lunes, 30 de noviembre de 2009

Exposiciones de clase y fisiocracia

Siguiendo la pauta habitual de trabajo, seré lacónico en el resumen de las clases teóricas de la semana pasada para explayarme en aquellos aspectos aludidos que hayan despertado mayor interés. Además incluiré en primer lugar un breve resumen de las exposiciones, de las cuales excluiré en lo posible a nuestro grupo para evitar redundar en lo que ya puede verse en las entradas anteriores de este blog.

El primer grupo, cuyo tema se solapa en cierto modo con el nuestro, corresponde a los inicios de la Revolución Industrial. No dejaron lugar a dudas respecto del tratamiento que pretenden dar al tema, un análisis de las causas y los orígenes sin caer en la tentación de confeccionar una narrativa del proceso en cuestión. Para ello dividieron en tres las visiones más conspicuas: autores clásicos, comparando incluso a los coetáneos al fenómeno con los historiadores de principios del siglo XX; visión protoindustrial (aquí se inician nuestros quebraderos de cabeza), de autores como Mendels, Kriedte y otros; últimas visiones, que por el tono desdeñoso con que fueron presentados no parecen despertar demasiada confianza, pues se remontan de manera un tanto estrambótica al año 1000.

El siguiente grupo, que se ocupa de la deuda y el crédito en la Monarquía Hispánica, nos transmitió informaciones de gran interés acerca de los banqueros castellanos, alemanes y genoveses que operaban en el territorio español, y se apuntó que muy probablemente las relaciones entre todos ellos eran más estrechas de lo que pudiera pensarse. Al parecer, a este grupo también le asaltaron algunas inquietudes debido a la proximidad del tema tratado por el tercer grupo, la fiscalidad (centrada en los ingresos de la Hacienda de Castilla), aunque expresaron gran optimismo en torno a su complementación que les deseamos sea satisfactoria. Este último grupo pareció consternado por el arduo trabajo que supone familiarizarse con la terminología, tarea que creen indispensable para transmitir cualesquiera conocimientos sobre la materia al resto de grupos, lo cual les agradecemos profundamente. En su exposición dividían el trabajo en: 1) marco historiográfico; 2) fiscalidad ordinaria, entendida como los únicos impuestos en sentido estricto, es decir, alcabala, aduanas, etc. ; 3) fiscalidad extraordinaria, principalmente servicios de cortes y rentas eclesiásticas.

Por último, Darío presentó a la clase nuestros avances sobre la industria, introduciendo un resumen de nuestras investigaciones sobre gremios, fábricas e industria doméstica, destinadas a ser integradas finalmente estas tres formas de organización de la industria al caso holandés, del que se ocupa Nicolás. En conjunto, puede decirse que la clase resultó muy beneficiosa, pues al par que permite compartir información, se nos presenta la posibilidad de corregir hipotéticos rumbos incorrectos que podamos estar tomando.

La clase del lunes se vio afectada por una leve discontinuidad temática, al acabar con el mercantilismo, al que sin embargo no dedicaré más palabras por haber sido ya analizado por Nicolás en la entrada precedente. Acabábamos con el mercantilismo, decía, restando tiempo suficiente para presentar los rasgos generales de la fisiocracia de una manera poco convencional pero no por ello carente de fundamento pedagógico, y espero se me excuse por esta licencia de juzgar la actividad docente que me otorgo. El método en cuestión consistió en recopilar las nociones del alumnado sobre la escuela referida a partir de lo cual el profesor moldeó una definición en la que se encargaba de suplir las posibles carencias de nuestra expresión o bien pequeños errores conceptuales.

En esta ocasión no fue preciso hacer demasiadas correcciones – lo cual dice mucho en favor de los alumnos – de tal modo que se dio en definir la escuela fisiócrata como un sistema que, en palabras de Antonio Blavia Esquirol, concede “importancia cardinal a la agricultura” (1992;85) y cuya expresión ulterior responde a la ampliamente conocida máxima “laissez faire, laissez passer”. Esta expresión arquetípica que choca diametralmente con la doctrina inmediatamente precedente – el mercantilismo, intervencionista por antonomasia – resume con aceptable exactitud el pensamiento de su precursor, François Quesnay (en la imagen), cuya obra más representativa es el “Tableau Économique” publicado en 1757. Desde un punto de vista estrictamente etimológico, se puede hablar de un “gobierno de la Naturaleza” a propósito del cual Eduardo Escartín González colige que ésta “revela sus propias leyes al hombre y éste puede deducirlas mediante el raciocinio” (2003; 41). Partiendo de esta base, y en estrecha relación con los filósofos iusnaturalistas, se postula primero que el dinero per se es estéril y ajeno a la riqueza, para después señalar que el único sector con capacidad para generar riqueza sin lacerar la fuente de producción (es decir, producir excedentes, el término que él acuña es “producto neto”) es la agrícultura. Así, vemos como se recalca el énfasis sobre la obtención de materia prima, lo que conducirá irremisiblemente a una explotación sistemática de los recursos naturales del país.

El Tableau Économique, defiende un modelo en clave cíclica, como bien resalta Peter L. Danner:

“Free farmer/entrepreneurs feed raw materials and labor. The net product yielded is then ditributed throughtout the economy [...] Countering the flow of product, the money that all the economic orders spend works its way back to the farmers, starting a new cycle of investment, production and distribution.” (Danner, 2002; 16)

Como podemos apreciar, el origen del proceso surge de los agricultores que, con su trabajo, permiten la distribución de la riqueza mediante el pago de rentas, colocación del producto en el mercado, venta a las industrias, etc. Este sistema, como se nos indicó en clase, no deja fuera del proceso a las clases más desfavorecidas y, si bien se favorece con mayor ahínco a los sectores pudientes, no deja por ello de manifestar una cierta preocupación por alcanzar un progreso equilibrado.

Pero no debemos olvidar las implicaciones que esta doctrina presentaba para el sector terciario, hecho en el que incide Andrea Maneschi: “[Physiocracy] included freedom of both domestic and foreign trade” (1998; 38). Se contrapone así nuevamente, a lo que había sido el cerrojo mercantilista impuesto sobre las importaciones y exportaciones de productos manufacturados y materias primas respectivamente. Sin embargo, este autor no se detiene sólo en contemplar las influencias de esta escuela sobre el pensamiento de Adam Smith – algo evidente, que él mismo reconoce abiertamente en el prólogo de su obra The Wealth of Nations – sino que nos habla del legado de los fisiócratas incluyendo “the characterization of a competitive economy as one in which individuals pursuing their self interest allow society’s walfare to be maximized” (Ibídem). No hay que estar muy versado en la materia para encontrar trazas del pensamiento liberalista en esta sentencia.

Para ir concluyendo, y a modo de recapitulación, resumiremos los elementos definitorios de esta teoría económica en tres puntos: “the special place of land as a factor of production; the importance given to the circular flow between goods and money [...]; the centrality of the principle of laissez faire and the accpetance of Natural Law as a unifying force.” (Perlman, 1998; 173)

Por último, quisiera destacar el crédito que Marx daba a esta escuela por considerarles pioneros a la hora de enfocar la economía desde un análisis explícito de la naturaleza del capital.

Bibliografía

Blavia Esquirol, Antonio, “Evolución del Pensamiento Político”, Equinoccio, 1992.

Danner Peter L. “The Economic Person: Acting and Analyzing” Rowman & Littlefield Publishers, Oxford, 2002.

Escartín González, Eduardo, “Estudio y Traducción de la Obra: Reflexiones Sobre la Formación y Distribución de las Riquezas”, Universidad de Sevilla, 2003.

Maneschi, Andrea, “Comparative Advantage in International Trade” Edward Elgar Publishing, Massachusetts, 1998.

