lunes, 26 de octubre de 2009

la industria del siglo XVIII

UNA APROXIMACIÓN A LOS GREMIOS EN EL SIGLO XVIII

1.- Los gremios eran asociaciones formadas por los maestros, oficiales y aprendices de un mismo oficio que se regían por ordenanzas o estatutos especiales. Surgen en Europa durante la Baja Edad Media beneficiados en la pujanza económica de las ciudades y su intención era la defensa en la prosperidad y seguridad de los miembros que los integraban, al tiempo que controlaban que controlaban la oferta y los precios de los productos que manufacturaban. Así pues, los gremios conservaban una fuerte carácter social y económico en el contexto de su época. A estos aspecto hay que añadir el hecho de que regulaban la actividad laboral, la formación y aprendizaje de sus asociados, así como el establecimiento de una estricta jerarquía entre ellos (aprendices, oficiales, maestros). También los amparaba en caso de desgracias como la viudez, orfandad o enfermedad, a través de pensiones, asignaciones o el mantenimiento de hospitales. Para algunos autores, los gremios constituyeron el antecedente de los sindicatos, de lo que el ejemplo más evidente se encuentra en los Trade Unions (Sindicatos de Oficio) en los albores del siglo XIX. En concreto, los gremios defendían en el seno de la actividad artesanal a los trabajadores de un determinado oficio y, al tiempo que regulaban la producción y su control hasta el más mínimo detalle, se posibilitaba ascender en la escala laboral según su pericia y méritos.

Frente a esas organizaciones de carácter preindustrial, los sindicatos nacieron como respuesta a los problemas planteados por la revolución industrial, convirtiéndose en representantes de aquellos obreros desposeídos de la iniciativa y creatividad en el proceso productivo. La falta de derechos de éstos frente a los abusos de los capitalistas (prolongadas jornadas de trabajo, empleo infantil, mujeres mal remuneradas, fábricas insalubres, hacinamiento, despidos sin indemnización, miseria, etc), los empujó a organizarse en asociaciones para protegerse contra aquella desprotección laboral a que estaban expuestos.
Gremios y sindicatos respondían, por tanto, a circunstancias económicas y sociales distintas. A finales del siglo XVIII, en Inglaterra, cuna de la industrialización, nacieron las primeras asociaciones de trabajadores, las llamadas sociedades de ayuda mutua integradas esencialmente artesanos que trabajaban bajo el Domestic System. Su objetivo era la unión de los obreros para conseguir mejoras laborales y salariales, así como hacer frente a adversidades tales como la enfermedad o el desempleo. A finales de este siglo, por medio de una legislación represiva, las “Combination Laws” (1799 y 1800), se prohibió todo tipo de asociacionismo obrero, con lo que las organizaciones de trabajadores pasaron a ser ilegales y hubieron de ejercer su actividad clandestinamente.

No obstante, a lo largo del siglo XVIII, los gremios, una institución de carácter feudal, ya muy debilitados, fueron desapareciendo, para ser sustituidos por la iniciativa privada, la libertad de industria y comercio propios del capitalismo. En este sentido, Inglaterra marca el paso tras la introducción del domestic system que producía mercancías fuera de la reglamentación gremial. Este desarrollo de la industria moderna, con la consiguiente quiebra de los talleres artesanales, arrojó a oficiales y maestros artesanos al desempleo. Durante el siglo XIX las relaciones de producción capitalistas y la creciente proletarización del trabajo desembocaron en el problema obrero, organizado en sindicatos y partidos políticos. El término proletariado hace mención a la clase social constituida por proletarios. En la antigua Roma eran los ciudadanos pobres que únicamente con su prole podían servir al Estado. Más tarde designó a quienes carecían de bienes y estaban inscritos en las listas vecinales solamente por su persona y prole (sus hijos o descendencia).


