puestas en práctica durante el período en que Turgot fue interventor general de Finazas (1774-76), pero supuso una prueba fracasada. En la ‘querelle’ que le siguió intervino Condorcet con el escrito Reflexiones sobre el comercio de granos (1776). Un escrito más general del pensamiento económico y social de esta escuela corresponde a Turgot y lleva por título Reflexiones sobre la formación y distribución de las riquezas (1776).

El filósofo David Hume (1711-1776) debería ser considerado, junto a A. Smith, como uno de los fundadores de la economía política clásica. Tanto los fisiócratas como Hume estaban adheridos al individualismo y al liberalismo económicos aunque las filosofías en que basaban su respectiva adhesión a estos principios eran completamente diferentes. Los fisiócratas postulaban un orden del mundo providencial, armonioso, inmutable y beneficioso. Para Hume todo esto eran cosas que estaban más allá del conocimiento humano y su punto de partida, a diferencia del de los fisiócratas, era más bien la naturaleza del hombre que la naturaleza de mundo. Hay también una profunda diferencia entre los métodos de Hume y los de los fisiócratas. Los fisiócratas eran racionalistas que querían encontrar verdades evidentes, más a la luz de la razón, que con la ayuda de la experiencia. Hume, por el contrario, era un empírico que practicaba el método de la observación. Ambos rechazaron los dogmas del mercantilismo, sosteniendo el libre intercambio y complementariedad económica a nivel internacional.

Si bien tiende a considerarse a Hume como precursor de la actual ciencia moderna y la primera gran figura del pensamiento económico que abrió el camino para establecer la economía política como una parte constitutiva de una ciencia social más amplia fue, sin embargo, A. Smith (Kirkaldy, 1723-Edimburgo,1790), sucesor de F. Hutcheson en la academia de filosofía moral de la universidad de Glasgow, quien con su obra Teoría de los sentimientos morales (1759) preanuncia ya algunos de los temas más importantes del pensamiento económico y sociológico moderno. Para Smith, un sentimiento de simpatía, entendida como una comunión de sentimientos, hace que el individuo exprese un juicio favorable del comportamiento del prójimo y que espere lo mismo de los demás. De modo análogo, en economía política, A. Smith mostrará que el juego absolutamente espontáneo del egoísmo debe bastar, siempre que no intervengan medidas premeditadas de los gobiernos, para aumentar la riqueza de las naciones. Para Adam Smith, el Estado debía abstenerse de intervenir en la economía ya que si los hombres actuaban libremente en la búsqueda de su propio interés, había una mano invisible[2] que convertía sus esfuerzos en beneficios para todos.
Es este un acto de cooperación que podría conducirnos a la llamada teoría de los juegos y más en concreto al famoso dilema del prisionero[3]. Este conjunto de expectativas reciprocas vincula a los individuos y convierte a la sociedad en un sistema de intercambio de servicios (cooperación) entre individuos. En este sistema, la libertad es la condición de todo posible progreso y la injusticias creadas por la libertad misma no son tan insoportables como para justificar una renuncia a la libertad misma.

Su Esbozo de la riqueza de las naciones (1763) y su obra mayor, Investigaciones sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones (1776), es una indagación de las condiciones de equilibrio y duración de una economía industrial, base del progreso económico de las naciones. Aunque influido por la fisiocracia, Smith parte de una premisa que lo distingue de ella: el trabajo humano produce toda riqueza, y todo incremento de riqueza se debe a un incremento de la productividad del trabajo y, en particular, a un perfeccionamiento de la división del trabajo[4]. Por otro lado, si el valor de una mercancía es la cantidad de trabajo que se necesita para producirla, el intercambio de mercancías es en realidad el intercambio de trabajo necesario para producir la mercancía. Así pues, su factibilidad económica está limitada por la extensión del mercado. A la teoría del valor/trabajo sigue la distinción entre valor de uso y valor de cambio[5]. La importancia que Smith atribuye al concepto de trabajo convierte su pensamiento en una filosofía del trabajo.

Smith identifica la riqueza de las naciones con la producción de bienes de consumo, definición que contrasta fuertemente con la entonces predominante tradición mercantilista que identificaba la riqueza con el dinero en sí. En la esfera política, la división del trabajo smithiana se apoya en una división social tal y como lo expresa Condorcet en el compendio que realiza de la obra principal del escritor escocés cuando afirma: “El autor de la obra que analizamos considera el trabajo como origen de todas las riquezas de las naciones, y bajo este concepto examina en el libro primero las causas productivas del trabajo, y el orden con que sus productos se han ido distribuyendo naturalmente entre las diferentes clases de sociedad”[6].
En la obra smithiana se encuentran los orígenes de la mayoría de los discursos del pensamiento económico moderno. Smith supo captar el capitalismo que sobrevenía y ofreció una argumentación teórica de la estructura de clase de la sociedad burguesa diferenciando por primera vez a los trabajadores asalariados como una clase especial y poniendo de manifiesto en esencia, la oposición de los intereses de dicha clase frente a los intereses de los poseedores.

NOTAS.
[1] Excedente calculado como la diferencia entre el producto bruto anual y los costes de los gastos o anticipos (máquinas, materias primas, etc.) y de los salarios fijados, acorde con la “naturaleza”, sobre la base de las necesidades ineludibles de los trabajadores.
[2] “Metáfora utilizada por Adam Smith en sus obras La teoría de los sentimientos morales (1759) y La riqueza de las naciones (1776) para describir el hecho de que en una economía de libre mercado el comportamiento anárquico de los individuos (productores y consumidores) guiados por su propio egoísmo (los productores buscando el máximo beneficio o lucro, y los consumidores la máxima satisfacción o utilidad) produce resultados que concuerdan con el interés general de la colectividad, esto es, conduce a situaciones de máximo bienestar social.”
Texto extraído de http://www.economia48.com/spa/d/la-mano-invisible/la-mano-invisible.htm
[3] El dilema del Prisionero aparece con frecuencia en economía y en otros contextos. Este juego se ha discutido mucho en la literatura sobre la asignación de recursos como ilustración del fracaso de la adopción individualista de decisiones y como justificación de un contrato colectivo. Por medio de un contrato colectivo el grupo de individuos sale mejor parado que mediante la acción individualista. Se da una relación con el contraste que establece Rousseau entre “la voluntad general” y “la voluntad de todos” y con la necesidad de un “contrato social” para lograr lo que quiere la voluntad general. En el Dilema del Prisionero, puede interpretarse que la voluntad general es la regla de no confesar, que es lo beneficioso para ambos, y el instrumento para alcanzarlo sería un tratado recíproco de no confesión. Pero ¿si no puede concluirse este contrato? Es este el tipo de situación donde las reglas morales han desempeñado tradicionalmente un importante papel. Las situaciones del tipo del Dilema del Prisionero ocurren de muchas maneras en nuestra vida, y algunas de las reglas tradicionales de buena conducta exigen que se suspendan los cálculos estrechamente ligados a la racionalidad individual.
[4] Smith A. Investigación sobrela naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones “(...) la amplitud de esta división se halla limitada por la extensión del mercado. Cuando este es muy pequeño, nadie se anima a dedicarse por entero a una ocupación, por falta de capacidad para cambiar el sobrante de su producto de trabajo (...)”
[5] Entre la utilidad de un objeto particular, que hace deseable su posesión; y la facultad, que deriva de su posesión, de adquirir con él una mercancía.
[6]E-Bookelectrónicoen: http://www.eumed.net/textos/07/compendioDeRiquezaDeLasNaciones.pdf
Antonio Arias

lunes, 7 de diciembre de 2009

Mercantilismo y fisiocracia

EL MERCANTILISMO (Continuación)

La política mercantilista de Colbert va a ligar la economía al fomento del sector industrial: producir mucho para atraer hacia Francia el mayor volumen posible de oro y plata[1]. El proteccionismo de la monarquía francesa y la financiación estatal conlleva, a su vez, una política de privilegios fiscales y la creación de empresas de intervención pública, que coloca a Francia como ejemplo de autarquía económica[2]. Los grandes nombres de este pceríodo son Lafeemas, Montchetien y, por encima de todos, Colbert.
Estos hombres de estado se preocupan por cuestiones prácticas antes que morales o teóricas y su pensamiento va a depender mucho de las conjeturas; es decir, intentaban aportar soluciones ante un determinado problema. En otras palabras, es esta una política económica netamente conservadora, cuyas características principales son:
- autosuficiencia económica
- industria
- poblacionismo

Acorde con su planteamiento proteccionista, la política económica francesa consideraba el comercio como un juego de suma cero[3]. Había que poner barreras a la importación de manufacturas así a la exportación de materia prima. Por tanto, el pensamiento mercantilista de la monarquía de Luis XVI es claramente intervensionista.

Mientras tanto, en Holanda muestra gran interés por el comercio al tiempo que defiende un proteccionismo mucho más moderado que Francia, y su atención gira en torno a las prácticas bursátiles[4] (comercio y finanzas). Tan es así, que la primera bolsa de valores se crea en Ámsterdam en 1609, mientras que Joseph de la Vega redacta su obra Confusión de confusiones, el primer tratado sobre operaciones bursátiles en el que describe, desde una perspectiva ética, la práctica usurera: qué es usura y qué se puede considerar que no es usura).
Un autor fundamental es Hugo Grotius, eminente jurista de la época y que mostró su interés por el comercio en su De mare liberum, donde defiende la libertad de comercio en aguas internacionales. Es una defensa del libre comercio y su pensamiento se inserta en las negociaciones por el derecho de las naciones a comerciar libremente. Discurso este que interesa sobremanera y refleja los intereses generales de los Países Bajos y, en particular, de Holanda.