Perlman, Mark y McCann, Charles, “The pillars of economic understanding: ideas and traditions” University of Michigan, 1998.

lunes, 23 de noviembre de 2009

7ª MEMORIA DE GRUPO

En la pasada reunión lo primero que debatimos fue quién realizaría la segunda exposición, finalmente Darío fue el elegido para realizar esta tarea. Antonio durante esta semana se ha encontrado con una serie de dificultades en sus búsquedas sobre las fábricas durante los siglos XVI y XVII, y es que apenas aparecen pequeñas referencias, solo al final de la semana dio con un término que podía orientar su búsqueda, Factory system. El resto del grupo pudo darle algunos consejos: Adrián le recomendó utilizar en sus búsquedas los términos de "manufactura concentrada" y de "industria concentrada", por otra parte yo le recomendé buscar en relación a las Reales Fábricas y finalmente el profesor le recomendaría complementar su búsqueda con los apuntes dados en clase, concretamente con el colbertismo. Por otro lado Darío nos informó del sistema de trabajo que esta utilizando. Ya Adrián mencionó en la última memoria la búsqueda de definiciones sobre el término “gremio”, en la que esta semana ha conseguido llegar hasta el año 1611 con El Tesoro de la lengua castellana, de Sebastián de Covarrubias. Además pretende realizar un análisis de las fuentes que los autores utilizaron y está planteándose la posibilidad de observar la distinta composición de los gremios. Junto a todo esto ha continuando avanzando en sus lecturas y esta recabando información que más adelante tendrá que ordenar y dar una coherencia. Adrián a pesar de ser el observador de la pasada semana continuó realizando lecturas, del mismo modo que hasta ahora, casos muy concretos relacionados con la industria a domicilio. Por último en mi caso la tarea se está realizando más lentamente de lo previsto, ya que la bibliografía que manejo es en inglés y contiene demasiados términos específicos desconocidos para mí ralentizando el proceso. No obstante he podido aventurarme ya en la materia y conocer datos que no habían aparecido (Además de confirmar otros ya conocidos). En las primeras memorias reflejé que Paola Massa citaba a Braudel atribuyendo un peso muy importante a la industria en la formación de los centros, dentro de la economía mundo. Jan de Vries repite esta idea y asocia el auge industrial al auge de las ciudades y la decadencia industrial a la decadencia urbana en Holanda. Las ciudades holandesas podían ser centros industriales especializados o centros industriales diversificados, normalmente las segundas coinciden con los grandes puertos comerciales como Amsterdam o Rotterdam, que acogen una gran variedad de industrias . Sin embargo los núcleos industriales especializados verdaderamente importantes son ciudades como Leiden (textil lanar), Haarlem (textil de lino) o Delft (cerámica) . Por otro lado (y si el idioma no me ha jugado una mala pasada) cabe destacar que la industria rural era mucho más rentable y tenía un mayor éxito que la industria urbana, por ello se redactaron una serie de decretos en las ciudades favoreciendo a la industria urbana.
Esto es todo por esta semana, para completar mi memoria añadiré las referencias bibliográficas con las que cada uno estamos trabajando que ya añadieron Adrián y Darío las semanas pasadas pero no viene mal recordar. ANTONIO:
DOBB, M., Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, Siglo XXI, México, 1985
KRIEDTE, P., MEDICK, SCHLUMBOHM, J, Industrialización antes de la industrialización, Crítica, Barcelona, 1986
GLAMAN, K., "El comercio europeo (1500 - 1750)", en Cipolla, C.M., Historia económica de Europa (2), pp. 333-409.
HOBSBAWM, E.J., "La crisis del siglo XVII ", en Aston, T., Crisis en Europa (1560-1660), Alianza, 1983
BEAUD, M., Historia del capitalismo. De 1500 a nues­tros días, Ariel, Barcelona, 1984
BERG, M., La era de las manufacturas 1700 - 1820, Crítica, Barcelo­na, 1987KELLENBENZ,H., El desarrollo económico de la Europa continental (1500-1750), Siglo XXI, México, 1976
SELLA, D., "Las industrias europeas (1500-1700)", en Cipolla, C.M., Historia económica de Europa (2), pp. 277-332.
GOUBERT, P., Historia de Francia, Crítica, Barcelona, 1987.
HOBSBAWM,E.,En torno a los orígenes de la Revolución Industrial ,Siglo XXI , Buenos Aires , 1978 DARIO: de Diego Velazco, Teresa. “Los Gremios granadinos a traves de sus ordenanzas.” En: la España Medieval, Nº8, 1996
González Arce, José Damián. “Sobre el Origen de los gremios sevillanos.” En: Revista Histórica, Literaria y artistica. Tomo 73. Nº223 pag. 45-66, 1990
López, Victoria y Nieto, José A. Las artesanas madrileñas en el Antiguo Regimen. Taller de Historia Social.
López, Victoria y Nieto, José A. El trabajo en la encrucijada. Artesanos urbanos en la Europa de la Edad Moderna. Los libros de la Catarata. Madrid 1996
Nieto Sanchez, Jose A. La conflictividad laboral en Madrid durante el siglo XVIII. El gremio de sastres. Acta del I Congreso de Jovenes Historiadores y Geografos. Sevilla, 1995 ADRIÁN: Chartres, John y Hey, David (eds.). English rural society, 1500-1800: essays in honour of Joan Thirsk Cambridge. Cambridge University Press, 1990
Gómez Díaz, Donato. El esparto en la economía almeriense: industria doméstica y comercio: 1750-1863. Almería: Gráficas Ediciones, 1985 González Enciso, Agustín, “La industria dispersa en la Sierra de Cameros, 1700-1840” , Cuadernos de investigación: Historia, ISSN 0211-6839, Tomo 10, Fasc. 1, 1984, pags. 39-56
Kellenbenz, Hermann. El desarrollo económico de la Europa continental (1500-1750) Siglo Veintiuno, 1977.
Kriedte, Peter. Feudalismo tardío y capital mercantil: líneas maestras de la historia económica europea desde el siglo XVI hasta finales del XVIII, Barcelona: Crítica, 1987
Kriedte, Peter; Medick, Hans y Schlumbohm, Jürgen. Industrialización antes de la industrialización Barcelona: Crítica, D.L. 1986.
Moreno Fernández, José Ramón, “Serranos hacedores de paños: pluriactividad y protoindustria en la montaña riojana”, Revista de historia industrial, ISSN 1132-7200, Nº. 25, 2004, págs. 11-48
Muset i Pons, Assumpta, “Protoindustria e industria dispersa en la Cataluña del siglo XVIII: la pañería de Esparreguera y Olesa de Montserrat”, Revista de Historia Económica - Journal of Iberian and Latin American Economic History, ISSN 0212-6109, Año nº 7, Nº 1, 1989, págs. 45-67 N:
HOUTTE, J.A. van. An economic history of the Low Countries, 800-1800. Weidenfeld and Nicolson. Londres, 1977.
VRIES, J. de. The first modern economy: success, failure and perseverance of the Dutch economy.1500-1815. Cambridge. Nueva York, 1997.WEE, Herman van der. The rise and decline of urban industries in Italy and in the Low Countries (late Middle Ages-early modern times). Leuven University Press. Leuven, 1988.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Joseph de la Vega y los distintos mercantilismo