2.- LA PROTOINDUSTRIALIZACIÓN
A lo largo del siglo XVIII se produjeron significativos cambios económicos que precedieron a la revolución industrial y que se concretaron en:

a) La expansión del comercio a larga distancia, que estimuló las manufacturas y permitió la acumulación de capitales, parte de los cuales fueron invertidos en la naciente industria moderna. A este respecto, cabe destacar que

“Hasta el siglo XVIII había muy poca necesidad de capitales, debido al corto número de máquinas empleadas en los talleres. Los capitales entonces se dirigían o hacia la tierra o hacia el comercio marítimo (...). En el origen de muchas empresas industriales, se encuentra una aportación de capitales, individuales o familiares, de poco valor, pero suficientes (...). Los beneficios anuales fueron regularmente reinvertidos, lo que explica el rápido incremento del capital, estimulado, naturalmente, por los buenos negocios (...). Parece que la industria británica financió ella misma en lo esencial sus cambios (...).”Sin embargo, esta autonomía no es total, y en particular la incidencia del comercio exterior -tanto por la aportación de capitales procedentes del negocio, como por el papel de las exportaciones en el desencadenamiento de las olas inversionistas- se muestra muy importante. C. Föhlen. “La revolución industrial.”

Fue este un proceso que precedió a la formación de la gran producción capitalista y separó de los medios de producción (materias primas, maquinaria, herramientas, etc) a los productores directos. La teoría marxista defendió que los medios de producción son inherentes a todos los modos de producción, es decir, intervienen tanto en el sistema esclavista, como en el feudal o el capitalista. En cada uno de estos diferentes tipos de sistema social los modos de producción se encuentran en manos de la clase social dominante en el contexto histórico. Cuando se aplican a la producción se transforman en capital, convirtiéndose entonces en instrumento de explotación de los trabajadores, mediante lo que se ha dado en llamar plusvalía que es definida como la diferencia entre la riqueza producida por el trabajo del obrero y el salario que éste recibe del patrono. Esa remuneración se convierte en el valor del trabajo desarrollado, siendo la plusvalía sería por tanto, la parte del trabajo que el empresario deja de satisfacer al trabajador.

b) La acumulación originaria del capital fue acompañada de:

1) La quiebra de los campesinos y su transformación en individuos sin propiedad, jurídicamente libres, carentes de medios de subsistencia y, por lo tanto, obligados a vender su fuerza de trabajo a los capitalistas. Este hecho fue esencial en las nuevas relaciones sociales que se dieron en el seno de la industrialización, pues permitió a los dueños de las fábricas disponer de abundante mano de obra procedente del campo con la que acrecentar a través de la plusvalía una riqueza que, reinvertida, multiplicó el desarrollo del capitalismo
2) La concentración de caudales en pocas manos, esencial en la creación y desarrollo de empresas industriales, por ejemplo, en la Inglaterra del siglo XVIII.
La acumulación de capital supuso la separación de los medios de producción (esencialmente la tierra) de los productores directos, los campesinos. La intensificación de la explotación de los obreros (aumento del ritmo de trabajo, empleo de mano de obra infantil, jornada laboral abusiva, etc.), permiten al capitalista incrementar sus beneficios. Sin embargo, las ganancias se concentran en cada vez menor número de empresarios debido a que una parte de éstos -los menos competitivos- van desapareciendo y engrosando las filas de los desposeídos, el proletariado. En Inglaterra este proceso se realizó mediante las leyes de cercamiento o "enclosures", que privaron a los agricultores tradicionales de los bienes de comunes destinados al autoconsumo. Los nuevos propietarios pasaron a explotar las nuevas propiedades con una mentalidad capitalista:

“Son tales y tantos los beneficios y ventajas que se podrían derivar de un total cercamiento de las common lands (tierras comunales) que me es imposible describirlos o enumerarlos. Daría la oportunidad de separar las tierras áridas de las húmedas, la de desecar estas últimas, la de abonar las zonas agotadas, y todo ello podría producir inestimables resultados; el nuevo ordenamiento permitiría, con la ayuda de hábiles ganaderos, la cría de ovinos y bovinos de raza mucho mejor que las que se ven habitualmente en estas zonas, en donde hay animales miserables y medio muertos de hambre. Teniendo al ganado en zonas cercadas se conseguiría mantener a un número mayor con la misma cantidad de alimento. Su costumbre de vagar y de moverse no sólo destruye la hierba con sus pisadas, sino que también los reduce a huesos y piel. Y ello en la actualidad hace necesaria la presencia de un pastor que los meta y los saque del establo. De otro lado, y mediante este sistema, el ganado podría rendir a la comunidad y a los individuos cien veces más de lo que los hacía hasta ahora, antes de los cercamientos. Por último y fundamental aspecto, se podría proteger al ganado de la peste, esa mortal enfermedad (..) Hay que señalar también que el sistema de las common lands nunca ha aportado nada a la solución del problema del empleo. Y que apenas se hiciera un cercamiento, la situación se transformaría positivamente, y una desolada tierra inculta se convertiría en la más risueña de las zonas. Actividades y trabajos de toda índole se desarrollarían en esos lugares. El que quisiera contribuir a esa empresa encontraría una gran cantidad de ocasiones de trabajo: excavar fosas y canales de desagüe, construir terraplenes y vallas, plantar setos y árboles; los herreros y demás artesanos del campo no tendrían que quedarse con los brazos cruzados pues habría mucho trabajo para ellos en la construcción de factorías y de sus respectivos anexos, y en la proyección y construcción de caminos, puentes, cercados, empalizadas, aperos agrícolas, etc. Pocos años después de haber llevado a buen término estos primeros y temporales esfuerzos, y cuando todo el conjunto estuviese organizado en un sistema agrícola regular, se podría alimentar y dar trabajo a una población notablemente aumentada.” John Middleton. View of the agriculture of Middlesex. 1798

c) El nacimiento de una industria rural denominada "Domestic System" (industria doméstica) que se desarrolló al margen de las reglamentaciones gremiales.

“1º: Muchos objetos necesarios para la vida -vestidos, alimentos, muebles, útiles- eran fabricados en el marco familiar, especialmente en el medio rural. 2º: El artesano trabajaba sólo o con un número muy reducido de obreros, raras veces más de cinco. Este artesano podía ser libre o bien estar sometido a los reglamentos de las corporaciones o gremios (...) 3º: El capitalismo aparece en (...) la organización del mercader-empresario...(que) proporcionaba a los obreros trabajando en sus domicilios la materia prima y algunas veces los instrumentos de trabajo; más tarde iba a recoger el trabajo realizado y lo venía en su provecho después de haber pagado un salario fijo al obrero, campesino o ciudadano (...)” J. A. Lesourd y C. Gérard. Historia Económica Mundial.

La “Domestic System” era una industria de carácter rural que conjugaba el trabajo agrícola con la manufactura casera de textiles y que se desarrollaba al margen de las fábricas.
Principales características de la “Domestic System”:
· El empresario, generalmente un comerciante, proporcionaba materia prima a los campesinos, esencialmente mujeres, que trabajan en su hogar.
· A cambio se cobraba un salario. El campesino no era dueño ni de la materia prima ni del producto resultante, únicamente tenía propiedad sobre los útiles de trabajo.
· La producción trascendía la limitación del mercado local o regional, estaba destinada a la exportación.
· Esta actividad se desarrolló al margen de la reglamentación de los gremios de artesanos, concentrándose esencialmente en el sector textil, con la fabricación de mercancías de lana o lino.
· El proceso de trabajo era sencillo y no requería una maquinaria compleja.

3.- LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
La primera Revolución industrial se produjo en Inglaterra sobre la segunda mitad del siglo XVIII, gracias a una serie de transformaciones en las estructuras económicas y demográficas:

a) Agrarias: se produjo una auténtica revolución agrícola que precedieron y facilitaron las de la industria.