Frente al mercantilismo, la fisiocracia es una escuela de pensamiento económico que tiene el trabajo de la tierra como el principal factor de riqueza del hombre. La fisiocracia se identifica con el siglo XVIII y toma todo su sentido si se asocia al período de la Ilustración. En concreto, los fisiócratas buscan entender de qué modo los recursos naturales de la tierra pueden llegar a todos los segmentos de la población. El tema agronómico va a tener una gran importancia en las preocupaciones y en la visión de progreso que defiende la Ilustración.

Ya a partir de 1693, Francia va a tener una política renqueante. La política económica de Colbert había puesto todo su énfasis en la industria. Posteriormente, sin embargo, su interés gira hacia la agricultura. Los enciclopedistas de la Ilustración se interesarán por los temas de corte agrícola, considerando que el actor primario es el agricultor y otorgando un papel subsidiario al comerciante.
El concepto de ‘producto neto’ prevalece en el siglo XVIII, especialmente en Francia y se extenderá a otros países del entorno europeo. El sector primario de la tierra como elemento fundamental del pensamiento económico ilustrado explica por qué no es casual que naciera en Francia, ya que este país daba mucha importancia a los terratenientes en consonancia con aquella visión optimista de la Naturaleza que prevalecía en la Ilustración[5].

Se destacan dos ideas principales:
a) Concepto dinámico de la riqueza: la agricultura genera riqueza. En consonancia con el ideal de la naturaleza de la Ilustración, el pensamiento económico de la época se ve afectando por él.
b) Política de ‘laissez faire, laissez passer’, donde la riqueza se conceptúa en términos de producto neto

La riqueza generada a partir del cultivo de la tierra tenía que llegar al resto de la sociedad mediante la libertad de comercio. De la mano de Adam Smith, los fisiócratas vana pasar a la historia del pensamiento económico como sinónimo de la economía liberal. En este contexto socio-económico, la jerarquía es la siguiente:
1. Propietarios: aquellos que poseen las tierras y, por tanto, se les considera como ‘alma mater’ de la comunidad. (Agricultura)
2. Artesanos (Industria)
3. Comerciantes y financieros (Comercio/Finanzas)

Los artesanos, así como los comerciantes y financieros, eran considerados una clase estéril que no generaba riquezas[6]. Este orden va acompañado de un tipo de fiscalidad que beneficia al Estado mediante el ‘impuesto único’[7]: idea de utilidad pública muy propia de todo el siglo XVIII. La defensa del impuesto único va a crear problemas con la nobleza, muchos de los cuales eran terratenientes que veían con preocupación como este nueva forma de fiscalidad gravaba el impuesto directo de sus grandes propiedades. También en España, siguiendo las ideas fisiócratas, el Marqués de la Ensenada impone el catastro[8] (1749) como un impuesto único y progresivo.

Algunas de las lagunas del pensamiento económico de los fisiócratas radica en su concepto del precio. Para ellos, el precio sólo debía cubrir los costos de la materia prima desatendiendo tanto el tema de los precios como el de los salarios. A su vez, su sistema de análisis teórico es presentado como un sistema de carácter científico. Entre los teóricos del pensamiento fisiócrata destacan:
- F. Quesnay (1694-1774). Economista francés y naturalista de formación. Ejerció la medicina y colaboró en la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert con artículos de tema económico y filosófico. Su obra Tableau économique (1758), a la que más tarde añadió un Análisis divulgativo, le hace aparecer como el gran teórico de la fisiocracia.
- A.R. Jacques Turgot. Fue ministro de Finanzas de Luis XVI. Escribió varias obras de teoría económica como Reflexiones sobre la formación y distribución de la riqueza (1766) o Sobre la libertad en el comercio de grano (1770)
- P. de Point de Nemours, Trabó amistad con Turgot y se convirtió en uno de los principales difusores de la fisiocracia





[1] El producto de la producción con destino a su intercambio en un mercado exterior, lo más amplio posible, permitiría obtener un saldo favorable en la balanza comercial. Ello posibilitaría la entrada de metales preciosos y el consiguiente aumento de la riqueza nacional.
[2] Sistema económico, según el cual una nación debe ser capaz de abastecerse a sí misma y solucionar todas sus necesidades mediante un mínimo de intercambios comerciales con el exterior y, por lo tanto, sin ayuda de capital extranjero. Es un tipo de economía cerrada
[3] El concepto fue desarrollado en la Teoría de juegos, por lo que a menudo a las situaciones de suma cero se les llama "juegos de suma cero". Suma cero describe una situación en la que la ganancia o pérdida de un participante se equilibra con exactitud con las pérdidas o ganancias de los otros participantes. Se llama así; porque si se suma el total de las ganancias de los participantes y se resta las pérdidas totales el resultado es cero.
[4] No se trata ya del tipo de mercancías visibles o físicas. La especulación bursátil acarrea la compra-venta de acciones y obligaciones (bolsas de títulos), o grandes cantidades de materia prima de las que no se ve rastro alguno de su mercancía. El primer mercado de valores moderno fue el de la ciudad holandesa de Amberes, creado en 1531.
[5] La fórmula que define es que el producto neto es igual al producto bruto menos los costes de producción. El pensamiento de la Ilustración veía en la agricultura el mejor ejemplo de dicho concepto, debido a que produce un volumen de bienes mayor a lo necesario en la cosecha de semillas y el subsiguiente mantenimiento de los agricultores.
[6] Según Quesnay, las demás ramas de la economía sólo añadían utilidad a los elementos preexistentes en la Naturaleza, modificando su estructura. Calificó de estériles al comercio y a la industria, ya que no eran capaces de generar más valor que el valor del trabajo.
[7] Imposición sobre la propiedad que transfiriese la renta de los mismos al Estado para que éste la distribuyese según el interés público.El impuesto único sería un impuesto que gravase la agricultura, ganadería, minas, las actividades que generen producto neto y se prescindiría del resto de los impuestos. Es una idea que se basa en la simplificación fiscal, y tuvo bastante influencia en toda Europa. Se le asignaba la calificación de impuesto único ya que presuponía la progresiva y gradual desaparición de todos los demás
[8] http://pares.mcu.es/Catastro/servlets/ServletController?accion=2&opcion=40: El Catastro de Ensenada fue el paso previo a una reforma fiscal, que no se llevó a efecto, cuyo propósito era simplificar las vigentes y complicadas rentas provinciales y sustituirlas por una Única Contribución "a proporción de lo que cada uno tiene, con equidad y justicia

miércoles, 2 de diciembre de 2009

ADAM SMITH Y LA RIQUEZA DE LAS NACIONES



ADAM SMITH Y “LA RIQUEZA DE LAS NACIONES”

En 1776 Adam Smith publicaba: “Una investigación sobre la naturaleza y la causa de las riquezas de las naciones”, dando inicio a lo que tradicionalmente se ha venido a considerar como el pensamiento económico moderno1. Sin embargo, y a pesar de lo “moderno” del término, no debemos olvidar que la obra de Adam Smith es resultado, de la experiencia propia de un hombre del Antiguo Régimen, donde la ciencia económica aun no se había desarrollado como la conocemos hoy, ni se había independizado completamente del pensamiento teológico-filosófico-moral característico de la época.

No es de extrañar que una de las primeras obras del autor sea un tratado ético- filosófico (“Teoría de los sentimientos morales”, 1759), donde sin embargo ya se aprecian algunas de las ideas que el autor desarrollará posteriormente. No fue Smith el gran descubridor de todas las teorías económicas que presenta en “La riqueza de las naciones”, sin embargo, tuvo la habilidad necesaria para formularse las preguntas correctas y sintetizarlas de manera ágil e inteligible a la Europa del ultimo cuarto del XVIII. La rápida circulación y difusión de “The Wealth of Nations” contribuyeron al nacimiento de la economía como ciencia, no sólo por las ideas que allí se exponían, sino también por las respuestas que la obra recibió ya sea de apoyo o de desaprobación, generando a su vez un análisis mas serio y crítico de la realidad económica.

BENEFICIO PERSONAL y BIEN COMUN

Para Adam Smith el interés individual será el motor de la economía. Spiegel propone algunos teóricos antecedentes de las ideas de Smith sobre el beneficio personal y el bien común, que se puede detectar ya en su obra sobra “La Teoría de los sentimientos morales” de 1759:
Tommaso Campanella en 1623, afirmaba que los españoles que llegaron a América, lo hicieron empujados por por su deseo de obtener riquezas, pero que a su vez fueron guiados por la Providencia para llevar extender la palabra de Dios.
Shaftesbury (1671-1713): “trabajar por el bienestar general es algo que está conforme con los intereses privados y que es bueno para todos”
Francis Huchenson, maestro de Smith en Glasgow, no encontraba diferencia entre virtud y utilidad, pero lo señalaba de manera inversa: siendo la acción virtuosa de la sociedad la que llevaba al bien particular.2

LA MANO INVISIBLE, EL “LAISSEZ FAIRE” Y EL PAPEL DEL ESTADO

Según la Teoría de la Mano Invisible de Smith, aunque el individuo actuá para obtener una ganancia personal, existe una mano invisible que le hace buscar el interés general. Esto se traduce en “un mecanismo que opera en el seno del sistema de mercado, a través de la competencia (núcleo del sistema de economía de libre mercado) entre las fuerzas actuantes”3 Este interés general, requería la práctica del “laissez faire”, ya que la intervención de la autoridad en la actividad económica, sólo lograría frenarla, en vez de potenciarla. Según Spiegel, Adam Smith, utiliza el “laissez faire” como compañero de la libertad política, mientras que para los fisiócratas era todo lo contrario, ya que lo que ellos perseguían era la perpetuación del Antiguo Régimen.4 El Estado no debería poner restricciones a un mercado libre, sino mas bien fomentar la riqueza creando las condiciones necesarias para un sistema económico de libertad de comercio.