Esta semana pasada hemos estado analizando las distintas tendencias mercantilistas (si es que podemos hablar de una escuela mercantilista europea) de Europa durante la Edad Moderna. Hablábamos del Arbitrismo en Castilla y Proyectismo en Inglaterra, mientras que en Francia nos referíamos a un Colbertismo y en Holanda no podíamos destacar una única doctrina, sino que nos referíamos a Joseph de la Vega y a Hugo Grocio. Dentro de todos estos casos me gustaría hacer una breve referencia a Joseph de la Vega y su estudio de la usura dentro de las operaciones bursátiles. Y después comparar el Colbertismo el pensamiento de Hugo Grocio, como grandes antagonistas dentro de una (supuesta) unitaria escuela mercantilista. Destaco a Joseph de la Vega, como ya he dicho, por su análisis de la usura. Y es que como vimos en el primer tema de pensamiento económico, el cristianismo aún sigue muy ligado a muchas realidades de la vida, incluida la economía. Joseph de la Vega realizó su estudio Confusión de confusiones, diálogoscuriosos entre un filósofo agudo, un mercader discreto, y un accionista erudito para rastrear que acciones bursátiles entraban en el pecado de la usura y cuáles no. El tema de la usura como pecado ya ha suscitado algún debate (véase mi última entrada de contenido y el diálogo mantenido entre Pablo y yo[1]). En el se planteaba que si bien la iglesia ha condenado solamente la usura como pecado, entendiendo usura como medio de enriquecerse, los evangelios reflejan como Cristo también incitaba a la renuncia de cualquier tipo de riqueza. No obstante la iglesia se ha mostrado muy insistente en condenar únicamente la usura como pecado a lo largo de (casi) toda su historia[2], no quisiera ver en esto un antisemitismo manifiesto. Procedo ahora a contraponer el “mercantilismo” de Grocio y el de Colbert.[3] Considero que no podemos hablar de la existencia de una escuela mercantilista, cuando sus propios integrantes no eran conscientes de que formasen un conjunto unitario de teoría y praxis económica. No obstante si que podemos observar un objetivo común en todos ellos: fortalecer al estado. En cualquiera de los casos haya un objetivo común o no, la práctica para conseguir dicho objetivo refleja de todo menos unidad, en casi todos los casos se actúa sobre puntos concretos y no sobre cuestiones generales de la economía. Pero especialmente opuestos son los caso de Francia y Holanda. Francia se apoyará en una serie de reglamentos y en la financiación estatal, mediante subvenciones, aranceles para la importación de manufacturas exportación de materias primas, creación de empresas estatales… Y se apoyará en su población como gran motor, buscando la acumulación de metales, pero también buscando la autosuficiencia, para lo que darán mucha importancia a la industria, destacando las Manufacturas Reales como la de los Gobelinos, dedicada a los tapices, alfombras y otros textiles. Sin embargo tenemos el caso Holandés, donde se defiende la libertad de los mares océanos y se rechaza el intervencionismo. Esto sólo es comprensible bajo el punto de vista comercial, que suponía el motor económico de Holanda. Y es que el comercio no puede ser intervenido si quiere prosperar. Por eso las prácticas mercantilistas que podemos observar en Holanda son todas aquellas que defiendan su comercio, pudiendo por tanto entender las guerras económicas como una práctica mercantilista.
Sacó en conclusión por tanto que las prácticas económicas “mercantilistas” varían radicalmente en función del tipo de economía y también del ámbito geográfico, pero que esto necesariamente no tiene porqué significar la pérdida del mencionado objetivo común y por tanto suponer la insignificancia del término mercantilismo, aunque sí supondría revisar la acepción del término “mercantilismo”.
[1] Os dejo la refencia para vuestra comodidad http://economiamoderna2000.blogspot.com/2009/10/la-historia-economica-cosa-pequena-de.html [2] Buscando algún posible documento a comentar he hallado esta referencia de El observador de la actualidad a la usura como pecado vista desde la iglesia a lo largo de la historia, aquí apreciamos cómo la usura deja de ser pecado cuando su práctica se generaliza y ya no es algo propio de judíos. http://www.elobservadorenlinea.com/content/view/1345/1/ [3] Esta comparación se basa en las lecciones de clase y en una somera búsqueda por internet, por lo que no pretendo realizar ninguna gran aportación ( pido disculpas por la posible ignorancia sobre algunos aspectos), sólo reflexionar e invitar a la reflexión sobre el mercantilismo como término y práctica.

lunes, 16 de noviembre de 2009

EL MERCANTILISMO. Historiografia y características


EL MERCANTILISMO
Con independencia de los debates surgidos sobre la consideración del mercantilismo como una escuela económica o si sólo es un mero termino o rótulo con el que A. Smith intentó definirlo, lo cierto es que el mercantilismo nunca se significó por proporcionar una base científica sobre los paradigmas de la ciencia económica. Esta corriente de pensamiento, si así puede definírsela, surge en Europa entre 1550 y 1750, en contraste con la concepción sobre la riqueza y el movimiento de capital que se daba en la época medieval anterior, y que iba unidad a conceptos tales como ética y justicia. Por el contrario, el mercantilismo invoca el papel, si no proteccionista, al menos regulador del Estado. El objetivo predominante de los defensores del mercantilismo era de qué modo se podía multiplicar el ritmo de crecimiento de la producción total. La doctrina mercantilista viene a señalar que era posible una mayor ventaja del superávit comercial del Estado mediante la aplicación de un sistema económico intervenido (monopolios de exportación) y una política comercial proteccionista (obstaculizar la importación mediante restricciones reales y monetarias -control de cambios- y favorecer la exportación) para estimular la producción y darle salida («miedo a las mercancías», en expresión de Heckscher). Existen otras características que definen a los mercantilistas, tales como el bullonismo (del inglés bullión, lingote de oro) y la idea de que para crear riqueza es preciso vender más que comprar, dentro de una visión estática de la riqueza que conduce a los juegos de suma cero; es decir, cuando un aumento en las ganancias de un jugador determina necesariamente una disminución igual en las de su oponente o, lo que es lo mismo, lo que gana un jugador lo pierde el otro. Por otro lado, recalcar que, hasta la aparición de autores como Roscher o Heskscher, el mercantilismo es definido de forma peyorativa por A. Smith y los fisiócratas, quienes lo relacionan con el intervencionismo del Estado y, por ende, contrario a su propia teoría de desarrollo económico basado en la competencia de mercado.

Bullonismo (definición encontrada en http://www.economia48.com/): Sistema monetario basado en la idea de que la emisión de billetes no debe estar a la libre voluntad de los bancos de emisión, sino respaldada por un encaje metálico para evitar la inflación. El bullonismo fue un rasgo esencial en la forma de pensar mercantilista del siglo XVI, donde la riqueza de los países se medía por la cantidad de oro y plata que poseían.

HISTORIGRAFÍA:

Wilhelm G.F. Roscher (1817-1894) pertenece a la vieja “escuela histórica alemana” y en su obra Principios de economía política (1854) defiende el desarrollo económico, no como un proceso lineal, sino cíclico, en el cual las economías pasan por un período de juventud, madurez y decadencia, y que tiene su correlato en el pensamiento de un autor como Herder y sus etapas de la evolución social y política de los pueblos. Y es, precisamente, desde este punto de vista que el mercantilismo va a definirse de manera positiva como una de las etapas del desarrollo económico en su devenir histórico. Esta nueva concepción se relaciona con el naciente nacionalismo que recorre países como Italia y Alemania en el último tercio del siglo XIX.

Por su parte, Eli Heckscher reflexiona sobre el movimiento mercantilista en su obra Mercantilismo (1931), fue la primera síntesis moderna del pensamiento y de la práctica mercantilista y constituye la definitiva articulación del mercantilismo como escuela de pensamiento, pues es evidente que el mercantilismo comprende otros elementos.. En ella, distingue tres aspectos del mercantilismo:
- sistema político o de poder
- sistema comercial o de protección
- sistema monetario
todo lo cual implica una o da una idea de la complejidad de la escuela mercantilista, En definitiva, Heckscher abogó por la utilización de la política monetaria para combatir la inflación. Para este autor, el mercantilismo es una idea que nos ayuda a comprender mejor un fragmento de la realidad histórica de lo que podríamos hacerlo sin su ayuda.