“Lo que convencionalmente se denomina revolución agrícola es un fenómeno localizable en un reducido número de países. Consolidada durante el siglo XVIII en Inglaterra, extendida después a la fachada occidental europea y a regiones muy delimitadas de Centro Europa, como consecuencia de la disolución de los regímenes señoriales, se caracteriza por una transformación radical de los sistemas de producción: paulatina desaparición del barbecho y sustitución por la rotación de cultivos, que incrementa el volumen de las cosechas; diversificación de cultivos en estrecha ligazón co la expansión ganadera; ampliación del número de cerramientos y tendencia a la concentración de parcelas para un uso más racional; incorporación de un nuevo instrumental agrario, de maquinaria y abonos. Todo ello da como resultado un aumento sostenido de productividad del excedente comercializable, estimulado por la demanda de los núcleos urbanos que no dejan de crecer. En suma, la agricultura rompe definitivamente el círculo vicioso del autoabastecimiento y se convierte en pieza básica en la configuración de los mercados nacionales.” A. Bahamunde. La revolución agrícola y la industrialización.

b) Demográficas: Durante el siglo XVIII se produjo en Inglaterra un gran aumento de la población la población, pasando de unos 6 millones de habitantes en 1750 a 28 en 1850, lo que constituyó una innegable. Ello se debió fundamentalmente a dos causas:

1. El mantenimiento de unas altas tasas de natalidad (superiores al 40 x mil).
2. El descenso de la mortalidad catastrófica.

Ello es debido, fundamentalmente, a dos factores:
1.- La mayor disponibilidad de alimentos y la erradicación de las crisis de subsistencia gracias al incremento de la productividad que trajo consigo la Revolución agrícola.
2.- Los avances higiénicos, sanitarios y médicos, constituyendo un importante ejemplo la vacuna contra la viruela introducida por Edward Jenner (1749-1823), médico británico que descubrió la vacuna contra la viruela y allanó el terreno para la aparición de la inmunología. Jenner demostró que la vacunación era una técnica relativamente fácil de realizar, consistente en la introducción de viruela vacuna procedente de una pústula de una ordeñadora a un niño de ocho años de edad. La descripción de este experimento la encontramos en su ensayo "Investigación sobre las causas y los efectos de la viruela vacuna":
El propio doctor Jenner hace su propia descripción:
"Para observar mejor cómo evolucionaba la infección, inoculé la viruela vacuna a un niño sano de ocho años. La vacuna procedía de una pústula del brazo de una ordeñadora, a quien había contagiado la vaca de su señor. El 14 de mayo de 1796 se la inyecté al niño a través de dos cortes superficiales en el brazo, cada uno de los cuales tenía la anchura de un pulgar. El séptimo día se quejó de pesadez en el hombro; el noveno, perdió el apetito, tuvo algo de frío y un ligero dolor de cabeza; durante todo el día se encontró enfermo y pasó la noche inquieto, pero al día siguiente volvió a encontrarse bien. La zona de los cortes evolucionaba hacia la fase de supuración, ofreciendo exactamente el mismo aspecto que adquiere la materia virulosa. Para cerciorarme de que el niño, levemente infectado por la viruela vacuna, había quedado realmente inmunizado contra la viruela humana, el 1 de julio le inyecté materia virulosa que había extraído con anterioridad de una pústula humana. Se la apliqué profusamente mediante varios cortes y punturas, pero no dio lugar a ningún ataque de viruela. En los brazos aparecieron los mismos síntomas que provocan las sustancias virulosas en los niños que han sufrido variola o viruela vacuna. Al cabo de unos meses, le volví a inocular materia virulosa, que en esta ocasión no produjo ningún efecto visible en el cuerpo".

c) Técnicas. Una vez aplicadas al sistema productivo condujeron a un excepcional incremento de los bienes materiales.

d) Comerciales. Gracias al desarrollo de las comunicaciones y la revolución en los transportes se multiplicaron las relaciones comerciales. La expansión comercial se inició en Inglaterra, alentada por dos circunstancias: La consolidación de su mercado interno fue posible gracias a que Intervino en ello el crecimiento de una población que incrementó la demanda de bienes, la mejora de los transportes y de las vías de comunicación (canales fluviales, carreteras y, más tarde, el ferrocarril), así como la supresión de barreras aduaneras interiores.