LA DIVISION DEL TRABAJO

Smith aboga por la división del trabajo, ya que considera que el trabajo realizado por distintas personas, cada una especializada en una determinada actividad, en distintos estadios de la producción, resulta mas productivo que una solo persona realizando un trabajo desde el principio hasta el final. Y ello sería posible, gracias a tres motivos: la mayor habilidad y agilidad del trabajador especializado, el ahorro de tiempo al no cambiar de actividad el trabajador durante el proceso productivo, y al desarrollo de maquina que faciliten el trabajo.5 Smith advirtió también del riesgo de una excesiva especialización, lo cual resolvió planteando la necesidad de una educación adecuada al sistema. Ahora bien, esto nos lleva a una situación en la que nos encontramos hombres que solo pueden contar con lo que producen, con lo cual se hace necesario obtener lo que necesitan por otro medio. Este medio será el cambio, deviniendo entonces en una sociedad comercial, pero como no todos necesitan lo que otros tienen para cambiar, se hace necesario utilizar el dinero, lo cual le llevaría luego a plantear la cuestión del valor del cambio.

LOS PRECIOS, LA TEORIA DEL VALOR y LA TEORIA DE LOS SALARIOS

Adam Smith propuso la existencia de dos teorías de los precios. La primera en régimen de competencia y la segunda en régimen de monopolio. En el primero de los casos el precio seria resultado de la interacción de la oferta y la demanda, siendo denominado “precio de mercado”6. El precio a su vez, según Smith, está determinado por el costo de producción, que sería resultado de la suma de los distintos elementos que el productor ha utilizado para el trabajo.
Smith propone la existencia de dos clases de valores: el valor de uso y el valor de cambio. Para la explicación de la diferencia entre ambos valores, puso como ejemplo el valor de los diamantes, que siendo de baja utilidad, resultaba teniendo un valor de cambio muy alto.7 La paradoja que esto suponía, le llevó a plantear la cuestión del valor-trabajo. Por el cual, el valor de cambio se correspondería con la cantidad de trabajo que se puede exigir en el mercado.

En su Teoría de los salarios, Smith propone que el salario natural del trabajo será el resultado del producto del trabajo, antes del propietario y del capitalista, quedando está reducida al trabajador. Una vez que ya están presentes estos otros dos elementos, el trabajador tiene que compartir lo que produce, teniendo que concertar la subida o bajada de los salarios. Una mayor demanda puede llevar a la subida de los salarios, pero esto tiene como requisito previo el aumento de los ingresos y del capital, y por tanto de los “fondos destinados” al pago de los salarios. Por el contrario unos salarios bajos son síntomas de unas condiciones económicas estacionarias que no estimulan el aumento de la demanda de trabajo.8

BIBLIOGRAFIA

Martinez-Echevarría, Miguel A. Evolución del Pensamiento Económico. Espasa Calpe, Madrid, 1983.
Spiegel, Henry W. El desarrollo del pensamiento económico. Historia del pensamiento económico desde los tiempos bíblicos hasta nuestros días. Omega, Barcelona, 1996

LA HISTORIA Y LAS NUEVAS TECNOLOGIAS

Advertíamos ya desde el comienzo de la asignatura de la importancia de la labor del propio estudiante en su proceso de aprendizaje. Hoy podemos decir que esta labor se ha visto potenciada gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías. No solo gracias a la velocidad con la que se puede acceder a la información, sino porque es también una fuente constante de nuevas herramientas metodológicas que permiten a su vez ampliar el numero de recursos para la investigación.

La clase practica del martes 01 de Diciembre no se llegó a concretar en el trabajo de grupo semanal, pero ha cambio pudimos ser testigos de esas posibilidades que la tecnología nos proporciona actualmente. En este Seminario Permanente del Departamento Historia Moderna de nuestra universidad9, el Dr. O´Connor, historiador irlandés especializado en el siglo XVII francés, nos daba buen ejemplo de la importancia de contar con la informática, para apoyar la investigación histórica. El proyecto “Irish in Europe” pretende realizar el estudio de la población migrante irlandesa en la Europa de la Edad Moderna. La amplitud del proyecto y las limitaciones propias de la accesibilidad a las fuentes, motivó el desarrollo de alternativas al trabajo en cuestión. Es aquí donde nos vamos a encontrar con el proyecto Virtual Research Environment (VRE) una plataforma virtual, de muy amplias posibilidades para los trabajos en distintas ramas del saber, pero en este caso en particular, adecuada a la investigación histórica.

En ella se recogen datos trabajados desde distintas fuentes, a la cual se puede acceder desde un mismo punto, lo que cual permite superar las limitaciones propias del tiempo y las distancias. En apenas unos segundos podemos disponer de información, que en otros tiempos, costaría muchísimo conseguir. En conclusión, creo que es muy importante no descartar las nuevas tecnologías, no ya solo como elemento de mayor agilidad y accesibilidad a la información, sino también como elemento que permite desarrollar a su vez nuevos métodos que faciliten la ampliación de nuestro conocimiento histórico y el desarrollo de innovaciones técnicas para la investigación histórica.

1Martinez Echevarría, págs. 51
2Spiegel 271-272
3Martinez, págs. 53-54
4Spiegel, pág. 287
5Spiegel, pág. 294
6Martínez, pág. 55
7Martínez. pág. 58
8Spiegel,págs. 301-302
9: Reflexiones del Seminario Permanente: “Los extranjeros en España y la América española durante la edad moderna (siglos XVI-XVIII)”. “La Nación Irlandesa en los colegios y universidades de la Europa Moderna: política, religión y sociedad”. Por Dr. Thomas O´Connor de la National University of Ireland, Maynooth-Irlanda en Diciembre de 2009.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Exposiciones de clase y fisiocracia

Siguiendo la pauta habitual de trabajo, seré lacónico en el resumen de las clases teóricas de la semana pasada para explayarme en aquellos aspectos aludidos que hayan despertado mayor interés. Además incluiré en primer lugar un breve resumen de las exposiciones, de las cuales excluiré en lo posible a nuestro grupo para evitar redundar en lo que ya puede verse en las entradas anteriores de este blog.

El primer grupo, cuyo tema se solapa en cierto modo con el nuestro, corresponde a los inicios de la Revolución Industrial. No dejaron lugar a dudas respecto del tratamiento que pretenden dar al tema, un análisis de las causas y los orígenes sin caer en la tentación de confeccionar una narrativa del proceso en cuestión. Para ello dividieron en tres las visiones más conspicuas: autores clásicos, comparando incluso a los coetáneos al fenómeno con los historiadores de principios del siglo XX; visión protoindustrial (aquí se inician nuestros quebraderos de cabeza), de autores como Mendels, Kriedte y otros; últimas visiones, que por el tono desdeñoso con que fueron presentados no parecen despertar demasiada confianza, pues se remontan de manera un tanto estrambótica al año 1000.

El siguiente grupo, que se ocupa de la deuda y el crédito en la Monarquía Hispánica, nos transmitió informaciones de gran interés acerca de los banqueros castellanos, alemanes y genoveses que operaban en el territorio español, y se apuntó que muy probablemente las relaciones entre todos ellos eran más estrechas de lo que pudiera pensarse. Al parecer, a este grupo también le asaltaron algunas inquietudes debido a la proximidad del tema tratado por el tercer grupo, la fiscalidad (centrada en los ingresos de la Hacienda de Castilla), aunque expresaron gran optimismo en torno a su complementación que les deseamos sea satisfactoria. Este último grupo pareció consternado por el arduo trabajo que supone familiarizarse con la terminología, tarea que creen indispensable para transmitir cualesquiera conocimientos sobre la materia al resto de grupos, lo cual les agradecemos profundamente. En su exposición dividían el trabajo en: 1) marco historiográfico; 2) fiscalidad ordinaria, entendida como los únicos impuestos en sentido estricto, es decir, alcabala, aduanas, etc. ; 3) fiscalidad extraordinaria, principalmente servicios de cortes y rentas eclesiásticas.

Por último, Darío presentó a la clase nuestros avances sobre la industria, introduciendo un resumen de nuestras investigaciones sobre gremios, fábricas e industria doméstica, destinadas a ser integradas finalmente estas tres formas de organización de la industria al caso holandés, del que se ocupa Nicolás. En conjunto, puede decirse que la clase resultó muy beneficiosa, pues al par que permite compartir información, se nos presenta la posibilidad de corregir hipotéticos rumbos incorrectos que podamos estar tomando.