El historiador Perry Anderson en su obra El Estado Absolutista dice sobre las afirmaciones de Heckscher: “Heckscher afirma que el objeto del mercantilismo era aumentar el poder del Estado antes que la riqueza de las naciones, y que eso significaba una subordinación, según las palabras de Bacon, de las consideraciones de abundancia a las consideraciones de poder”. Viner responde a Heskscher que, en realidad, “la mayoría de los escritores mercantilistas dan a ambos igual importancia y los considera compatibles. Al mismo tiempo, Viner subestima la diferencia entre la teoría y la práctica del mercantilismo y aquellas otras del laissez faire que le siguió. En realidad, tanto Hesckcher como Viner pierden de vista, por razones diferentes, el punto esencial, que es la indistinción de economía y política en la transición que produjo las teorías mercantilistas. La discusión en torno a si una de ellas tuvo primacía sobre la otra es un anacronismo, porque en la práctica no existió tal separación rígida de ambas hasta la llegada del laissez-faire.”[1] Otros estudiosos, como Coleman han argumentado que el mercantilismo no es más que una invención historiográfica; y más recientemente Magnusson (1994) reivindica el término mercantilismo en relación a la economía de los siglos XVI y XVII.

[1] P. Anderson. El Estado absolutista. Ed, Siglo XXI. Madrid. 1994. p.31. Nota 34
Antonio Arias

domingo, 15 de noviembre de 2009

6ª Memoria de Grupo


La asignación de temas específicos a nivel individual posibilitó que circunscribiéramos nuestros esfuerzos a un campo determinado y en una dirección definida, permitiendo en consecuencia que aumentáramos el volumen de producción y la concreción del trabajo. En este proceso de diversificación, el tema de los gremios corría a cargo de Darío quien, a la búsqueda bibliográfica, sumó con muy buen juicio un apartado dedicado a las bases conceptuales, llegando incluso a analizar la etimología del término. Darío recoge las siguientes definiciones:

“Vale lo messmo que el regazo, la tal falda que cuelga suelta de la cintura abaxo, de el nombre latín Gremium, del verbo grego, gas, por congregar a grege: porque lo que recibimos en las faldas lo juntamos y lo confundimos. Por traslación llamamos gremio al amparo, y refugio del que acoge a otro y le favorece, y el gremio de la Iglesia llamamos la congregacion de los fieles, la comunion de los santos, porque los ampara y abriga a todos.” (Sebastian de Covarrubias Orozco Tesoro de la Lengua Castellana o española. fol.39v-40r. Edicion facsimil. Cervantes Virtual.)

Gremio, del latin gremĭum, (regazo ó seno, haciendo referencia al cuidado, a la protección). En el diccionario de la RAE de 1734, se hace referencia también a la pertenencia religiosa a una iglesia, o a una clase o calidad de personas (por ejemplo el Gremio de los grandes). En su última acepción se refiere a las personas que realizan una misma actividad. Ya en la edición de la RAE del 2001 se define gremio como “Corporación formada por los maestros, oficiales y aprendices de una misma profesión u oficio, regida por ordenanzas o estatutos especiales”. (Diccionario de la R.A.L.E. 22da edicion, 2001)

“Los gremios eran una estructura corporativa más de las muchas que conformaban la sociedad de estados del Antiguo Régimen francés ... Era un instrumento de integración dotado de unos mecanismos propios para regular el equilibrio entre oferta y demanda, tanto de la producción como de la mano de obra.”

“Tradicionalmente se ha señalado que los gremios cumplían un papel de subordinación a la monarquía para reforzar y ampliar el poder de ésta sobre el resto de la sociedad, convirtiéndose en agentes de usurpación y destrucción de las libertades municipales, según Shephard. “ (El trabajo en la Encrucijada, pág. 38.)

“Frente al desarrollo del capitalismo durante los siglos modernos, los gremios se presentan como instituciones anacrónicas y retrógradas que querían mantener un sistema y una relacciones de producción desfasadas. Para evitar el deterioro de su posición económica y social, ante las transformaciones que se estaban produciendo, el marco institucional de los gremios pasó de ser de un instrumento de integración a uno de exclusión. Sin embargo esto no se produjo de manera uniforme, y el gremio siguió dando salida a las necesidades económico-sociales.” (Fuentes utilizadas por Shephard para su estudio sobre gremios de Dijon en el XIX, pág.40.)


Asimismo, y de cara a un ineludible estado de la cuestión, Darío se preocupó por efectuar un ejercicio discriminatorio de fuentes para el estudio de los gremios, además de un breve repaso historiográfico.

Para el estudio de Dijon, Darío advierte que son válidos los archivos de los registros parroquiales sobre la Taille (impuesto más importante para la monarquía francesa). Tambien son útiles las cartas de maestría (que daban fe del ingreso de un maestro a un gremio determinado): Lettres de maitrise de los archivos municipales, de la cual se puede extraer valiosa información, ya que allí quedaban reflejados, datos como su nombre, profesión, gremio al que ingresaba, etc.

Los archivos parroquiales también son importantes por los registros de bautizos, matrimonios, ya que allí se pueden observar aspectos tales como una política de alianzas entre padrinos, o testigos de boda. (Simona Cerutti, cuando intentó reconstruir biografias de miembros de la corporacion de sastres de Turín. Pag. 73´.)

Además, para tener una idea aproximada de la bibliografía disponible para este tema, Darío realizó una búsqueda en DIALNET, obteniendo unas 140 entradas que contenían la palabra “gremio”. Eliminando todas aquellas que no guardaban relación con la Edad Moderna obtuvo una lista de poco más de 100 entradas, las cuales pudo organizar según su localizacion geográfica, el marco temporal y el tipo de enfoque particular o general. Las conclusiones fueron: El 90% eran estudios de gremios bastante localizados, tales como “El gremio de ebanistas de Madrid en el XVIII” de López Castán. Un porcentaje muy similar son estudios que se enmarcan en los territorios de la Monarquia Hispánica, solo un 10% hace referencia a espacios geográficos distintos, de los cuales el 5% hablan de los gremios en la América Española. Temporalmente, un tercio de las publicaciones se corresponden con estudios sobre el XVIII. Otro tercio abordan el XVI y el XVII, y el tercio restante se dedican a estudios de gremios en períodos más largos que abarcan más de un siglo y que llegan en muchos casos al XIX (por ejemplo: El Gremio de Doradores de Zaragoza (1675-1820) de Ansón Navarro.

Partiendo de su propia experiencia laboral, Darío nos propuso una perspectiva muy sugerente desde la que explorar su parte del trabajo, si bien esta idea precisa todavía algo de maduración, por lo que hemos optado por no darla a conocer de momento.

La bibliografía por él examinada es la que sigue:

de Diego Velazco, Teresa. “Los Gremios granadinos a traves de sus ordenanzas.” En: la España Medieval, Nº8, 1996

González Arce, José Damián. “Sobre el Origen de los gremios sevillanos.” En: Revista Histórica, Literaria y artistica. Tomo 73. Nº223 pag. 45-66, 1990

López, Victoria y Nieto, José A. Las artesanas madrileñas en el Antiguo Regimen. Taller de Historia Social.