Esta expansión del mercado exterior fue posible gracias a:
· La ampliación y diversificación del comercio externo, empujado por la demanda de materias primas como el algodón y la exportación de productos industriales como los tejidos.
· La ayuda de una potente marina, tanto mercante como militar.
· La posesión de un imperio colonial donde adquirir materias primas baratas y exportar la producción de sus fábricas:

"Inglaterra no puede prescindir de las colonias, pues sin colonias no hay comercio y sin comercio no hay marina, y sin marina Inglaterra no pasaría de ser en Europa una potencia de tercer orden. Como consecuencia de la defección de sus colonias en el continente americano, Inglaterra se ve reducida a sus posesiones en las Antillas, a su extenso asentamiento en Asia ya sus factorías de África. Todas esas colonias juntas no bastan para abastecer su marina mercante, y por ende, su potencia marítima... Sus islas productoras de azúcar son muy inferiores a las nuestras. Sus posesiones asiáticas constituyen para ella una fuente inagotable de riquezas, pero su intercambio comercial queda limitado a artículos de lujo, no proporciona salida alguna a sus objetos manufacturados nacionales y no utiliza para ello más que un menguado número de barcos y de marineros. Otro tanto sucede con sus factorías de África (...) y la trata de negros que allí practica no tiene valor más que en la medida en que posea extensas plantaciones por cultivar allende los mares, en América. Es esa necesidad imperativa de poseer inmensas colonias que dependan de la metrópoli, que absorban sus productos manufacturados y que den trabajo a un inmenso plantel de marineros, lo que ha obligado, hasta ahora, al gobierno inglés a adoptar esa postura tan ciegamente obstinada de mantener a toda costa bajo su yugo a los insurrectos. Es precisamente esa necesidad, experimentada por la nación entera, la que la impulsa a realizar, hoy en día, ingentes esfuerzos y en la que se halla el origen del espíritu de animosidad que, excepción hecha del partido de la oposición, impera en contra de sus colonias sumidas en la rebelión. Si la pasión no tuviese por efecto enturbiar el sereno entendimiento a la hora de reflexionar, el gobierno inglés hubiese, ante todo, examinado con detenimiento la naturaleza de sus colonias del continente americano. Se hubiese percatado de que no era la misma que la de las demás colonias europeas, que la de las Antillas, por ejemplo, donde un reducido número de blancos sin enjundia y enervados domina a un gran número de negros y requiere de continuo la protección de tropas extranjeras; donde el país, al no producir más que artículos de lujo, depende totalmente de Europa para todas las necesidades de la vida (...) Las condiciones de vida reinantes en las colonias inglesas del continente americano son completamente distintas: son colonias agrícolas y pobladas en su mayor parte por hombres libres; proporcionan a profusión todos los artículos de primera necesidad y asimismo muchos otros que sitúan a la metrópoli en un estado de dependencia con respecto a ellas. Si ésta, a su vez, las hace depender de ella a través de sus manufacturas es mediante leyes forzadas y prohibitivas que se sacudirán esos nuevos territorios, recobrando su libertad, construyendo manufacturas del mismo estilo para las cuales poseen además las materias primas en su propio seno, y otorgando a todas las naciones el libre acceso a sus puertos. Así pues, semejantes colonias están indefectiblemente destinadas a formar, el día de mañana, un Estado independiente de Europa (...)" Memoria del Conde de Broglie al Rey Luis XVI de Francia. Febrero 1776.