La clase del lunes se vio afectada por una leve discontinuidad temática, al acabar con el mercantilismo, al que sin embargo no dedicaré más palabras por haber sido ya analizado por Nicolás en la entrada precedente. Acabábamos con el mercantilismo, decía, restando tiempo suficiente para presentar los rasgos generales de la fisiocracia de una manera poco convencional pero no por ello carente de fundamento pedagógico, y espero se me excuse por esta licencia de juzgar la actividad docente que me otorgo. El método en cuestión consistió en recopilar las nociones del alumnado sobre la escuela referida a partir de lo cual el profesor moldeó una definición en la que se encargaba de suplir las posibles carencias de nuestra expresión o bien pequeños errores conceptuales.

En esta ocasión no fue preciso hacer demasiadas correcciones – lo cual dice mucho en favor de los alumnos – de tal modo que se dio en definir la escuela fisiócrata como un sistema que, en palabras de Antonio Blavia Esquirol, concede “importancia cardinal a la agricultura” (1992;85) y cuya expresión ulterior responde a la ampliamente conocida máxima “laissez faire, laissez passer”. Esta expresión arquetípica que choca diametralmente con la doctrina inmediatamente precedente – el mercantilismo, intervencionista por antonomasia – resume con aceptable exactitud el pensamiento de su precursor, François Quesnay (en la imagen), cuya obra más representativa es el “Tableau Économique” publicado en 1757. Desde un punto de vista estrictamente etimológico, se puede hablar de un “gobierno de la Naturaleza” a propósito del cual Eduardo Escartín González colige que ésta “revela sus propias leyes al hombre y éste puede deducirlas mediante el raciocinio” (2003; 41). Partiendo de esta base, y en estrecha relación con los filósofos iusnaturalistas, se postula primero que el dinero per se es estéril y ajeno a la riqueza, para después señalar que el único sector con capacidad para generar riqueza sin lacerar la fuente de producción (es decir, producir excedentes, el término que él acuña es “producto neto”) es la agrícultura. Así, vemos como se recalca el énfasis sobre la obtención de materia prima, lo que conducirá irremisiblemente a una explotación sistemática de los recursos naturales del país.

El Tableau Économique, defiende un modelo en clave cíclica, como bien resalta Peter L. Danner:

“Free farmer/entrepreneurs feed raw materials and labor. The net product yielded is then ditributed throughtout the economy [...] Countering the flow of product, the money that all the economic orders spend works its way back to the farmers, starting a new cycle of investment, production and distribution.” (Danner, 2002; 16)

Como podemos apreciar, el origen del proceso surge de los agricultores que, con su trabajo, permiten la distribución de la riqueza mediante el pago de rentas, colocación del producto en el mercado, venta a las industrias, etc. Este sistema, como se nos indicó en clase, no deja fuera del proceso a las clases más desfavorecidas y, si bien se favorece con mayor ahínco a los sectores pudientes, no deja por ello de manifestar una cierta preocupación por alcanzar un progreso equilibrado.

Pero no debemos olvidar las implicaciones que esta doctrina presentaba para el sector terciario, hecho en el que incide Andrea Maneschi: “[Physiocracy] included freedom of both domestic and foreign trade” (1998; 38). Se contrapone así nuevamente, a lo que había sido el cerrojo mercantilista impuesto sobre las importaciones y exportaciones de productos manufacturados y materias primas respectivamente. Sin embargo, este autor no se detiene sólo en contemplar las influencias de esta escuela sobre el pensamiento de Adam Smith – algo evidente, que él mismo reconoce abiertamente en el prólogo de su obra The Wealth of Nations – sino que nos habla del legado de los fisiócratas incluyendo “the characterization of a competitive economy as one in which individuals pursuing their self interest allow society’s walfare to be maximized” (Ibídem). No hay que estar muy versado en la materia para encontrar trazas del pensamiento liberalista en esta sentencia.

Para ir concluyendo, y a modo de recapitulación, resumiremos los elementos definitorios de esta teoría económica en tres puntos: “the special place of land as a factor of production; the importance given to the circular flow between goods and money [...]; the centrality of the principle of laissez faire and the accpetance of Natural Law as a unifying force.” (Perlman, 1998; 173)

Por último, quisiera destacar el crédito que Marx daba a esta escuela por considerarles pioneros a la hora de enfocar la economía desde un análisis explícito de la naturaleza del capital.

Bibliografía

Blavia Esquirol, Antonio, “Evolución del Pensamiento Político”, Equinoccio, 1992.

Danner Peter L. “The Economic Person: Acting and Analyzing” Rowman & Littlefield Publishers, Oxford, 2002.

Escartín González, Eduardo, “Estudio y Traducción de la Obra: Reflexiones Sobre la Formación y Distribución de las Riquezas”, Universidad de Sevilla, 2003.

Maneschi, Andrea, “Comparative Advantage in International Trade” Edward Elgar Publishing, Massachusetts, 1998.

Perlman, Mark y McCann, Charles, “The pillars of economic understanding: ideas and traditions” University of Michigan, 1998.

lunes, 23 de noviembre de 2009

7ª MEMORIA DE GRUPO

En la pasada reunión lo primero que debatimos fue quién realizaría la segunda exposición, finalmente Darío fue el elegido para realizar esta tarea. Antonio durante esta semana se ha encontrado con una serie de dificultades en sus búsquedas sobre las fábricas durante los siglos XVI y XVII, y es que apenas aparecen pequeñas referencias, solo al final de la semana dio con un término que podía orientar su búsqueda, Factory system. El resto del grupo pudo darle algunos consejos: Adrián le recomendó utilizar en sus búsquedas los términos de "manufactura concentrada" y de "industria concentrada", por otra parte yo le recomendé buscar en relación a las Reales Fábricas y finalmente el profesor le recomendaría complementar su búsqueda con los apuntes dados en clase, concretamente con el colbertismo. Por otro lado Darío nos informó del sistema de trabajo que esta utilizando. Ya Adrián mencionó en la última memoria la búsqueda de definiciones sobre el término “gremio”, en la que esta semana ha conseguido llegar hasta el año 1611 con El Tesoro de la lengua castellana, de Sebastián de Covarrubias. Además pretende realizar un análisis de las fuentes que los autores utilizaron y está planteándose la posibilidad de observar la distinta composición de los gremios. Junto a todo esto ha continuando avanzando en sus lecturas y esta recabando información que más adelante tendrá que ordenar y dar una coherencia. Adrián a pesar de ser el observador de la pasada semana continuó realizando lecturas, del mismo modo que hasta ahora, casos muy concretos relacionados con la industria a domicilio. Por último en mi caso la tarea se está realizando más lentamente de lo previsto, ya que la bibliografía que manejo es en inglés y contiene demasiados términos específicos desconocidos para mí ralentizando el proceso. No obstante he podido aventurarme ya en la materia y conocer datos que no habían aparecido (Además de confirmar otros ya conocidos). En las primeras memorias reflejé que Paola Massa citaba a Braudel atribuyendo un peso muy importante a la industria en la formación de los centros, dentro de la economía mundo. Jan de Vries repite esta idea y asocia el auge industrial al auge de las ciudades y la decadencia industrial a la decadencia urbana en Holanda. Las ciudades holandesas podían ser centros industriales especializados o centros industriales diversificados, normalmente las segundas coinciden con los grandes puertos comerciales como Amsterdam o Rotterdam, que acogen una gran variedad de industrias . Sin embargo los núcleos industriales especializados verdaderamente importantes son ciudades como Leiden (textil lanar), Haarlem (textil de lino) o Delft (cerámica) . Por otro lado (y si el idioma no me ha jugado una mala pasada) cabe destacar que la industria rural era mucho más rentable y tenía un mayor éxito que la industria urbana, por ello se redactaron una serie de decretos en las ciudades favoreciendo a la industria urbana.
Esto es todo por esta semana, para completar mi memoria añadiré las referencias bibliográficas con las que cada uno estamos trabajando que ya añadieron Adrián y Darío las semanas pasadas pero no viene mal recordar. ANTONIO:
DOBB, M., Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, Siglo XXI, México, 1985
KRIEDTE, P., MEDICK, SCHLUMBOHM, J, Industrialización antes de la industrialización, Crítica, Barcelona, 1986
GLAMAN, K., "El comercio europeo (1500 - 1750)", en Cipolla, C.M., Historia económica de Europa (2), pp. 333-409.
HOBSBAWM, E.J., "La crisis del siglo XVII ", en Aston, T., Crisis en Europa (1560-1660), Alianza, 1983
BEAUD, M., Historia del capitalismo. De 1500 a nues­tros días, Ariel, Barcelona, 1984
BERG, M., La era de las manufacturas 1700 - 1820, Crítica, Barcelo­na, 1987KELLENBENZ,H., El desarrollo económico de la Europa continental (1500-1750), Siglo XXI, México, 1976
SELLA, D., "Las industrias europeas (1500-1700)", en Cipolla, C.M., Historia económica de Europa (2), pp. 277-332.
GOUBERT, P., Historia de Francia, Crítica, Barcelona, 1987.
HOBSBAWM,E.,En torno a los orígenes de la Revolución Industrial ,Siglo XXI , Buenos Aires , 1978 DARIO: de Diego Velazco, Teresa. “Los Gremios granadinos a traves de sus ordenanzas.” En: la España Medieval, Nº8, 1996
González Arce, José Damián. “Sobre el Origen de los gremios sevillanos.” En: Revista Histórica, Literaria y artistica. Tomo 73. Nº223 pag. 45-66, 1990
López, Victoria y Nieto, José A. Las artesanas madrileñas en el Antiguo Regimen. Taller de Historia Social.
López, Victoria y Nieto, José A. El trabajo en la encrucijada. Artesanos urbanos en la Europa de la Edad Moderna. Los libros de la Catarata. Madrid 1996
Nieto Sanchez, Jose A. La conflictividad laboral en Madrid durante el siglo XVIII. El gremio de sastres. Acta del I Congreso de Jovenes Historiadores y Geografos. Sevilla, 1995 ADRIÁN: Chartres, John y Hey, David (eds.). English rural society, 1500-1800: essays in honour of Joan Thirsk Cambridge. Cambridge University Press, 1990
Gómez Díaz, Donato. El esparto en la economía almeriense: industria doméstica y comercio: 1750-1863. Almería: Gráficas Ediciones, 1985 González Enciso, Agustín, “La industria dispersa en la Sierra de Cameros, 1700-1840” , Cuadernos de investigación: Historia, ISSN 0211-6839, Tomo 10, Fasc. 1, 1984, pags. 39-56
Kellenbenz, Hermann. El desarrollo económico de la Europa continental (1500-1750) Siglo Veintiuno, 1977.
Kriedte, Peter. Feudalismo tardío y capital mercantil: líneas maestras de la historia económica europea desde el siglo XVI hasta finales del XVIII, Barcelona: Crítica, 1987
Kriedte, Peter; Medick, Hans y Schlumbohm, Jürgen. Industrialización antes de la industrialización Barcelona: Crítica, D.L. 1986.
Moreno Fernández, José Ramón, “Serranos hacedores de paños: pluriactividad y protoindustria en la montaña riojana”, Revista de historia industrial, ISSN 1132-7200, Nº. 25, 2004, págs. 11-48
Muset i Pons, Assumpta, “Protoindustria e industria dispersa en la Cataluña del siglo XVIII: la pañería de Esparreguera y Olesa de Montserrat”, Revista de Historia Económica - Journal of Iberian and Latin American Economic History, ISSN 0212-6109, Año nº 7, Nº 1, 1989, págs. 45-67 N:
HOUTTE, J.A. van. An economic history of the Low Countries, 800-1800. Weidenfeld and Nicolson. Londres, 1977.
VRIES, J. de. The first modern economy: success, failure and perseverance of the Dutch economy.1500-1815. Cambridge. Nueva York, 1997.WEE, Herman van der. The rise and decline of urban industries in Italy and in the Low Countries (late Middle Ages-early modern times). Leuven University Press. Leuven, 1988.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Joseph de la Vega y los distintos mercantilismo