López, Victoria y Nieto, José A. El trabajo en la encrucijada. Artesanos urbanos en la Europa de la Edad Moderna. Los libros de la Catarata. Madrid 1996

Nieto Sanchez, Jose A. La conflictividad laboral en Madrid durante el siglo XVIII. El gremio de sastres. Acta del I Congreso de Jovenes Historiadores y Geografos. Sevilla, 1995

Por su parte, Nicolás, cuyo cometido consiste en aplicar nuestro esquema temático al caso holandés, estuvo batallando contra la aparente escasez bibliográfica sobre su tema, sin embargo, su denuedo terminó dando frutos, como lo demuestran los 3 excelentes libros que seleccionó:

HOUTTE, J.A. van. An economic history of the Low Countries, 800-1800. Weidenfeld and Nicolson. Londres, 1977.

VRIES, J. de. The first modern economy: success, failure and perseverance of the Dutch economy.1500-1815. Cambridge. Nueva York, 1997.

WEE, Herman van der. The rise and decline of urban industries in Italy and in the Low Countries (late Middle Ages-early modern times). Leuven University Press. Leuven, 1988.

En cuanto a mi tema, la industria a domicilio o verlagssystem, tras una búsqueda bibliográfica exhaustiva consultando estudios de autores muy diversos, he alcanzado la conclusión de que lo más aconsejable para cumplir tanto con el requisito de extensión fijado por el profesor, como con la autoexigencia de calidad que todo estudiante con un mínimo de ambición debe imponerse, es analizar la relación explicitada por Mendels entre la industria doméstica dependiente y el término “protoindustrialización”, ahondando en el debate en torno a la corrección del mismo y su problemática adecuación a la casuística que cabe esperar para el marco europeo. Efectivamente, la vasta mayoría de consultas en relación al putting-out system me han revelado la difícil disolubilidad respecto del debate en que se integra.

Así, han germinado algunas ideas acerca de la posible estructuración de mi capítulo, cuya apertura correspondería a un apartado introductorio en que se clarificase la terminología definiendo aquellos vocablos que puedan dar lugar a equívoco (industria dispersa, trabajo doméstico, neologismos como putting-out, domestic, kauf o verlagssystem, etc.). Un segundo epígrafe podría corresponder a aspectos más técnicos del sistema en cuestión: operatividad del “verleger”, compatibilidad con actividades primarias por parte del campesinado, etc. Tras ello, me encontraría ya en condiciones de proceder con un estudio de carácter más deductivo cuya extensión estimo en ¾ partes del total, comenzando por presentar la tesis de Mendels al lector y facilitando su participación activa en el debate, recogiendo a su vez las críticas de Coleman y otros para ser contrastadas con las primeras.

Mi aspiración por tanto, pasa más por elaborar un estudio teórico-etiológico acerca del papel que adquiere el verlagssystem en el fenómeno protoindustrial – partiendo de esa idea de “Industrialiserung vor der Industrialiserung” postulada por Kriedte, Medick y Schlumbohm, en su obra homónima –, que por la realización de un trabajo inductivo en el que me limitaría a recabar datos e informaciones que dudo tengan elasticidad suficiente para dilatarse a lo largo de 20 folios. Un trabajo de esta índole carecería del menor interés y se tornaría irremisiblemente tedioso, es por ello que restringiré todo escrito no analítico a la primera parte, dado que no podemos prescindir de esa primera aproximación semántica si nuestra pretensión es lograr la implicación del lector.

En cuanto a mi estudio de contenidos, esta semana continué, como adelantaba en la memoria precedente, con los añadidos y matizaciones que a la obra de Mendels hacen Kriedte, Medick y Schlumbohm y que resumo a partir del libro de Parejo Barranco:

1. En primer lugar se define la protoindustrialización como industrialización antes de la industrialización, partiendo del “desarrollo de regiones rurales en las que la mayor parte de la población vive [...] de la producción en masa para mercados [inter]nacionales” (Parejo, 1987; 26)
2. Es parte de la transición del feudalismo al capitalismo, identificándose con su segunda fase.
3. Se concentra en regiones poco fértiles o montañosas, dando lugar a una necesidad de ingresos extraordinarios por parte del campesinado.
4. Se ocasiona un cambio sustancial en los papeles y funciones de la familia campesina creando una fuerte brecha en el sistema social agrario del siglo XIX, provocando una dinámica de reproducción concreta y distinguible. Ello se aprecia en el favorecimiento del matrimonio temprano y la producción del máximo número posible de niños trabajadores.
5. Supone la transición del kaufsystem al verlagsystem, de tal modo que el capital comercial se introduce en la producción.
6. Se tiene en cuenta que, en Inglaterra, “los únicos medios de salir de la crisis eran la concentración empresarial y la mecanización” (Ibídem), siendo la industrialización en el continente una respuesta al desafío inglés y, por consiguiente, más lenta.
7. Por último, se ponen de relieve las contradicciones internas del sistema protoindustrial, que no sólo pueden llegar a impedir la implantación de una industrialización capitalista, sino que pueden suponer una involución técnica que desemboque en una desindustrialización.
Muy a pesar de las críticas a esta teoría, cuyo principal detractor es D.C. Coleman, lo cierto es que el artículo de Mendels supuso un brusco cambio metodológico, hecho que constata Pièrre Leon al afirmar que “los artesanos de la Europa moderna contienen en germen la revolución industrial [...] en vez de ser solamente sintomáticos de un antiguo régimen económico en vías de desaparición” (citado en: Parejo, 1987;27).

Bibliografía:
Parejo Barranco, Antonio, Industria dispera e industrialización en Andalucía, Secretariado de Publicaicones de la Universidad de Málaga, 1987, Málaga.

Por último, a las reseñas bibliográficas aportadas la semana pasada añadiré las siguientes:

Chartres, John y Hey, David (eds.). English rural society, 1500-1800: essays in honour of Joan Thirsk Cambridge. Cambridge University Press, 1990

Gómez Díaz, Donato. El esparto en la economía almeriense: industria doméstica y comercio: 1750-1863. Almería: Gráficas Ediciones, 1985

Kellenbenz, Hermann. El desarrollo económico de la Europa continental (1500-1750) Siglo Veintiuno, 1977.

Kriedte, Peter. Feudalismo tardío y capital mercantil: líneas maestras de la historia económica europea desde el siglo XVI hasta finales del XVIII, Barcelona: Crítica, 1987

Kriedte, Peter; Medick, Hans y Schlumbohm, Jürgen. Industrialización antes de la industrialización Barcelona: Crítica, D.L. 1986.

El cuarto miembro de nuestro grupo, Antonio, se ha retrasado por motivos ignotos, conque me figuro colgará su parte por separado. No obstante, en la reunión del martes anticipó que su trabajo muy probablemente se ceñiría a Francia, puesto que en el libro de Cipolla, Colbert ocupaba un lugar privilegiado en tanto que potenciador de la manufactura concentrada. También manifestó algunas reservas en cuanto a lo que entendemos por “fábrica”, por lo que seguramente habrá dirigido su investigación en este sentido a fin de dilucidar la acepción más apropiada a dicho término.

Adrián Saavedra.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Trabajo de Hª Economica. Las fábricas.

Desde este blog, y en vista que he llegado tarde a la publicación por parte de Darío de su memoria semanal, podéis acceder al borrador de la introducción que estoy trabajando para la parte que me corresponde en el grupo de trabajo "Industria":

1. FUNDAMENTACIÓN Y OBJETIVOS

Fundamentación

Entre los siglos XV y XVIII se desarrolla el período que muchos historiadores como el de la marcha hacia la imposición del sistema capitalista. En su transcurso, el fenómeno se manifiesta de manera no homogénea en la Europa Occidental, tanto en la esfera económica como en la política, lo que ha permitido postular la existencia de diversas vías para esa transición.