En definitiva, dos fueron los principales sectores afectados por la revolución industrial:
El textil, donde la industria del algodón se erigió en la actividad líder de la Primera Revolución Industrial tras incorporar importantes innovaciones a los procesos de tejido e hilado. Desplazó en magnitud a la de la lana. Más abajo se puede ver cuadro estadístico que va desde los inicios del siglo XVIII al nacimiento del siglo XX:

“La invención y el uso de la máquina de cardar lana, que tiene como consecuencia reducir la mano de obra de la forma más inquietante produce (en los artesanos) el temor serio y justificado de convertirse, ellos y sus familias, en una pesada carga para el Estado. Constatan que una sola máquina, manejada por un adulto y mantenida por cinco o seis niños realiza tanto trabajo como treinta hombres trabajando a mano según el método antiguo (...). La introducción de dicha máquina tendrá como efecto casi inmediato privar de sus medios de vida a gran parte de los artesanos. Todos los negocios serán acaparados por unos pocos empresarios poderosos y ricos (...). Las máquinas cuyo uso los peticionarios lamentan se multiplican rápidamente por todo el reino y hacen sentir ya con crueldad sus efectos: Las máquinas cuyo uso los peticionarios lamentan se multiplican rápidamente por todo el reino y hacen sentir ya con crueldad sus efectos: muchos de nosotros estamos ya sin trabajo y sin pan.” Extraído del Diario de la Cámara de los Comunes, 1794.

Por lo demás, el siglo XVIII contempla un permanente avance de los medios técnicos que supone un revolución de la industria textil. En 1733 Kay inventó el telar de Lanzadera Volante, que revolucionó el sector del tejido de algodón. Más tarde fue el sector del hilado con la Spinning Jenny de Hargreaves (1765) y la Water Frame de Arkwright (1767) el que polarizó los cambios. En 1779 Crompton inventó la Mule Jenny, fusión entre la Jenny y la Water Frame.

Tres hechos contribuyeron a ese éxito:
· La prohibición de importar telas de algodón de la India, principal competidora de Inglaterra.
· La existencia de grandes plantaciones de algodón en Norteamérica, explotadas en régimen esclavista que proporcionaban materia prima abundante y barata a las factorías inglesas.
· La inexistencia de reglamentaciones gremiales en el proceso productivo, lo que sin duda eliminaba las trabas que sufrían otras actividades.

Por su parte, el sector siderúrgico tuvo menos relevancia que el textil en los inicios de la industrialización. Este tipo de industria se halla muy vinculada con la minería del carbón, sustituto de la madera como combustible. Al desarrollo del sector contribuyó la incorporación de nuevas técnicas como el del pudelaje del hierro (Henry Cort, 1783) que permitieron eliminar las impurezas del hierro inglés y emplearlo con mayor eficacia en la producción de bienes. Tras Inglaterra, el proceso de industrialización se extendió por el área continental europea (Alemania, Bélgica, Francia), así como a países de ultramar como Estados Unidos de Norteamérica e incluso a Japón.

Finalmente, mención aparte merece el uso del ferrocarril como dinamizador del sector por la gran necesidad de metal para la fabricación de raíles, máquinas y vagones. Esa demanda se incrementará a lo largo del siglo XIX.

“Inicialmente, el transporte sobre raíles fue sólo un medio de comunicación al servicio de las minas de hulla, de las canteras de piedra o de pizarra, de los hornos de cal, etc.; estaba destinado al servicio especial de una industria cuyos productos salían todos ellos de un mismo punto, para ser transportados, bien sea hasta los muelles de un canal bien sea hasta algún centro importante de consumo. Ese estado de cosas se prolongó por espacio de dos siglos.” Marc Seguin. (Ingeniero e inventor francés. Constructor del primer ferrocarril francés) De l’influence des chemins de fer et de l’art de les tracer et de les construire. 1839.


Antonio Arias

1 comentario:

  1. aquí os dejo un trabajo de recopilación del link http://www.claseshistoria.com/glosario/gremio.htm.
    Como tampoco se trata
    de engañar a nadie, mi tarea ha consistido en visitar los distintos vinculos introductorios a cada una de las informaciones pertinenetes y unifica como un escrito único para facilitar su lectura. un abrazo

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