Esta semana pasada hemos estado analizando las distintas tendencias mercantilistas (si es que podemos hablar de una escuela mercantilista europea) de Europa durante la Edad Moderna. Hablábamos del Arbitrismo en Castilla y Proyectismo en Inglaterra, mientras que en Francia nos referíamos a un Colbertismo y en Holanda no podíamos destacar una única doctrina, sino que nos referíamos a Joseph de la Vega y a Hugo Grocio. Dentro de todos estos casos me gustaría hacer una breve referencia a Joseph de la Vega y su estudio de la usura dentro de las operaciones bursátiles. Y después comparar el Colbertismo el pensamiento de Hugo Grocio, como grandes antagonistas dentro de una (supuesta) unitaria escuela mercantilista. Destaco a Joseph de la Vega, como ya he dicho, por su análisis de la usura. Y es que como vimos en el primer tema de pensamiento económico, el cristianismo aún sigue muy ligado a muchas realidades de la vida, incluida la economía. Joseph de la Vega realizó su estudio Confusión de confusiones, diálogoscuriosos entre un filósofo agudo, un mercader discreto, y un accionista erudito para rastrear que acciones bursátiles entraban en el pecado de la usura y cuáles no. El tema de la usura como pecado ya ha suscitado algún debate (véase mi última entrada de contenido y el diálogo mantenido entre Pablo y yo[1]). En el se planteaba que si bien la iglesia ha condenado solamente la usura como pecado, entendiendo usura como medio de enriquecerse, los evangelios reflejan como Cristo también incitaba a la renuncia de cualquier tipo de riqueza. No obstante la iglesia se ha mostrado muy insistente en condenar únicamente la usura como pecado a lo largo de (casi) toda su historia[2], no quisiera ver en esto un antisemitismo manifiesto. Procedo ahora a contraponer el “mercantilismo” de Grocio y el de Colbert.[3] Considero que no podemos hablar de la existencia de una escuela mercantilista, cuando sus propios integrantes no eran conscientes de que formasen un conjunto unitario de teoría y praxis económica. No obstante si que podemos observar un objetivo común en todos ellos: fortalecer al estado. En cualquiera de los casos haya un objetivo común o no, la práctica para conseguir dicho objetivo refleja de todo menos unidad, en casi todos los casos se actúa sobre puntos concretos y no sobre cuestiones generales de la economía. Pero especialmente opuestos son los caso de Francia y Holanda. Francia se apoyará en una serie de reglamentos y en la financiación estatal, mediante subvenciones, aranceles para la importación de manufacturas exportación de materias primas, creación de empresas estatales… Y se apoyará en su población como gran motor, buscando la acumulación de metales, pero también buscando la autosuficiencia, para lo que darán mucha importancia a la industria, destacando las Manufacturas Reales como la de los Gobelinos, dedicada a los tapices, alfombras y otros textiles. Sin embargo tenemos el caso Holandés, donde se defiende la libertad de los mares océanos y se rechaza el intervencionismo. Esto sólo es comprensible bajo el punto de vista comercial, que suponía el motor económico de Holanda. Y es que el comercio no puede ser intervenido si quiere prosperar. Por eso las prácticas mercantilistas que podemos observar en Holanda son todas aquellas que defiendan su comercio, pudiendo por tanto entender las guerras económicas como una práctica mercantilista.
Sacó en conclusión por tanto que las prácticas económicas “mercantilistas” varían radicalmente en función del tipo de economía y también del ámbito geográfico, pero que esto necesariamente no tiene porqué significar la pérdida del mencionado objetivo común y por tanto suponer la insignificancia del término mercantilismo, aunque sí supondría revisar la acepción del término “mercantilismo”.
[1] Os dejo la refencia para vuestra comodidad http://economiamoderna2000.blogspot.com/2009/10/la-historia-economica-cosa-pequena-de.html [2] Buscando algún posible documento a comentar he hallado esta referencia de El observador de la actualidad a la usura como pecado vista desde la iglesia a lo largo de la historia, aquí apreciamos cómo la usura deja de ser pecado cuando su práctica se generaliza y ya no es algo propio de judíos. http://www.elobservadorenlinea.com/content/view/1345/1/ [3] Esta comparación se basa en las lecciones de clase y en una somera búsqueda por internet, por lo que no pretendo realizar ninguna gran aportación ( pido disculpas por la posible ignorancia sobre algunos aspectos), sólo reflexionar e invitar a la reflexión sobre el mercantilismo como término y práctica.

lunes, 16 de noviembre de 2009

EL MERCANTILISMO. Historiografia y características


EL MERCANTILISMO
Con independencia de los debates surgidos sobre la consideración del mercantilismo como una escuela económica o si sólo es un mero termino o rótulo con el que A. Smith intentó definirlo, lo cierto es que el mercantilismo nunca se significó por proporcionar una base científica sobre los paradigmas de la ciencia económica. Esta corriente de pensamiento, si así puede definírsela, surge en Europa entre 1550 y 1750, en contraste con la concepción sobre la riqueza y el movimiento de capital que se daba en la época medieval anterior, y que iba unidad a conceptos tales como ética y justicia. Por el contrario, el mercantilismo invoca el papel, si no proteccionista, al menos regulador del Estado. El objetivo predominante de los defensores del mercantilismo era de qué modo se podía multiplicar el ritmo de crecimiento de la producción total. La doctrina mercantilista viene a señalar que era posible una mayor ventaja del superávit comercial del Estado mediante la aplicación de un sistema económico intervenido (monopolios de exportación) y una política comercial proteccionista (obstaculizar la importación mediante restricciones reales y monetarias -control de cambios- y favorecer la exportación) para estimular la producción y darle salida («miedo a las mercancías», en expresión de Heckscher). Existen otras características que definen a los mercantilistas, tales como el bullonismo (del inglés bullión, lingote de oro) y la idea de que para crear riqueza es preciso vender más que comprar, dentro de una visión estática de la riqueza que conduce a los juegos de suma cero; es decir, cuando un aumento en las ganancias de un jugador determina necesariamente una disminución igual en las de su oponente o, lo que es lo mismo, lo que gana un jugador lo pierde el otro. Por otro lado, recalcar que, hasta la aparición de autores como Roscher o Heskscher, el mercantilismo es definido de forma peyorativa por A. Smith y los fisiócratas, quienes lo relacionan con el intervencionismo del Estado y, por ende, contrario a su propia teoría de desarrollo económico basado en la competencia de mercado.

Bullonismo (definición encontrada en http://www.economia48.com/): Sistema monetario basado en la idea de que la emisión de billetes no debe estar a la libre voluntad de los bancos de emisión, sino respaldada por un encaje metálico para evitar la inflación. El bullonismo fue un rasgo esencial en la forma de pensar mercantilista del siglo XVI, donde la riqueza de los países se medía por la cantidad de oro y plata que poseían.