La superación de la primera crisis feudal con el progresivo cambio acaecido en las tareas del campo y la creciente migración hacia las grandes ciudades europeas, que cada vez demandaba más mano de obra, tuvo resultados sociales opuestos y, aunque las vías transitadas fueron diferentes, a la larga produjeron un vuelco de formas de la economía doméstica y tradicional hacia una economía de mercado, trayendo consigo un cambio en las relaciones sociales de producción así como la subsiguiente cristalización y reforzamiento de aquéllas. A su vez, el desarrollo de las fuerzas productivas y la tendencia al cambio en las relaciones de producción exigían nuevos cauces para el aprovechamiento de una mano de obra acrecentada, tanto en el mundo rural como en el urbano. Pero será el mundo rural donde se sienten las bases de una penetración del capital en la producción, hasta entonces no desarrolladas y del mercado capitalista. Todo ello potenciará también las formas de intercambio precedentes, dando un impulso inédito al crecimiento del capital mercantil y a la circulación, otorgando nueva significación a la expansión conquistadora que se realiza todavía, al menos parcialmente, bajo la lógica de un orden feudal.

La puja por el aprovechamiento de las nuevas condiciones sociales tuvo como correlato cambios en las relaciones de dominio y la aparición de nuevos agentes sociales. El resultado de estas pujas dará lugar a la concreción de dos modelos políticos: el de las formas absolutistas y el de las formas no absolutistas de poder. Los caracteres y naturaleza de estas formas están siendo hoy objeto de debate entre diferentes corrientes historiográficas, que cuestionan una imagen tradicional que de ellas nos dio la historiografía anterior a la segunda mitad del siglo XX. Desde este particular punto de vista, conviene señalar que existe acuerdo en la historiografía moderna respecto al punto de inflexión que significan dos movimientos modélicos: las revoluciones inglesas del siglo XVII y la revolución francesa. Dos hitos históricos que marcan el paso de formas políticas corporativas a otras progresivamente individualistas, detectables no sólo en la acción política sino también en el surgimiento de la opinión pública, sino en la subsiguiente transformación de las relaciones de producción y en lo que se conoce como génesis de la protoindustria. En este estado de cosas, el productor se encuentra separado de sus medios de producción (Verlagssystem) y se traduce en una embrionaria organización de la producción manufacturera por el capital, que marcan los límites de la protoindustrialización.

A partir de aquí veremos una progresivo desarrollo de las fuerzas productivas, y el importante papel que juega el Estado en los procesos de acumulación interna con vista a propiciar un auge tanto de los mercados nacionales como internacionales. Tal y como señala Hermann Kellenbenz: “La expansión ultramarina llevó consigo una expansión del comercio internacional, mientras que le aumento de población y otros factores estimularon también los mercados interiores”. Efectivamente, el Estado absolutista va a crear una serie de industrias cuyo fin es proveer el mercado interno, protegiendo empresas particulares e impulsando la creación de otras. Como ejemplo de estas innovaciones es la política que intenta llevar Colbert en Francia, con créditos, franquicias para determinados impuestos, subvenciones, reducción de los intereses de préstamo al 5%, libertad para despedir trabajadores, etc. En concreto, se rompió con la rigidez del corporativo sistema laboral francés de la época, favorecido todo ello por el aumento de la población y la consiguiente mayor disposición de mano de obra. Otros aspectos que caracterizan este período, es la prohibición de la emigración de obreros así como el intento por atraer a oficiales extranjeros con sus familias, aprendices y herramientas. Creó manufacturas reales, empresas con producción controlada por el Estado donde se imparten enseñanzas técnicas y se nombran intendentes e inspectores cuya función será la de fijar precios y analizan calidades de los productos.

Hay que decir que Colbert es el cerebro que se encuentra tras el desarrollo de las fábricas, y que está dirigido a limitar las importaciones. El cristal y los espejos de Versalles son fabricados por vidrieros en el Faubourg Saint Antonie, cuya fábrica, fundada en 1665, emplea a doscientas personas, muchas de ellas venecianas. Más tarde se convertiría en la fábrica de Saint Gobain. En parte, el crecimiento de la productividad se produjo por la aplicación sistemática de nuevos conocimientos tecnológicos y gracias a una mayor experiencia productiva, que también favoreció la creación de grandes empresas en unas áreas geográficas reducidas. En la Revolución Industrial del siglo XIX, se va a observar el modo en que toda esta incipiente estructura del proceso protocapitalista va a tener su correlato en una mayor urbanización y, por tanto, en los procesos migratorios desde las zonas rurales a las zonas urbanas. Se puede afirmar, por tanto, que los cambios más importantes afectaron a la organización del proceso productivo sobre la base de una nueva tecnología: la fuerza hidráulica. Así, el filósofo inglés Francis Bacon (1561-1626) destacó los oficios serían más eficientes empleando métodos científicos y todo ello redundaría en provecho total de la humanidad.
Queremos destacar que este trabajo va a girar sobre la irrupción de las primeras fábricas, en el sentido que hoy en día le damos al término, en dos de las grandes potencias comerciales y económicas durante los siglos XVI y XVII, pues en ellos se encuentran las raíces de la Revolución Industrial a través de los cambios tecnológicos que se producen en este período y que adquirirá su impulso definitivo con el inicio del siglo XIX.


Antonio Arias

domingo, 8 de noviembre de 2009





Nicolas de Oresme


Continuando con el pensamiento economico bajo medieval, en esta ocasión nos toca hablar sobre Nicolas de Oresme. Conocido sobretodo por su Teoria sobre la moneda. Su objetivo era crear un reino mas rico para favorecer a su señor Carlos V de Francia. Nicolas de Oresme parte de la “debilidad” del poder monarquico en Francia.



El Príncipe deberia tener un papel protagonista en el cuidado de la moneda.. Por tanto Oresme dará al rey una importancia especial, haciendo de él, el unico garante de la estabilidad y el valor de la moneda.





Pero el rey no podia utilizar esto a su libre albedrio, deberia de hacerlo en funcion de los intereses de sus subditos. Estos subditos a su vez debian respetar la moneda, no hacerlo podria llevar a la pena capital. La teoria politica explica la idea de “Los dos cuerpos del Rey”: como persona fisica y como portador de la dignidad. Cualquier alteracion de la moneda, constituia por tanto un atentado contra el mismo cuerpo del rey. Por lo que el fraude con moneda era un delito de lesa majestad.


Un articulo interesante sobre esta cuestion se puede consultar en:




Nicolas de Oresme tambien lanza la idea del Premio de Acuñacion, por el que el valor nominal de la moneda seria el resultado del valor intrinseco mas los gastos de la acuñacion de la moneda.


Ejemplo:


10 (valor determinado por el rey) + 2 (premio de acuñacion) = 12 (VALOR NOMINAL)


Este pensador nos plantea tambien 3 Tipos de Beneficios que se podían obtener de la moneda y que se deberian perseguir:


1.- Cambio, custodia y tráfico de la moneda
2.- Usura
3.- Alteración de la moneda



Oresme llega a sugerir incluso, ideas que veremos aparecer 2 siglos mas tarde en el reinado de Isabel I: “La moneda mala, sustituye a la buena” “Ley de Gresham”. Teoria que sostiene que una moneda que circula al mismo tiempo con otra que ha sido depreciada, y por tanto tiene menos valor, se va retirando, atesorandose y finalmente saliendo de circulacion expulsada por la otra.


MERCANTILISMO


Conjunto de escritos economicos, junto a la propia practica economica que se desarrolla en Europa en el XVI y las decadas centrales del XVII.