HISTORIGRAFÍA:

Wilhelm G.F. Roscher (1817-1894) pertenece a la vieja “escuela histórica alemana” y en su obra Principios de economía política (1854) defiende el desarrollo económico, no como un proceso lineal, sino cíclico, en el cual las economías pasan por un período de juventud, madurez y decadencia, y que tiene su correlato en el pensamiento de un autor como Herder y sus etapas de la evolución social y política de los pueblos. Y es, precisamente, desde este punto de vista que el mercantilismo va a definirse de manera positiva como una de las etapas del desarrollo económico en su devenir histórico. Esta nueva concepción se relaciona con el naciente nacionalismo que recorre países como Italia y Alemania en el último tercio del siglo XIX.

Por su parte, Eli Heckscher reflexiona sobre el movimiento mercantilista en su obra Mercantilismo (1931), fue la primera síntesis moderna del pensamiento y de la práctica mercantilista y constituye la definitiva articulación del mercantilismo como escuela de pensamiento, pues es evidente que el mercantilismo comprende otros elementos.. En ella, distingue tres aspectos del mercantilismo:
- sistema político o de poder
- sistema comercial o de protección
- sistema monetario
todo lo cual implica una o da una idea de la complejidad de la escuela mercantilista, En definitiva, Heckscher abogó por la utilización de la política monetaria para combatir la inflación. Para este autor, el mercantilismo es una idea que nos ayuda a comprender mejor un fragmento de la realidad histórica de lo que podríamos hacerlo sin su ayuda.

El historiador Perry Anderson en su obra El Estado Absolutista dice sobre las afirmaciones de Heckscher: “Heckscher afirma que el objeto del mercantilismo era aumentar el poder del Estado antes que la riqueza de las naciones, y que eso significaba una subordinación, según las palabras de Bacon, de las consideraciones de abundancia a las consideraciones de poder”. Viner responde a Heskscher que, en realidad, “la mayoría de los escritores mercantilistas dan a ambos igual importancia y los considera compatibles. Al mismo tiempo, Viner subestima la diferencia entre la teoría y la práctica del mercantilismo y aquellas otras del laissez faire que le siguió. En realidad, tanto Hesckcher como Viner pierden de vista, por razones diferentes, el punto esencial, que es la indistinción de economía y política en la transición que produjo las teorías mercantilistas. La discusión en torno a si una de ellas tuvo primacía sobre la otra es un anacronismo, porque en la práctica no existió tal separación rígida de ambas hasta la llegada del laissez-faire.”[1] Otros estudiosos, como Coleman han argumentado que el mercantilismo no es más que una invención historiográfica; y más recientemente Magnusson (1994) reivindica el término mercantilismo en relación a la economía de los siglos XVI y XVII.

[1] P. Anderson. El Estado absolutista. Ed, Siglo XXI. Madrid. 1994. p.31. Nota 34
Antonio Arias

domingo, 15 de noviembre de 2009

6ª Memoria de Grupo


La asignación de temas específicos a nivel individual posibilitó que circunscribiéramos nuestros esfuerzos a un campo determinado y en una dirección definida, permitiendo en consecuencia que aumentáramos el volumen de producción y la concreción del trabajo. En este proceso de diversificación, el tema de los gremios corría a cargo de Darío quien, a la búsqueda bibliográfica, sumó con muy buen juicio un apartado dedicado a las bases conceptuales, llegando incluso a analizar la etimología del término. Darío recoge las siguientes definiciones:

“Vale lo messmo que el regazo, la tal falda que cuelga suelta de la cintura abaxo, de el nombre latín Gremium, del verbo grego, gas, por congregar a grege: porque lo que recibimos en las faldas lo juntamos y lo confundimos. Por traslación llamamos gremio al amparo, y refugio del que acoge a otro y le favorece, y el gremio de la Iglesia llamamos la congregacion de los fieles, la comunion de los santos, porque los ampara y abriga a todos.” (Sebastian de Covarrubias Orozco Tesoro de la Lengua Castellana o española. fol.39v-40r. Edicion facsimil. Cervantes Virtual.)

Gremio, del latin gremĭum, (regazo ó seno, haciendo referencia al cuidado, a la protección). En el diccionario de la RAE de 1734, se hace referencia también a la pertenencia religiosa a una iglesia, o a una clase o calidad de personas (por ejemplo el Gremio de los grandes). En su última acepción se refiere a las personas que realizan una misma actividad. Ya en la edición de la RAE del 2001 se define gremio como “Corporación formada por los maestros, oficiales y aprendices de una misma profesión u oficio, regida por ordenanzas o estatutos especiales”. (Diccionario de la R.A.L.E. 22da edicion, 2001)

“Los gremios eran una estructura corporativa más de las muchas que conformaban la sociedad de estados del Antiguo Régimen francés ... Era un instrumento de integración dotado de unos mecanismos propios para regular el equilibrio entre oferta y demanda, tanto de la producción como de la mano de obra.”

“Tradicionalmente se ha señalado que los gremios cumplían un papel de subordinación a la monarquía para reforzar y ampliar el poder de ésta sobre el resto de la sociedad, convirtiéndose en agentes de usurpación y destrucción de las libertades municipales, según Shephard. “ (El trabajo en la Encrucijada, pág. 38.)

“Frente al desarrollo del capitalismo durante los siglos modernos, los gremios se presentan como instituciones anacrónicas y retrógradas que querían mantener un sistema y una relacciones de producción desfasadas. Para evitar el deterioro de su posición económica y social, ante las transformaciones que se estaban produciendo, el marco institucional de los gremios pasó de ser de un instrumento de integración a uno de exclusión. Sin embargo esto no se produjo de manera uniforme, y el gremio siguió dando salida a las necesidades económico-sociales.” (Fuentes utilizadas por Shephard para su estudio sobre gremios de Dijon en el XIX, pág.40.)


Asimismo, y de cara a un ineludible estado de la cuestión, Darío se preocupó por efectuar un ejercicio discriminatorio de fuentes para el estudio de los gremios, además de un breve repaso historiográfico.

Para el estudio de Dijon, Darío advierte que son válidos los archivos de los registros parroquiales sobre la Taille (impuesto más importante para la monarquía francesa). Tambien son útiles las cartas de maestría (que daban fe del ingreso de un maestro a un gremio determinado): Lettres de maitrise de los archivos municipales, de la cual se puede extraer valiosa información, ya que allí quedaban reflejados, datos como su nombre, profesión, gremio al que ingresaba, etc.

Los archivos parroquiales también son importantes por los registros de bautizos, matrimonios, ya que allí se pueden observar aspectos tales como una política de alianzas entre padrinos, o testigos de boda. (Simona Cerutti, cuando intentó reconstruir biografias de miembros de la corporacion de sastres de Turín. Pag. 73´.)

Además, para tener una idea aproximada de la bibliografía disponible para este tema, Darío realizó una búsqueda en DIALNET, obteniendo unas 140 entradas que contenían la palabra “gremio”. Eliminando todas aquellas que no guardaban relación con la Edad Moderna obtuvo una lista de poco más de 100 entradas, las cuales pudo organizar según su localizacion geográfica, el marco temporal y el tipo de enfoque particular o general. Las conclusiones fueron: El 90% eran estudios de gremios bastante localizados, tales como “El gremio de ebanistas de Madrid en el XVIII” de López Castán. Un porcentaje muy similar son estudios que se enmarcan en los territorios de la Monarquia Hispánica, solo un 10% hace referencia a espacios geográficos distintos, de los cuales el 5% hablan de los gremios en la América Española. Temporalmente, un tercio de las publicaciones se corresponden con estudios sobre el XVIII. Otro tercio abordan el XVI y el XVII, y el tercio restante se dedican a estudios de gremios en períodos más largos que abarcan más de un siglo y que llegan en muchos casos al XIX (por ejemplo: El Gremio de Doradores de Zaragoza (1675-1820) de Ansón Navarro.

Partiendo de su propia experiencia laboral, Darío nos propuso una perspectiva muy sugerente desde la que explorar su parte del trabajo, si bien esta idea precisa todavía algo de maduración, por lo que hemos optado por no darla a conocer de momento.

La bibliografía por él examinada es la que sigue:

de Diego Velazco, Teresa. “Los Gremios granadinos a traves de sus ordenanzas.” En: la España Medieval, Nº8, 1996

González Arce, José Damián. “Sobre el Origen de los gremios sevillanos.” En: Revista Histórica, Literaria y artistica. Tomo 73. Nº223 pag. 45-66, 1990

López, Victoria y Nieto, José A. Las artesanas madrileñas en el Antiguo Regimen. Taller de Historia Social.

López, Victoria y Nieto, José A. El trabajo en la encrucijada. Artesanos urbanos en la Europa de la Edad Moderna. Los libros de la Catarata. Madrid 1996

Nieto Sanchez, Jose A. La conflictividad laboral en Madrid durante el siglo XVIII. El gremio de sastres. Acta del I Congreso de Jovenes Historiadores y Geografos. Sevilla, 1995

Por su parte, Nicolás, cuyo cometido consiste en aplicar nuestro esquema temático al caso holandés, estuvo batallando contra la aparente escasez bibliográfica sobre su tema, sin embargo, su denuedo terminó dando frutos, como lo demuestran los 3 excelentes libros que seleccionó:

HOUTTE, J.A. van. An economic history of the Low Countries, 800-1800. Weidenfeld and Nicolson. Londres, 1977.