Elementos importantes en el Mercantilismo:


1.- Intervencionismo del Estado; relacionado con el objetivo principal de apoyo a las monarquias autoritarias, en la construccion del Estado moderno.
2.- Este apoyo depende del tipo de organización economica (Hay escritos holandeses, por ejemplo, muy distintos de los castellanos: Hugo Groccio publica “Mare Liberum”, en el contexto de la Guerra de los 12 años, con ideas contrarias a otras caracteristicas del mercantilismo).
3.- Intervencion del Estado se tendría que desarrollar no solo para amparar a la monarquia, sino tambien como expresion de su poder. Las Monarquias del Antiguo Regimen tenían capacidad para intervenir y tenían que intervenir. Era tambien una manifestacion de su poder.
4.- Legislacion reguladora tiene 2 objetivos: Pretende mediar en desarrollo economico para aumentar riqueza y poder de elites (Monarquia junto con elites) e incrementar el nivel de ingresos fiscales y no fiscales


Hasta el XVII la Monarquia no se plantea la organización de la explotacion de sus ingresos. Es probable que la explicacion este en la forma de organización del poder. En el XVI el poder era hacer justicia. Esta justicia era comprendia dos aspectos: jurídico y distributivo. En este último el rey tenía la potestad de dar a cada uno lo que se merece. Esto permitia dar al rey dar a cada quien lo que ameritaba, y se podia manifestar a traves de cargos, premios, jurisdicciones, regalias, etc.


El rey no se plantea administracion directa, y dejaba que otros lo hicieran en su nombre. Esto no era resultado de la imposibilidad, sino por que el sistema tambien le resultaba favorable: lograba apoyos y fidelidad. El sistema era aplicable en todos los territorios, donde no hubieran reyes, habrían oligarquias. El DAMUS UT DES, favor reciproco, repetía la estructura social medieval.
Otro de los elementos del mercantilismo serán el proteccionismo y la tendencia a la autarquia. Los mercantilistas apoyaban politicas proteccionistas, tales como la imposicion y aumento de aranceles o el monopolio comercial. El objetivo era el de atraer las divisas: oro y plata, en un momento en que se tenía visión estática de la riqueza.


EL PREMIO DE LAPLATA


La moneda sufrirá una devaluación durante reinado de Felipe IV, debido a la necesidad de recursos del monarca. Esto ocasionó que el valor intrinseco de la moneda descienda, por lo que la gente intentaba no pagar con plata, por lo que la moneda desaparece y se empieza a pagar en vellon. Los banqueros del rey le darán 2 posibilidades: Devolver los prestamos en plata ó recibir un premio.
El premio de la plata vendría a ser ese suplemento a pagar a los banqueros por percibir pagos en vellon y para que sigan prestando plata.



MONARQUIA y NOBLEZA





Tradicionalmente se consideraba a la edad moderna, como el triunfo de la monarquia sobre la nobleza, hoy se sugiere la existencia de un pacto. Pacto entre la monarquia y los sectores dominantes. La nobleza se reacomoda. Aunque con un equilibrio inestable, no podian caminar unos, sin otros. El mercantilismo tambien sirve a este proposito: El rey debia aumentar la riqueza y el poder de las elites. Un buen ejemplo de ello es lo que sucede en la monarquia hispanica. Desde los Comuneros, hasta 1640 no hay grandes levantamientos, salvo la Rebelion de las Alpujarras, pero que son de otras connotaciones mas bien distintas. Así pues los monarcas no tuvieron que preocuparse durante este periodo de estas cuestiones, porque contaron con el apoyo de la nobleza.



PIERRE CHAUNU


El pasado lunes, al empezar la clase nos enterabamos de la triste noticia del reciente fallecimiento del gran historiador frances Pierre Chaunu. Este autor contribuyó de gran manera a la Historia economica, considerándosele fundador de la Historia cuantitativa, gracias a la utilizacion de cifras y su tratamiento con tecnicas matematicas y estadisticas. Chaunu, tambien realizo buenas parte de sus investigaciones sobre la America Española, destacando su “Sevilla y el Atlantico. 1504 – 1560”.



A continuacion dejo unos links para ampliar la noticia.


MEMORIA DE GRUPO 5ª SEMANA

Quedado el día jueves con el profesor, para poder hacer la distribución del trabajo que nos correspondía. En esa reunión estuvimos Adrián, Nicolás, el profesor y yo, no pudiendo asistir Antonio. El primer aspecto que se abordó fue la orientación del trabajo, ya que aun no habíamos podido resolver este punto, por las diferentes propuestas planteadas. Al comentar este asunto al profesor, nos sugirió darle al trabajo un enfoque mixto, de modo que se pudiera abordar el tema, tanto desde un punto de vista temático, como desde un aspecto mas particular. Así pues el trabajo ha realizar seria el siguiente: “Las formas de organización de la producción industrial en la Europa moderna en los siglos XVI-XVII”, y con un capitulo dedicado a Holanda, donde a su vez, se plantearían las cuestiones generales desarrolladas en los otros capítulos.

La división del trabajo quedó de la siguiente manera:


Verlagssystem: Adrián
Fabricas: Antonio
Holanda: Nicolás
Gremios: Dario

Una vez hecha la división, el profesor nos sugirió bibliografía para empezar a trabajar, tras lo cual acudimos a la biblioteca para empezar con la búsqueda. La semana siguiente, Antonio tuvo algunas dudas sobre que aspectos abordar del tema de Fabricas, pero que quedaron resueltas tras consultar con el profesor, sugiriéndole echar una mirada al caso francés.
El día martes, el trabajo realizado fue sobretodo comentarios sobre la búsqueda bibliográfica realizada, sus dificultades, y algunas conclusiones que detallo a continuación de forma individual:

BUSQUEDA BIBLIOGRÁFICA DE ADRIAN

González Enciso, Agustín, “La industria dispersa en la Sierra de Cameros, 1700-1840” , Cuadernos de investigación: Historia, ISSN 0211-6839, Tomo 10, Fasc. 1, 1984, pags. 39-56

Moreno Fernández, José Ramón, “Serranos hacedores de paños: pluriactividad y protoindustria en la montaña riojana”, Revista de historia industrial, ISSN 1132-7200, Nº. 25, 2004, págs. 11-48

Muset i Pons, Assumpta, “Protoindustria e industria dispersa en la Cataluña del siglo XVIII: la pañería de Esparreguera y Olesa de Montserrat”, Revista de Historia Económica - Journal of Iberian and Latin American Economic History, ISSN 0212-6109, Año nº 7, Nº 1, 1989, págs. 45-67

Adrián también hecho una mirada a:

Miño Grijalva, Manuel, La protoindustria colonial hispanoamericana, Fideicomiso Historia de las Américas, 1993, México D.F.
Parejo Barranco, Antonio, Industria dispersa e industrialización en Andalucía, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 1987, Málaga.
Schultz, Helga, Historia económica de Europa, 1500-1800, siglo XXI de España editores, 2001, Madrid.

COMENTARIOS Y CONCLUSIONES DE ADRIAN


“Por lo general, y salvando el último libro, todos estos estudios ofrecen visiones muy concretas y demasiado tardías en términos de lo que podríamos considerar un marco cronológico idóneo para nuestro trabajo. Como ya adelantábamos en el esquema general, la industria dispersa y la protoindustrialización tienden a coincidir, si bien puede existir la una sin la otra. Schultz, nos cita a Werner Sombart para decir que los economistas clásicos dieron por supuesto que “la industria casera era la hermana pobre de la industria fabril, y no vieron que podía tratarse de su madre” (Schultz, 2001; 115).