VRIES, J. de. The first modern economy: success, failure and perseverance of the Dutch economy.1500-1815. Cambridge. Nueva York, 1997.

WEE, Herman van der. The rise and decline of urban industries in Italy and in the Low Countries (late Middle Ages-early modern times). Leuven University Press. Leuven, 1988.

En cuanto a mi tema, la industria a domicilio o verlagssystem, tras una búsqueda bibliográfica exhaustiva consultando estudios de autores muy diversos, he alcanzado la conclusión de que lo más aconsejable para cumplir tanto con el requisito de extensión fijado por el profesor, como con la autoexigencia de calidad que todo estudiante con un mínimo de ambición debe imponerse, es analizar la relación explicitada por Mendels entre la industria doméstica dependiente y el término “protoindustrialización”, ahondando en el debate en torno a la corrección del mismo y su problemática adecuación a la casuística que cabe esperar para el marco europeo. Efectivamente, la vasta mayoría de consultas en relación al putting-out system me han revelado la difícil disolubilidad respecto del debate en que se integra.

Así, han germinado algunas ideas acerca de la posible estructuración de mi capítulo, cuya apertura correspondería a un apartado introductorio en que se clarificase la terminología definiendo aquellos vocablos que puedan dar lugar a equívoco (industria dispersa, trabajo doméstico, neologismos como putting-out, domestic, kauf o verlagssystem, etc.). Un segundo epígrafe podría corresponder a aspectos más técnicos del sistema en cuestión: operatividad del “verleger”, compatibilidad con actividades primarias por parte del campesinado, etc. Tras ello, me encontraría ya en condiciones de proceder con un estudio de carácter más deductivo cuya extensión estimo en ¾ partes del total, comenzando por presentar la tesis de Mendels al lector y facilitando su participación activa en el debate, recogiendo a su vez las críticas de Coleman y otros para ser contrastadas con las primeras.

Mi aspiración por tanto, pasa más por elaborar un estudio teórico-etiológico acerca del papel que adquiere el verlagssystem en el fenómeno protoindustrial – partiendo de esa idea de “Industrialiserung vor der Industrialiserung” postulada por Kriedte, Medick y Schlumbohm, en su obra homónima –, que por la realización de un trabajo inductivo en el que me limitaría a recabar datos e informaciones que dudo tengan elasticidad suficiente para dilatarse a lo largo de 20 folios. Un trabajo de esta índole carecería del menor interés y se tornaría irremisiblemente tedioso, es por ello que restringiré todo escrito no analítico a la primera parte, dado que no podemos prescindir de esa primera aproximación semántica si nuestra pretensión es lograr la implicación del lector.

En cuanto a mi estudio de contenidos, esta semana continué, como adelantaba en la memoria precedente, con los añadidos y matizaciones que a la obra de Mendels hacen Kriedte, Medick y Schlumbohm y que resumo a partir del libro de Parejo Barranco:

1. En primer lugar se define la protoindustrialización como industrialización antes de la industrialización, partiendo del “desarrollo de regiones rurales en las que la mayor parte de la población vive [...] de la producción en masa para mercados [inter]nacionales” (Parejo, 1987; 26)
2. Es parte de la transición del feudalismo al capitalismo, identificándose con su segunda fase.
3. Se concentra en regiones poco fértiles o montañosas, dando lugar a una necesidad de ingresos extraordinarios por parte del campesinado.
4. Se ocasiona un cambio sustancial en los papeles y funciones de la familia campesina creando una fuerte brecha en el sistema social agrario del siglo XIX, provocando una dinámica de reproducción concreta y distinguible. Ello se aprecia en el favorecimiento del matrimonio temprano y la producción del máximo número posible de niños trabajadores.
5. Supone la transición del kaufsystem al verlagsystem, de tal modo que el capital comercial se introduce en la producción.
6. Se tiene en cuenta que, en Inglaterra, “los únicos medios de salir de la crisis eran la concentración empresarial y la mecanización” (Ibídem), siendo la industrialización en el continente una respuesta al desafío inglés y, por consiguiente, más lenta.
7. Por último, se ponen de relieve las contradicciones internas del sistema protoindustrial, que no sólo pueden llegar a impedir la implantación de una industrialización capitalista, sino que pueden suponer una involución técnica que desemboque en una desindustrialización.
Muy a pesar de las críticas a esta teoría, cuyo principal detractor es D.C. Coleman, lo cierto es que el artículo de Mendels supuso un brusco cambio metodológico, hecho que constata Pièrre Leon al afirmar que “los artesanos de la Europa moderna contienen en germen la revolución industrial [...] en vez de ser solamente sintomáticos de un antiguo régimen económico en vías de desaparición” (citado en: Parejo, 1987;27).

Bibliografía:
Parejo Barranco, Antonio, Industria dispera e industrialización en Andalucía, Secretariado de Publicaicones de la Universidad de Málaga, 1987, Málaga.

Por último, a las reseñas bibliográficas aportadas la semana pasada añadiré las siguientes:

Chartres, John y Hey, David (eds.). English rural society, 1500-1800: essays in honour of Joan Thirsk Cambridge. Cambridge University Press, 1990

Gómez Díaz, Donato. El esparto en la economía almeriense: industria doméstica y comercio: 1750-1863. Almería: Gráficas Ediciones, 1985

Kellenbenz, Hermann. El desarrollo económico de la Europa continental (1500-1750) Siglo Veintiuno, 1977.

Kriedte, Peter. Feudalismo tardío y capital mercantil: líneas maestras de la historia económica europea desde el siglo XVI hasta finales del XVIII, Barcelona: Crítica, 1987

Kriedte, Peter; Medick, Hans y Schlumbohm, Jürgen. Industrialización antes de la industrialización Barcelona: Crítica, D.L. 1986.

El cuarto miembro de nuestro grupo, Antonio, se ha retrasado por motivos ignotos, conque me figuro colgará su parte por separado. No obstante, en la reunión del martes anticipó que su trabajo muy probablemente se ceñiría a Francia, puesto que en el libro de Cipolla, Colbert ocupaba un lugar privilegiado en tanto que potenciador de la manufactura concentrada. También manifestó algunas reservas en cuanto a lo que entendemos por “fábrica”, por lo que seguramente habrá dirigido su investigación en este sentido a fin de dilucidar la acepción más apropiada a dicho término.

Adrián Saavedra.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Trabajo de Hª Economica. Las fábricas.

Desde este blog, y en vista que he llegado tarde a la publicación por parte de Darío de su memoria semanal, podéis acceder al borrador de la introducción que estoy trabajando para la parte que me corresponde en el grupo de trabajo "Industria":

1. FUNDAMENTACIÓN Y OBJETIVOS

Fundamentación

Entre los siglos XV y XVIII se desarrolla el período que muchos historiadores como el de la marcha hacia la imposición del sistema capitalista. En su transcurso, el fenómeno se manifiesta de manera no homogénea en la Europa Occidental, tanto en la esfera económica como en la política, lo que ha permitido postular la existencia de diversas vías para esa transición.

La superación de la primera crisis feudal con el progresivo cambio acaecido en las tareas del campo y la creciente migración hacia las grandes ciudades europeas, que cada vez demandaba más mano de obra, tuvo resultados sociales opuestos y, aunque las vías transitadas fueron diferentes, a la larga produjeron un vuelco de formas de la economía doméstica y tradicional hacia una economía de mercado, trayendo consigo un cambio en las relaciones sociales de producción así como la subsiguiente cristalización y reforzamiento de aquéllas. A su vez, el desarrollo de las fuerzas productivas y la tendencia al cambio en las relaciones de producción exigían nuevos cauces para el aprovechamiento de una mano de obra acrecentada, tanto en el mundo rural como en el urbano. Pero será el mundo rural donde se sienten las bases de una penetración del capital en la producción, hasta entonces no desarrolladas y del mercado capitalista. Todo ello potenciará también las formas de intercambio precedentes, dando un impulso inédito al crecimiento del capital mercantil y a la circulación, otorgando nueva significación a la expansión conquistadora que se realiza todavía, al menos parcialmente, bajo la lógica de un orden feudal.

La puja por el aprovechamiento de las nuevas condiciones sociales tuvo como correlato cambios en las relaciones de dominio y la aparición de nuevos agentes sociales. El resultado de estas pujas dará lugar a la concreción de dos modelos políticos: el de las formas absolutistas y el de las formas no absolutistas de poder. Los caracteres y naturaleza de estas formas están siendo hoy objeto de debate entre diferentes corrientes historiográficas, que cuestionan una imagen tradicional que de ellas nos dio la historiografía anterior a la segunda mitad del siglo XX. Desde este particular punto de vista, conviene señalar que existe acuerdo en la historiografía moderna respecto al punto de inflexión que significan dos movimientos modélicos: las revoluciones inglesas del siglo XVII y la revolución francesa. Dos hitos históricos que marcan el paso de formas políticas corporativas a otras progresivamente individualistas, detectables no sólo en la acción política sino también en el surgimiento de la opinión pública, sino en la subsiguiente transformación de las relaciones de producción y en lo que se conoce como génesis de la protoindustria. En este estado de cosas, el productor se encuentra separado de sus medios de producción (Verlagssystem) y se traduce en una embrionaria organización de la producción manufacturera por el capital, que marcan los límites de la protoindustrialización.

A partir de aquí veremos una progresivo desarrollo de las fuerzas productivas, y el importante papel que juega el Estado en los procesos de acumulación interna con vista a propiciar un auge tanto de los mercados nacionales como internacionales. Tal y como señala Hermann Kellenbenz: “La expansión ultramarina llevó consigo una expansión del comercio internacional, mientras que le aumento de población y otros factores estimularon también los mercados interiores”. Efectivamente, el Estado absolutista va a crear una serie de industrias cuyo fin es proveer el mercado interno, protegiendo empresas particulares e impulsando la creación de otras. Como ejemplo de estas innovaciones es la política que intenta llevar Colbert en Francia, con créditos, franquicias para determinados impuestos, subvenciones, reducción de los intereses de préstamo al 5%, libertad para despedir trabajadores, etc. En concreto, se rompió con la rigidez del corporativo sistema laboral francés de la época, favorecido todo ello por el aumento de la población y la consiguiente mayor disposición de mano de obra. Otros aspectos que caracterizan este período, es la prohibición de la emigración de obreros así como el intento por atraer a oficiales extranjeros con sus familias, aprendices y herramientas. Creó manufacturas reales, empresas con producción controlada por el Estado donde se imparten enseñanzas técnicas y se nombran intendentes e inspectores cuya función será la de fijar precios y analizan calidades de los productos.

Hay que decir que Colbert es el cerebro que se encuentra tras el desarrollo de las fábricas, y que está dirigido a limitar las importaciones. El cristal y los espejos de Versalles son fabricados por vidrieros en el Faubourg Saint Antonie, cuya fábrica, fundada en 1665, emplea a doscientas personas, muchas de ellas venecianas. Más tarde se convertiría en la fábrica de Saint Gobain. En parte, el crecimiento de la productividad se produjo por la aplicación sistemática de nuevos conocimientos tecnológicos y gracias a una mayor experiencia productiva, que también favoreció la creación de grandes empresas en unas áreas geográficas reducidas. En la Revolución Industrial del siglo XIX, se va a observar el modo en que toda esta incipiente estructura del proceso protocapitalista va a tener su correlato en una mayor urbanización y, por tanto, en los procesos migratorios desde las zonas rurales a las zonas urbanas. Se puede afirmar, por tanto, que los cambios más importantes afectaron a la organización del proceso productivo sobre la base de una nueva tecnología: la fuerza hidráulica. Así, el filósofo inglés Francis Bacon (1561-1626) destacó los oficios serían más eficientes empleando métodos científicos y todo ello redundaría en provecho total de la humanidad.
Queremos destacar que este trabajo va a girar sobre la irrupción de las primeras fábricas, en el sentido que hoy en día le damos al término, en dos de las grandes potencias comerciales y económicas durante los siglos XVI y XVII, pues en ellos se encuentran las raíces de la Revolución Industrial a través de los cambios tecnológicos que se producen en este período y que adquirirá su impulso definitivo con el inicio del siglo XIX.


Antonio Arias

domingo, 8 de noviembre de 2009





Nicolas de Oresme


Continuando con el pensamiento economico bajo medieval, en esta ocasión nos toca hablar sobre Nicolas de Oresme. Conocido sobretodo por su Teoria sobre la moneda. Su objetivo era crear un reino mas rico para favorecer a su señor Carlos V de Francia. Nicolas de Oresme parte de la “debilidad” del poder monarquico en Francia.



El Príncipe deberia tener un papel protagonista en el cuidado de la moneda.. Por tanto Oresme dará al rey una importancia especial, haciendo de él, el unico garante de la estabilidad y el valor de la moneda.





Pero el rey no podia utilizar esto a su libre albedrio, deberia de hacerlo en funcion de los intereses de sus subditos. Estos subditos a su vez debian respetar la moneda, no hacerlo podria llevar a la pena capital. La teoria politica explica la idea de “Los dos cuerpos del Rey”: como persona fisica y como portador de la dignidad. Cualquier alteracion de la moneda, constituia por tanto un atentado contra el mismo cuerpo del rey. Por lo que el fraude con moneda era un delito de lesa majestad.


Un articulo interesante sobre esta cuestion se puede consultar en:




Nicolas de Oresme tambien lanza la idea del Premio de Acuñacion, por el que el valor nominal de la moneda seria el resultado del valor intrinseco mas los gastos de la acuñacion de la moneda.


Ejemplo:


10 (valor determinado por el rey) + 2 (premio de acuñacion) = 12 (VALOR NOMINAL)


Este pensador nos plantea tambien 3 Tipos de Beneficios que se podían obtener de la moneda y que se deberian perseguir:


1.- Cambio, custodia y tráfico de la moneda
2.- Usura
3.- Alteración de la moneda



Oresme llega a sugerir incluso, ideas que veremos aparecer 2 siglos mas tarde en el reinado de Isabel I: “La moneda mala, sustituye a la buena” “Ley de Gresham”. Teoria que sostiene que una moneda que circula al mismo tiempo con otra que ha sido depreciada, y por tanto tiene menos valor, se va retirando, atesorandose y finalmente saliendo de circulacion expulsada por la otra.


MERCANTILISMO


Conjunto de escritos economicos, junto a la propia practica economica que se desarrolla en Europa en el XVI y las decadas centrales del XVII.


Elementos importantes en el Mercantilismo:


1.- Intervencionismo del Estado; relacionado con el objetivo principal de apoyo a las monarquias autoritarias, en la construccion del Estado moderno.
2.- Este apoyo depende del tipo de organización economica (Hay escritos holandeses, por ejemplo, muy distintos de los castellanos: Hugo Groccio publica “Mare Liberum”, en el contexto de la Guerra de los 12 años, con ideas contrarias a otras caracteristicas del mercantilismo).
3.- Intervencion del Estado se tendría que desarrollar no solo para amparar a la monarquia, sino tambien como expresion de su poder. Las Monarquias del Antiguo Regimen tenían capacidad para intervenir y tenían que intervenir. Era tambien una manifestacion de su poder.
4.- Legislacion reguladora tiene 2 objetivos: Pretende mediar en desarrollo economico para aumentar riqueza y poder de elites (Monarquia junto con elites) e incrementar el nivel de ingresos fiscales y no fiscales


Hasta el XVII la Monarquia no se plantea la organización de la explotacion de sus ingresos. Es probable que la explicacion este en la forma de organización del poder. En el XVI el poder era hacer justicia. Esta justicia era comprendia dos aspectos: jurídico y distributivo. En este último el rey tenía la potestad de dar a cada uno lo que se merece. Esto permitia dar al rey dar a cada quien lo que ameritaba, y se podia manifestar a traves de cargos, premios, jurisdicciones, regalias, etc.


El rey no se plantea administracion directa, y dejaba que otros lo hicieran en su nombre. Esto no era resultado de la imposibilidad, sino por que el sistema tambien le resultaba favorable: lograba apoyos y fidelidad. El sistema era aplicable en todos los territorios, donde no hubieran reyes, habrían oligarquias. El DAMUS UT DES, favor reciproco, repetía la estructura social medieval.
Otro de los elementos del mercantilismo serán el proteccionismo y la tendencia a la autarquia. Los mercantilistas apoyaban politicas proteccionistas, tales como la imposicion y aumento de aranceles o el monopolio comercial. El objetivo era el de atraer las divisas: oro y plata, en un momento en que se tenía visión estática de la riqueza.


EL PREMIO DE LAPLATA


La moneda sufrirá una devaluación durante reinado de Felipe IV, debido a la necesidad de recursos del monarca. Esto ocasionó que el valor intrinseco de la moneda descienda, por lo que la gente intentaba no pagar con plata, por lo que la moneda desaparece y se empieza a pagar en vellon. Los banqueros del rey le darán 2 posibilidades: Devolver los prestamos en plata ó recibir un premio.
El premio de la plata vendría a ser ese suplemento a pagar a los banqueros por percibir pagos en vellon y para que sigan prestando plata.



MONARQUIA y NOBLEZA





Tradicionalmente se consideraba a la edad moderna, como el triunfo de la monarquia sobre la nobleza, hoy se sugiere la existencia de un pacto. Pacto entre la monarquia y los sectores dominantes. La nobleza se reacomoda. Aunque con un equilibrio inestable, no podian caminar unos, sin otros. El mercantilismo tambien sirve a este proposito: El rey debia aumentar la riqueza y el poder de las elites. Un buen ejemplo de ello es lo que sucede en la monarquia hispanica. Desde los Comuneros, hasta 1640 no hay grandes levantamientos, salvo la Rebelion de las Alpujarras, pero que son de otras connotaciones mas bien distintas. Así pues los monarcas no tuvieron que preocuparse durante este periodo de estas cuestiones, porque contaron con el apoyo de la nobleza.



PIERRE CHAUNU


El pasado lunes, al empezar la clase nos enterabamos de la triste noticia del reciente fallecimiento del gran historiador frances Pierre Chaunu. Este autor contribuyó de gran manera a la Historia economica, considerándosele fundador de la Historia cuantitativa, gracias a la utilizacion de cifras y su tratamiento con tecnicas matematicas y estadisticas. Chaunu, tambien realizo buenas parte de sus investigaciones sobre la America Española, destacando su “Sevilla y el Atlantico. 1504 – 1560”.



A continuacion dejo unos links para ampliar la noticia.