También nos recuerda el ejemplo dado por Mendels en relación a los tejedores de Suabia cuyos excedentes permitían la exportación a otros países, en un contexto además de dinamismo ocupacional de carácter estacional, puesto que en muchos casos se trataba de campesinos. Otros casos de comarcas rurales manufactureras encaminadas a la exportación se encuentran en Rusia, Flandes, Inglaterra, Castilla y Suecia; es decir, se extienden por la práctica totalidad del continente. Sí nos indica Schultz que la tendencia genésica más frecuente se da “allí donde apareció el minifundio en razón del derecho de herencia, o donde características desfavorables del suelo y una densidad de población relativamente elevada obligaron a buscar un segundo ingreso” (ibídem). En este sentido destaca la figura del mercader quien, contratando a tanto alzado, se encarga de la posterior distribución del producto. Se destacan la industria del hilado y el tisaje, o la pequeña manufactura del hierro como las más apropiadas para estos fines, debido a su idoneidad para el comercio lejano basada en la facilidad del transporte. También se relativiza en esta clase de protoindustrias la asiduidad del trabajo a destajo pues, tratándose de materias primas fáciles de recabar por su presencia a nivel local, permite a los trabajadores “la libertad de elegir entre suministradores en competencia” (ibídem, 116). Las referencias a casos particulares se extienden a lo largo de varias páginas en el libro de Schultz, e incluyen casos relativos a las zonas antes mentadas. Además, cabe señalar la inclusión del concepto marxista “acumulación primitiva de capital” que podría ser interesante incluir a modo de debate en nuestro trabajo.




Aunque pueda parecer un contrasentido, el libro de Parejo Barranco sobre la protoindustria andaluza, nos es de poca ayuda debido al carácter cuantitativo de su tratamiento de las fuentes y el acopio excesivo de datos tabulados. No obstante, sus apartados introductorios son de gran interés por su conceptualización de términos clave en lo tocante a nuestro tema de estudio, encargándose de sintetizar las tesis protoindustriales del historiador norteamericano Franklin Mendels de manera pormenorizada. Cuatro son las condiciones básicas que según este autor debe reunir la industria a domicilio para ser considerada protoindustria:

1. “[A]parición y extensión de un tipo de industria donde la producción final se destina a la exportación a un mercado situado fuera de la región [distinguiéndola] del resto de las industrias rurales de autoconsumo” (Parejo, 1987; 25)

2. “Crecimiento de la industria rural, considerando la participación campesina en la producción artesanal” (ibídem)
3. “Implica la asociación de productores de excedentes agrícolas comercializados y de un campesinado que cultiva unas explotaciones insuficientes que hacían necesaria la búsqueda de ingresos complementarios” (ibídem)
4. “Fenómeno regional que debe observarse a este nivel” (ibídem)
A continuación se profundiza en las aclaraciones, ampliaciones y correcciones que otros autores realizaron posteriormente a estos requisitos dados por Mendels y plasmados aquí de manera muy simplificada”.

BUSQUEDA BIBLIOGRÁFICA DE NICOLAS


Nicolás tuvo también algunos inconvenientes en su búsqueda bibliográfica, pero que afortunadamente tuvo un final feliz, como comenta a continuación:
“Encontré un libro en ingles: transitions to Capitalism in Early Modern Europe de Robert S. Duplessis. Tenía la esperanza de que analizase la economía de los principales europeos, pero nada más lejos de la realidad. En verdad realiza un análisis de carácter general sobre la industria analizando gremios, la industria rural y la organización del trabajo. creo que en ese sentido os vendría bien al resto del grupo.

Decidí entonces realizar una búsqueda fuera del catálogo de la biblioteca y encontré un artículo de título interesante: El estudio de la historia económica en Holanda, de P.W. Klein, pero resultó ser un análisis de la historiografía económica sobre holanda, por tanto podemos calificar el título cuanto menos de ambiguo.

A pesar de este primer aparente fracaso hay algo positivo que comentar, pues el citado artículo se ha convertido en una fuente de autores relativos al tema que yo trato, otra cosa será que las obras se encuentren en la biblioteca y en castellano. Por otro lado leeré con más detenimiento los apartados correspondientes a Holanda del manual de Vittorio”

BUSQUEDA REALIZADA POR ANTONIO
Por su parte Antonio ya ha empezado a desarrollar el tema de las Fabricas, con una breve introduccion sobre el desarrollo del sector industrial desde finales de la Edad Media. Se puede ampliar esta informacion en el blog posterior. Además ha encontrado la siguiente bibliografía:

DOBB, M., Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, Siglo XXI, México, 1985
KRIEDTE, P., MEDICK, SCHLUMBOHM, J, Industrialización antes de la industrialización, Crítica, Barcelona, 1986
GLAMAN, K., "El comercio europeo (1500 - 1750)", en Cipolla, C.M., Historia económica de Europa (2), pp. 333-409.
HOBSBAWM, E.J., "La crisis del siglo XVII ", en Aston, T., Crisis en Europa (1560-1660), Alianza, 1983
BEAUD, M., Historia del capitalismo. De 1500 a nues­tros días, Ariel, Barcelona, 1984
BERG, M., La era de las manufacturas 1700 - 1820, Crítica, Barcelo­na, 1987
KELLENBENZ,H., El desarrollo económico de la Europa continental (1500-1750), Siglo XXI, México, 1976
SELLA, D., "Las industrias europeas (1500-1700)", en Cipolla, C.M., Historia económica de Europa (2), pp. 277-332.
GOUBERT, P., Historia de Francia, Crítica, Barcelona, 1987.
HOBSBAWM,E.,En torno a los orígenes de la Revolución Industrial ,Siglo XXI , Buenos Aires , 1978

BUSQUEDA BIBLIOGRAFICA DE DARIO

Por mi parte, consultando la bibliografía de José A, Nieto recomendado por el profesor, pude encontrar referencias al Taller de Historia Social, un equipo de investigación sobre Historia social de la España Moderna y de la que también pude extraer algunos artículos. Una de las primeras cosas que me ha llamado mas la atención del “Trabajo en la Encrucijada” de Victoria López y José Nieto, ha sido el tratamiento dado a la cuestión gremial, observando la cuestión desde la conflictividad social. Asimismo realice una consulta en el DIALNET, encontrándome con numerosas publicaciones sobre gremios, un buen numero de ellos desde enfoques particulares. A continuación resumo la bibliografía encontrada:

José A. Nieto Sánchez La conflictividad laboral en Madrid durante el siglo XVIII: el gremio de sastres. Actas del 1er Congreso de Jóvenes Historiadores y Geógrafos
Victoria López y José A. Nieto El trabajo en la encrucijada. Artesanos urbanos en la Europa de la Edad Moderna. Taller de Historia Social. Los libros de la catarata. 1996
Victoria López y José Nieto Las artesanas madrileñas en el Antiguo Régimen. Taller de Historia Social
José Damián González Arce Sobre el origen de los gremios sevillanos. Revista histórica, literaria y artística. Tomo 73, nº 223, 1990
Teresa de Diego Velasco. Los gremios granadinos a través de sus ordenanzas. En la España medieval, nº 8, 1986
Juan Carlos Zofio Llorente. Gremios y Artesanos en Madrid, 1550-1650. la sociedad del trabajo en una ciudad cortesana preindustrial. CSIC 2005.

martes, 3 de noviembre de 2009

El problema del vellón

Os dejo aquí un pequeño artículo que entra en relación con el problema que hablamos el lunes en case: la sustitución de la moneda buena por la moneda pobre, o lo que es lo mismo la ley de Gresham.
Es un artículo de Felipe Ruiz Martín titulado El problema del vellón: su incidencia en la distinta evolución económica de Castilla y de la Corona de Aragón en el siglo XVII. Y dado que el título resume de forma muy precisa el tema os copio aquí el enlace para que podáis sacar vuestras propias conclusiones.